6- De ida a Londres

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-Joven London, necesito preguntarle unas cuantas cosas-

-¡Ah señor Moore! Qué bueno que sigue aquí- dijo mostrando una sincera sonrisa

-claro que sigo aquí, no podía aun irme, tengo unas cuantas cosas pendientes- dijo acomodando el cuello de su camisa mientras se acercaba poco a poco a mi cama

-bueno eso es genial, aprovechando que aún no se va quería agradecer- no le dejo terminar, el señor agito la mano diciendo –si si. No fue nada joven-

-bueno, me encantaría agradecerle de una manera adecua-  le volvió a interrumpir -no es necesario. Te pido que te retires, tengo cosas que hablar con el joven London-

-¿conmigo?- dije de una manera algo fría, sabía que este tipo era sospechoso ¿Qué quiere de mí?

-ah... por supuesto, lo siento- se dirigió a la puerta y apenas saliendo de esta, la cerro

Aquel señor se había sentado en la silla que estaba justo de lado de mi cama, en la que antes estaba Steven. Ya no llevaba puesto su gran saco, podía ver que su vestimenta era casual pero eran de las prendas caras, llevaba puesto un reloj de plata, un aniño de oro, sus mangas estaban algo remangadas, sus cabellos eran negro con una gran cantidad de canas que a decir verdad, no se veían mal, uno de sus ojos tenía un color opaco, parecía no tenerlo del todo bien, sin embargo no mostraba ciegues. Finalmente me había puesto a analizarlo, debajo del ojo nubloso, había una pequeña cicatriz

-bien señor, Moore ¿de qué quiere hablar?- él sonrió levemente

-quien diría que la pareja London tuvo un hijo y además de eso, este con vida- se quitó el sombrero oscuro que llevaba y le dio una pequeña mirada -¿Por qué sigue vivo jovencito?- despegando su mira del sombrero, me vio directamente a los ojos, se sentía una gran tensión en el ambiente

-lamento decirle anciano, que no tengo ni la más mínima idea de que me habla ni que temas está tocando- dije con una mueca de disgusto ¿Qué clase de actitud era esa?

El solo soltó una pequeña risilla –es verdad que estoy viejo, pero no es tanto. Apenas tengo 47 años-

Es curioso, inicio el tema bastante serio y ahora lo toma con calma –escuche, no sé qué sepa de mi familia pero de mí no sabe nada, así que le pido que deje de cuestionarme, no tengo porque hablarle de mi-

-¿así que no sabe qué clase de personas eran sus padres?-

-¿Qué quiere decir con eso?-

-bien. No me cuentes nada de ti, se más de lo que debería- se levantó de la silla, ese comentario me causo una desagradable sensación

-¿Qué es lo que sabe?- alce un poco la voz

-es curioso, yo se mas de tus padres de lo que tu pudieras saber- dijo de una manera burlona mientras se acercaba a la puerta –le deseo mucha suerte, Zack London- sonrió engreídamente y salió de la habitación, después de que sonara el rechinido de la puerta un gran silencio penetró aquel cuarto

¿Qué es lo que sabía?

Me quede sentado mientras miraba la sabana, no sabía en qué guiarme, pero mi mente estaba nublándose del tema, intentando juntar piezas con solo recuerdos, necesitaba respuestas

Un rechinido de la puerta me saco de toda esa tirantez

-¿Zack?- se me acerco aquel pelirrojo, con la pequeña patch en brazos -¿Qué paso?-

"El caso de los London"Where stories live. Discover now