Capitulo 4 "El Adios"

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Mientras estaba inconsciente capítulos de mi vida fueron dando giros en mi inconsciente causando una tormenta de sufrimiento y melancolía que caía sobre mi.
Los recuerdos eran cada vez mas claros y se presenciaban ante mi como si fueran una película, la historia de mi vida ante mis ojos por así decirlo, mi esperanza cada vez caía mas al vacío haciendo que me diera completamente por vencido en mi despreciable desdicha, dos recuerdos en particular que aún recuerdo con claridad.
En el primero se encontraba una pequeña vestida de Dorothy presentando una obra escolar de el segundo año de primaria al mismo tiempo su padre la grababa con una sonrisa se miraba orgulloso de ella, y yo me encontraba igualmente ahí, frente al escenario de lo que resultaba la obra que más aplausos recibió de mi parte, al terminar la obra la niña sonrío ante mi, después se inclinó dando una reverencia al publico y se apresuro a los vestidores al salir de estos me encontraba ahí esperando a mi hermana la pequeña que interpreto a Dorothy, la abrase muy fuerte y le dije, nunca te des por vencida.
En el segundo me encontraba en lo que parecía ser un parque, el viento sonaba a travez de las hojas de los árboles, el sol brillaba como nunca, los pájaros cantaban y los niños jugaban, y en el sendero una pequeña niña aprendía a andar en bicicleta aun recuerdo su sonrisa esa linda sonrisa que penetraba mi alma haciendo que me deleitara cuando la presenciaba, mi hermana gozaba de su aprendizaje. Así fue como aprendió a andar en bicicleta, fue cuando lo que le dije en la obra tuvo sentido para ella, todos los días ella salía a practicar en su bici para poder andar en ella, parecía un gran reto para Alissa pero ella nunca se dio por vencida y lo logro.
Unos melancólicas sonidos daban giros en mi mente después todo se torno en oscuridad y fue ahí en la faz de la oscuridad que recobre el sentido y comencé a abrir los ojos.
Al abrir los ojos una voz conocida me hablaba,
—Dave, Dave—
Y después me movió ligeramente, fue entonces que me levanté y fue un milagro ella estaba ahí, era ella mi hermana, pero teníamos un problema estábamos dentro de una jaula de metal y aquellos hombres estaban comiendo a unos 3 metros de nosotros.
—Alissa, como llegaste hasta aquí— pregunte con unas lagrimas recorriendo mis mejillas.
Después le toque su rostro con mis mano y la abracé,
—Perdóname— le menciona con un susurro
—No te preocupes Dave—, —Tu perdóname a mí— me dijo bajando la mirada.
Yo fui la que me aleje de ti cuando caímos quería conseguir ayuda, no supe que sería aún mas peligroso, todo es mi culpa yo fui la que hizo que nos adentráramos yo tengo toda la culpa de lo que esta pasando Dave.
—No, no es tu culpa— Yo nunca debí haberte hablado de esa forma, mierda yo soy el mayor y debí haberte protegido, y ahora estamos atrapado en la merced de estos enfermos.
—¿Qué querrán hacernos?— pregunte
—Créeme, Dave no querrás saber—
—A que te refieres—
En resumen aquellos enfermos eran una secta ocultista y hacían sacrificios humanos cada dos semanas para después comerse a los sacrificados en sus actos paganos.
No sabía que hacer nuestro tiempo estaba contado y no tenía idea de como salir de ahí de aquel horripilante lugar.
Pasaron los minutos, las horas, y los días.
Tres días después de mi llegada era momento de hacer un sacrificio el sol comenzó a perecer de nuestra vista dando la hora del juicio de uno de nosotros, nuestra tristeza comenzaba a reflejarse mutuamente, yo quería tomar el lugar de mi hermana no quería soportar el dolor de verla morir, al igual es algo egoísta si tomo su lugar ella soportara el dolor de perderme.
Los dos llorábamos bajo la luz de la luna, el frío viento y las hojas nos cubrían las lagrimas. Dio la medianoche y su grotesca ceremonia comenzó y sonido parecido al de un dilliridu dio comienzo, y dos hombres se acercaron a la jaula donde nos encontrábamos, uno abrió la puerta y el otro señalo a mi hermana, el que abrió la puerta agarró a Alissa de el brazo y yo sabía lo que significaba me acerque al hombre y lo comencé a golpear y a aventar bruscamente para evitar que se llevara a mi hermana pero nada funciono el me empujo, sacó a Alissa de la jaula y cerró la puerta.
Otros dos llegaron para mover la jaula hacía donde era la ceremonia, me colocaron frente a una gran fogata, mi hermana gritaba de horror y yo la escuchaba lo peor de todo es que no pude ayudarla mí impotencia de querer ayudarla hizo que agarrara los barrotes y comenzara a sacudirlos, ella aún gritaba y yo la miraba, miraba su cara llena de horror y sus ojos llenos de lagrimas, Alissa, Alissa yo gritaba desde la jaula y ella gritaba desde adelante Dave, Dave.
Los hombres se cubrieron con unas togas negras y colocaron a Alissa en una pila de rocas planas y la sujetaron de los pies y las manos otro hombre de toga roja y negra mostró una daga con su mano derecha, después la empuño con sus dos manos y bruscamente la clavó en el pecho de mi hermana ella pego un grito.
—No, Alissa— grite con voz cortada y llena de dolor y comencé a caer lentamente en la lamina inferior de la jaula y la golpeé con fuerza mi ira me estaba invadiendo, aquellos hombres le arrancaron la vida a mi hermana la privaron de ella y con que puto derecho maldita sea.
Los hijos de puta empezaron a bailar al rededor de la fogata y después se sentaron para oír a su maestro de ceremonias que menciono cinco palabras "Disfruten de la carne sacrificada", les acercaron unos cuencos de madera dentro de ellos estaba la carne descuartizada de mi hermana estos comenzaron a devorarla como bestias uno se acerco a mi y me dio uno de los cuencos.
—Ten tu comida, disfrútala— me dijo y comenzó a reír
—Maldito bastardo, te maldigo que sufras de una lenta y horripilante muerte maldito— le dije.
La ira me sacaba de mi riendas, después de unas horas todos se durmieron el pasto seco al rededor de la fogata me dio una idea aproveche que todo estaban durmiendo y mi sed de venganza tomo el control hallé la manera de salir de la jaula doblando dos barrotes que estaban oxidados para poder salir a travez de ellos, caminaba lentamente para no hacer ruidos llegue a la fogata que aún se encontraba encendida chute uno de los troncos hacia el pasto seco y este comenzó a incendiarse rápidamente , corrí rápidamente hacia un ligar seguro y miraba como el fuego cubrió a aquellos odiosos hombres el incendió comenzó a quemar a los bastardos y nunca sentí una satisfacción de venganza igual mi ira se iba apagando mientras el fuego quemaba a aquellas personas, gritaban de dolor y corrían para intentar apagar su cuerpo pero esto lo empeoraba, uno corrió hacía mi pidiendo ayuda, y yo simplemente me alejé de aquel lugar al fin esos idiotas habían obtenido una cucharada de su propia medicina camine unos metros y me quede dormido.
Al amanecer comencé a gritar auxilio y por suerte unos oficiales acudieron a ayudarme, eran unos de los que nos estaban buscando,
—¿Y tu hermana?— pregunto uno de ellos
Los lleve hacía aquel lugar y les conté todo en la comisaría mi padres estaban ahí escuchando todo y mi madre lloraba.
Bueno este es el adiós, mi vida nunca fue la misma dentro de mi era un miserable.
Como verán esta no es una historia que recuerde con felicidad y como esta hay muchas pero mi dolor no es igual a ninguno, Te veré pronto Alissa, espero y esta historia llegué a muchos rincones, Padres los amo.
Para cuando esta historia este en sus oídos o en su ojos yo ya estaré en reunión con mi hermana, mi pequeña MARIPOSA.

El Misterioso Bosque Everwood Donde viven las historias. Descúbrelo ahora