CAPITULO 3

1.2K 137 17
                                    


3

Y todos los días en mi cabeza la pregunta que rondaba como boomerang era...

¿Acaso me está volviendo a gustar Inuyasha? O...nunca me dejo de gustar.

°°°

-¡Kagome! - escuche la exclamación de mi amiga

-Hola Sango- sonreí.

Sango y yo teníamos ciertas cosas en común y ciertas cosas que nos desagradaba una a la otra. A mí de ella me desagradaba lo lanzada e impulsiva que era y ella odiaba de mi lo modesta y sería que era en ciertos momentos.

-Oye Kagome, quiero que me hagas un favor ¿sí? - ¿quién no se puedes resistir a la mirada de perro abandonado de Sango? Yo, yo sí puedo resistirme.

-Estoy segura que ese favor no es para nada agradable para mí -

-Vamos, solo quiero que vallas conmigo a una cita con mi novio - ay no, el novio de Sango es el amigo de Inuyasha. Miroku y yo hablamos un par de veces, a comparación de Taisho es amable y nos llevamos bien - Se buena amiga y acompáñame -

-Sango...haré mal tercio -

-No, su amigo también irá- ¿su amigo?

Algo aquí me huele mal, y no es Hachi un compañero de mi salón, él se pedorrea, sus pedos son silenciosos por lo que él cree que no saben quién se tira los pedos, pero todos sabemos que es él.

-¿Quién es su amigo? - ella sabe que no me cae bien Taisho por lo que espero, no sea él.

-Se llama Koga - ¿Koga? Ha, el moreno de ojos azules muy apuesto- ¿Irás?

-Okey si, mientras Taisho no esté involucrado todo bien - Sango me sonríe de manera nerviosa- Sango...

-Te mando mensaje con la dirección, ponte algo lindo ¿okey? - sin dejar que responda se alejó de mi rápidamente, casi corriendo.

-Algo aquí no huele bien - y literalmente, gire mi cabeza y a mi lado estaba sentado Hachi - Ay...Hachi - para no criticarlo aguante mi respiración, me levante y camine a mi salón, antes de entrar vi a los lejos la cabellera plateada de Inuyasha.

Se estaba besando con una chica. ¿Y así le gusto? Maldito sin vergüenza, doble cara, mujeriego y calentón.

°°°

Te voy a matar Sango.

¡Sabía que nada de esto estaba bien!

- Estás preciosa Kagome - me estremezco, Inuyasha me acaba de susurrar en mi oído, su cercanía a la mía no calma nada mi alocado corazón.

-Taisho...por favor aléjate- le murmure ya que hice un esfuerzo de sobre manera para articular alguna palabra.

-¿Por qué? - preguntó con una sonrisa maliciosa. Lo ignore y di un sorbo a mi bebida.

En la "cita doblé" según Sango, no había ningún Koga, si no que había un peli plata de ojos dorados muy apuesto sentado a mi lado.

-¿Kagome te importa que me lleve a Sango? - me pregunto Miroku, mire a Sango y me miraba suplicante.

-No hay problema, pásenla bien - sonreí y ambos se despidieron de mi e Inuyasha, quién cuando se fueron se acercó aún más a mí y yo me obligue a pararme y sentarme al frente suyo. Mala idea, su mirada me hipnotizo y me quedé mirándolo por largos segundos.

-¿Quieres ir a algún lado en especial? -su voz tan seductora me sacó de mi momentánea ensoñación.

-A mi casa - me levanté y pagué todo lo que consumimos, ya le pediré a Sango dinero. Salí del local e Inuyasha atrás de mí me sostuvo mi mano, una corriente eléctrica muy placentera me invadió. Sus ojos...por dios amo sus ojos.

-Quiero tener una cita contigo ¿bien? - se acercó aún más a mi sin soltar mi mano.

-Taisho... ¿qué es lo qué quieres? - me obligue a soltar su mano, no quería pero debía de aclarar ya lo que se traía entre manos antes de que salga lastimada, recordé lo que vi hace unos días, no confiaba en sus palabras.

-Kagome...me gustas, ya te lo he dicho ¿me has tomado enserio? - ¿Cómo quiere que lo tome enserio cuando dijo que gustaba de mí y después de semanas lo vea chaparse con otra cualquiera?

-¿Cómo quieres que te tome enserio cuando no te paras de hacerme bromas? - Inuyasha me gustaba, tal vez nunca me dejo de gustar...pero no quiero salir lastimada si es una broma. Me aleje de él, pero él aún me seguía, crucé la otra calle y ahí él volvió a sostener mi mano. -¿Qué es lo qué quieres Inuyasha? - estaba reteniendo el llanto por el sentimiento que empezaba a sentir.

-A ti. - lo mire con mis ojos cristalinos - Te quiero a ti, Kagome - ¡Es mentira!

-Inuyasha... ¡Deja de jugar conmigo, deja de hacerme bromas! - me zafe de su agarre y me fui corriendo derramando lágrimas, no podía evitar llorar. Estaba enamorada de Inuyasha y él solo jugaba conmigo.

°°°




ADVERTENCIA DE AMOR (ADA#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora