Buscar a Minghao a la mañana siguiente había sido completamente en vano. Jun no se despegaba de él. "No va a hablar contigo de nada" le había dicho este último mientras su pareja o expareja lo ignoraba. Diablos, ¿acaso, de verdad Minghao se había hartado de él?
El no saber si seguían juntos o para él ya se había acabado ponía muy nervioso a Soonyoung. No pudo atender en ninguna de sus clases y lo peor de todo fue la hora de matemáticas. Cuando el profesor le mandó realizar unos ejercicios delante de toda la clase, no fue capaz ni de sumar 2 más 5 bien. Claramente, la respuesta no era 10 y claramente, todos se rieron de él, incluyendo a Mingyu, quien, desde su punto de vista, se veía asquerosamente arrogante.
Después de esa clase trató de huir, tenía un dolor de cabeza espantoso y había empezado a sentir nauseas. Se fue lo más rápido posible a su casa, como si huir del instituto fuera lo primordial en su vida.
La señora Kwon propuso ir al médico por si se estaba empezando a enfermar, pero su hijo lo rechazó alegando que solo necesitaría descansar un poco para sentirse mejor.
El cansancio emocional que lo apoderaba hizo que se quedara dormido enseguida, y así estuvo durante horas. Cuando despertó sintió como su estómago se revolvía al recordar los líos que tenía en su vida. Fue corriendo al baño y vomitó hasta que no pudo más, le costaba respirar.
Como pudo se aseó un poco y decidió volver a la cama. Le preocupaba que su madre, al ver que seguía igual, lo obligara a ir al centro médico. Porque sabía lo que le harían: una analítica. Y los resultados de una prueba de sangre cuando hacía menos de 24 horas que había consumido droga no le iban a hacer especial gracia a sus padres.
Encendió su teléfono con la esperanza de distraerse un poco y tratar de calmar su malestar general. Pero claro, nada le iba ir bien a él; cuando vio como Minghao lo había bloqueado en todas sus redes sociales se formó un nudo en su garganta. Un nudo que vino seguido de lágrimas con miedo a que todo se acabara. Y lloró, claro que lloró, hasta volver a quedarse dormido no paró.
La tranquilidad del sueño de Soonyoung se vio interrumpida por ruido. Voces sonaban en su habitación, ¿había gente teniendo una charla ahí? El joven abrió sus ojos y puedo observar como efectivamente, su madre, se encontraba hablando con alguien a su lado.
Mingyu.
Mierda.
─Oh cariño, has despertado. ¿Cómo te encuentras?
─Mucho mejor, no te preocupes mamá. ─Respondió Soon con una mueca que pretendía verse como una sonrisa.
Y hablando de sonrisas, ahí seguía Mingyu con la suya tan arrogante como siempre.
─Tu amigo estaba preocupado porque faltaste a las últimas clases y vino a traerte los apuntes que tomaron. ¿No es un encanto? ─¿Es que nunca se le va a acabar esa sonrisa de superioridad? ¿Amigo? ¿Encanto? ─Tu hermana tiene buen gusto. ─Suficientes palabras para el pobre Soonyoung. ─Bueno, estaré a bajo si necesitais algo. ─La señora Kwon le sonrió a Mingyu y se fue.
El silencio se apoderó de la habitación, solo se miraban fijamente ambos sin decir nada. El silencio solo fue interrumpido cuando Mingyu se empezó a reír sonoramente.
─Creo que le caigo bien a tu madre, cuñadito.
─Por lo que más quieras, no me llames así.
─Te estás empezando a poner muy respondón.
Era cierto, desde el problema con Minghao su plan "caerle bien a Mingyu para ganar tiempo" no estaba yendo demasiado bien.
─Es que... me he dado cuenta de que hacer tratos contigo es un poco una mierda.
─Sin mí te iría peor. Y a mí me iría mejor si no tuviera que estar pagando tus asquerosas deudas. Ya puedo sacar beneficio o no te van a pasar cosas muy agradables, Soonyoung.
─Eyy, tranquilo, ¿sí? Ahora vamos a ser familia, la familia se respeta y apoya ¿no?
A Mingyu le hizo gracia su respuesta. Actuaba como un niño. Un niño que se había metido en algo demasiado serio y oscuro. Una pena. Pero de la pena no se vive y a Kim poco le tiene que importar como acabe Kwon si no consigue dinero pronto.
Por simple curiosidad, Mingyu empezó a analizar detenidamente el cuarto en el que se encontraba. No esperaba encontrarse nada que no fuera lo típico en la habitación de un adolescente de 17 años. Tan solo hubo algo que llamó ligeramente su atención.
─¿Y esta foto?
─¿Qué foto? ─Preguntó Soonyoung desinteresadamente.
Bueno... desinteresadamente hasta que vio a Mingyu acercarse a la estantería y tomar unha foto de él con Minghao. ¿De todas las cosas que había a su alrededor tenía que justo fijarse en una foto apoyada sobre unos libros?
Aquella fotografía había sido tomada tiempo atrás cuando habían hecho un viaje los dos solos. En ella, Hao se encontraba haciendo un puchero tierno mientras Soon lo abrazaba y sonreía hacia la cámara.
─Oh... esa foto. ─Empezó a hablar el mayor con un nudo en la garganta. ─Antes eramos amigos, pero ya no. De hecho no sé que hace ahí, debería estar con esas estúpidas fotos de las excursiones escolares.
─¿Qué pasó?
─¿Qué?
─Que por qué ya no eres amigo del maricón.
─Dejamos de hablarnos y ya, no fue nadie importante.
Por dentro Soonyoung rogaba porque se creyera sus mentiras. Porque aunque le hirviera la sangre por la forma en la que se refería a su Hao y aunque quisiera meterle un puñetazo y sacarlo de su casa; mentir era la mejor opción.
Mingyu llevó su mano a un bolsillo y sacó de él un encendedor, empezó a jugar con él.
─Ni se te ocurra ponerte a fumar en mi habitación, por favor.
─Oh, tranquilo.
Seguidamente con una sonrisa arrogante acercó la llama a una esquina de la foto. Instintivamente Soonyoung se levantó de la cama lo más rápido que pudo. A Mingyu le debió parecer divertido, pues su sonrisa arrogante estaba a de vuelta al mismo tiempo que alzaba la fotografía que se estaba quemando finalmente por encima del alcance del mayor.
─¡¿Qué se supone que estás haciendo?! ¡Dame eso!
Y tal vez estaba siendo demasiado obvio, pero ya no estaba pensando, le dolía el corazón; se veía patético dando saltitos para alcanzarla.
─¿Chicos? ¿Está todo bien? ─Ambos se giraron hacia la puerta, la menor de los Kwon los observaba curiosa. Mingyu sopló la pequeña llama, dejando solo la mitad de lo que era.
─Claro princesa. ─Respondió su novio. ─Solo que tu hermano no lleva muy bien las bromas.
─Es un amargado, déjalo oppa, ven a hacerme caso. ─Hizo un puchero.
Mingyu asintió y se fue de la habitación, dejando a un Soonyoung que miraba fijamente una foto semidestruida con los ojos cristalizados. Dolía, últimamente todo le dolía a Hoshi.
Volvió a tumbarse en su cama y lloró desconsoladamente hasta volver a quedarse dormido con la foto en una de sus manos.
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Tiempo [svt, soonhao]
Fiksi Penggemar[Soonyoung ama a Minghao. Minghao ama a Soonyoung.] [Soonyoung tiene un pasado que lo atormenta. Minghao tiene un presente que lo atormenta.] •AU (Universo alternativo) •Lenguaje vulgar. •Acoso, drogas, violencia, sexo explícito... •Personajes [ho...