Parte 2.

596 71 38
                                    

Derek hizo una intensa lucha contra sí mismo hasta que su lado enamorado le ganó al coherente logrando entonces abrir la cápsula del castaño sin darle más vueltas al asunto. Vio por el exterior de la incubadora cómo las máquinas comenzaban a despertar a Stiles de su hibernación, dándole un par de electroshocks mientras que Derek tomaba la herramienta que usó para averiar la cápsula y se iba rápidamente del vestíbulo.

Stiles jaló una bocanada de aire al momento en que sus ojos se abrieron. Oyó la bienvenida e indicaciones que le daba la computadora mientras intentaba despertarse completamente de su hibernación.
Se sentó al borde de la camilla, estirando sus músculos antes de poner los pies en el suelo frío de la nave, Stiles se abrazó a sí mismo debido al frío que sentía y miró cómo el piso se iluminaba para guiarlo a su dormitorio.

– ¿Hola? – murmuró cuando entró a la habitación sintiendo la garganta seca por hablar.

La computadora seguía dando instrucciones pero Stiles permanecía en un estado de trance, mirando la habitación en la que se encontraba con algo de confusión.

– ¿En dónde están los demás? – volvió a hablar, pero no obtuvo respuesta.

Stiles comenzó a preocuparse por eso; se suponía que todos despertarían el mismo día, al mismo tiempo, ¿Por qué él estaba, al parecer, solo?

No le importó cambiarse de ropa, ni obedecer las órdenes de la computadora, sólo quería encontrar respuestas.
Corrió fuera de su habitación, guiándose por las mismas señalaciones por las que Derek se había guiado antes, llegando así al vestíbulo principal y siendo recibido por la computadora.

– Bienvenido al vestíbulo principal de la Ávath, una nave creada para la ayuda humana y su supervivencia. Disfrute su estancia.

Stiles miró el lugar con asombro, era lo más enorme que había tenido frente a sus ojos y eso le era impresionante.

De pronto, el saludo de bienvenida volvió a sonar, llamando la atención del castaño; eso significaba que alguien más había entrado al vestíbulo.

– ¿Hola? – habló de nuevo, sonando más entusiasmado que antes –. ¿Hay alguien ahí?

– Hola...– saludó Derek, mirando con asombro al chico que tenía al frente, impresionado por notar que Stiles era aún más bello en persona.

– ¿Eres pasajero o parte de la tripulación? – preguntó Stiles, acercándose unos cuántos pasos a Derek.

– Pasajero – contestó en un murmullo –. Derek Hale.

– Stiles Stilinski...

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos, viéndose directamente.

– No he visto a nadie más aquí...– volvió a hablar Stiles, dándose la vuelta para pasar su atención al vestíbulo que les rodeaba.

– Todos siguen dormidos – susurró el azabache.

– ¿Absolutamente nadie ha despertado?

– Sólo tú...y yo.

Stiles negó, confundiéndose aún peor.

– Entonces la nave deberá aterrizar dentro de unas semanas, ¿No?

Derek suspiró, negando con la cabeza ligeramente antes de ponerse junto al castaño.

– Acompáñame – pidió entonces, comenzando a caminar hacia el observatorio, aquella habitación en donde él se había enterado de todo.

– ¿Qué pasa? ¿Por qué no respondes mi pregunta?

– No sé cómo explicártelo – se excusó, entrando al vestíbulo con Stiles a sus espaldas.

La historia de una galaxia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora