Al abrir los ojos me encontraba en un charco de agua sucia que cubría mis piernas, el lodo me cubría casi todo el pecho, mi cara al igual estaba llena de lodo , mi vista se tornaba nublada, un inmenso dolor de cabeza me acosaba, pero lo peor de todo no miraba a Alissa por ninguna parte, miraba en todas direcciones posibles pero ni un rastro de ella,
Seguía lloviendo y el sol se cubría lentamente bajo los árboles, necesitaba buscar a Alissa, no había comido pese a que pase una gran parte del día estuve inconsciente, Pegué un gran grito en invocación de Alissa, si estaba cerca me escucharía, el día se precipitaba con los minutos, no tenia con que hacer una fogata para alumbrar mi noche y que me brindara calor me sentía desdichado y agobiado la ausencia de Alissa, de mi pequeña mariposa, cada vez me afectaba más necesitaba encontrarla, intentaba subir a suelo plano pero lo resbaloso del barro lo impedía, y las piedras me causaban heridas superficiales, pero ninguna era mas dolorosa que la impotencia de saber donde se encontraba mi hermana, después de varios intentos logre subir, me sentía débil.
Pasé la noche sollozando en la oscuridad del bosque, acostado en la tierra que se encontraba debajo de un árbol, para que me protegiera de la lluvia, di un fuerte suspiro, después de unas largas horas desconsolado me quede dormido.
El sol pronto salió, mis padres ya tenían que haber avisado a la policía sobre nuestra ausencia, pero aun así tenía que encontrar a Alissa, recorrí varios kilometros de Everwood pero Alissa se rehusaba a aparecer, era como si nos encontráramos jugando a las escondidas.
Tuve que parar para buscar comida, estaba exhausto y si seguía así nunca la encontraría, me detuve a analizar varios arboles para ver si encontraba algunos frutos, afortunadamente encontré un árbol con ocho cerezas, después comencé a inspeccionar los arbustos de suerte pude encontrar dieciséis arándanos, no hubo necesidad de buscar un río para lavar los frutos ya que la lluvia de el día anterior los limpio, comencé a comerlos, se me calmo el hambre y de nuevo empecé a vagar en busca de mi hermana.
Me encontraba caminando cuando de pronto al llegar a un río encontré a un oso pardo cazando en el, necesitaba cruzar el río pero también alejarme de aquel oso, comencé a caminar lentamente hacía atrás, las hojas que pisaba hacían un sonido que me ponía de nervios, apenas me había alejado dos metros de el oso, cuando de pronto al pisar dos ramas estas se rompieron, liberando un sonido que llamó la atención del oso, al verme el oso gruño al sentirse amenazado, y comenzó a acercarse a mi, no sabía que hacer, después corrí los mas rápido que pude, el oso me perseguía con gran velocidad, de pronto el oso tiro un golpe que provoco que mi camisa se rompiera, pero por fortuna a mi no me hirió, el oso se enfureció aún más y no se daba por vencido seguía persiguiéndome, pero una lanza afilada salió en dirección este, a donde yo me encontraba, lastimando a oso, este se cayó y se golpeó en un árbol fuertemente, al parecer ese fue el fin de aquel animal, me acerque para comprobarlo, cuando lo hice unos hombres de estatura promedió, algunos con lanzas y otros con cuerdas en mano salieron rodeándome.
—No te acerques—, me dijeron
Ellos me habían salvado de aquella bestia, así que los obedecí, me alejé un metro de el oso, los hombres que tenían lanza, se dirigieron al oso para seguirlo apuñalando, hasta que quedara comprobado que estaba muerto.
Les agradecí a aquellos hombres por haberme salvado de un final terrible.
—No agradezcas tanto—, me dijo uno de ellos
—Que quieres decir—, le respondí temeroso
—Tu destino no le pertenecía a este animal—, —Le pertenece a nosotros—, esa fue su respuesta
—¿Qué?— pregunté con mas temor
Átenlo, mando el hombre, a lo que los demás obedecieron.
—No, suéltenme—, les decía mientras me movía para evitar que me llevaran
—Déjenme se los ruego—, les imploraba pero estos se abstuvieron a dejarme libre
Lloraba de terror mientras ellos me ataban, y me resistía a que llevara.
Cuándo lograron, atarme las mano y las pierna, un hombre fuerte me alzó, todos comenzaron dirigirse hacía donde estaba el río, pronto deduje que ellos no eran una tribu que vivía en el bosque, en este tenebroso bosque llamado Everwood, si no mas bien una secta, ya que hablaban un idioma común, y parecían civilizados, llevaban ropa de esta época, que tonto fui al haber hecho caso a aquel hombre que dirigía a los demás, ese maldito hombre aborrecible, por primera vez en mi vida comencé a sentir odió hacía una persona.
Pero no dejaría que me llevaran tan fácilmente, mientras este individuo me llevaba en su hombro me moví bruscamente, golpeándolo con los codos en la nuca, este hizo un gesto de dolor y me soltó cuando caí intente pararme, pero los demás se dieron cuenta, el hombre que me llevaba en su hombros se acerco a mi, y me comenzó a golpear, fui un idiota al haber tomado esa decisión, toda mi vida he sido un idiota, con la fuerza de sus golpes en cuestión de segundos quede inconsciente.
Dejándome a merced de ellos, así no causaría problema durante el camino.
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El Misterioso Bosque Everwood
Mistério / SuspenseDave junto con su hermana menor Alissa deciden adentrarse al bosque Everwood para un proyecto de la escuela de Alissa, pero pronto cae una tormenta abrazando al bosque con sus aguas. La expedición de Alissa se vuelve en una búsqueda para Dave despu...