La lluvia de otoño habia caido hace dos dias atras, pero habia estado presente desde entonces una fria llovizna que golpeaba el suelo, como el dolor de cabeza que estaba sintiendo desde las cuatro de la tarde. Hoy vaya que habia sido un pesimo dia. Habia rendido algunos examenes y los habia aprobado, pero no me sentia feliz. Habia soportado a los ruidosamente molestos de mis compañeros de instituto. Habian hecho de las clases de idiomas un campo de guerra.
Pero ahora me encontraba caminando, en las casi ocho y trienta de la noche, mi bolso me pesaba en mis hombros y se me habia roto dos veces la bolsa con algunos pedidos de mis padres. En mi oido sonaba una cancion que me gustaba mucho, despues de un largo y agotador dia solia oirla, hacia brotar algunas lagrimas pero al final, me daba fuerzas para soportar todo lo sucedido en el dia y me levantaba el autoestima.
Pase por casa de mis padres y les deje las compras, ellos aun no volvian de una reunion de ex-alumnos, asi que pase por la casa como si de un fantasma se tratase. Retome mi camino hacia unas cuatro cuadras subiendo la calle. Alli se encontraba mi casa, desde hace tres años vivo alli y relamente soy muy feliz y estoy muy comoda en un lugar que puedo llamarlo mio.
Mis padres no tomaron de buena manera el hecho de que queria independizarme, pues en ese entonces habia conocido al que ahora es mi pareja, mis padres no lo aceptaron y por ello no hablo mucho con ellos. No lo aceptaron porque afirman que no me hara realmente feliz, eso y ademas porque no acepte casarme con el hijo de uno de los amigos de mi padre. Realmente es molesto.
Yoo Ki Hyun, como podria describirlo, es un muchacho realmente dulce y cariñoso, es muy guapo y hace que mi corazon palpite cuando estoy a su lado. Lo conoci en mi primer año en la facultad, desde entonces hemos estado juntos. Vivimos juntos desde ya cuatro años y es realmente muy agradable convivir con alguien como el... Resumiendo todo diria que Ki Hyun es, simplemente, Ki Hyun.
Mis ojos se empañaban con la llovizna que golpeaba mi rostro, pero aun asi pude distinguir la figura de Ki Hyun en el porton de la casa con un paraguas rojo en una de sus manos, aguardando el momento de verme llegar a casa. Y a juzgar por lo que apenas lograba ver, ya se habia percatado de mi llegada y venia corriendo hacia mi.
Me gustaba llegar a casa y sentirme reconfortada por uno de sus calidos abrazos y una de sus tiernas sonrisas. Ki Hyun tenia una hermosa sonrisa que me hacia recordar la foto de el a sus tres años que me habia enseñado su madre.
Sus brazos envolvieron mi cuerpo y el paraguas que traia en mano cayo al suelo, correspondi a su abrazo y estuvimos asi, bajo la llovizna, unos minutos. Aquello parecia una escena de alguna pelicula romantica de esas antiguas que a Ki Hyun y a mi tanto nos gustan.
—¡Cariño, te extrañe mucho!— dijo separandose de mi.
—¿En serio?, vaya yo no— respondi viendolo.
—Aish— argumento haciendo un pequeño puchero— ¿Tanto me quieres?— agrego.
—¿Quien te dijo que te quiero? Ya estas inventando cosas— comente y el pronto rio.
Volvio a abrazarme y acaricio mi cabello haciendo desaparecer las gotas de agua que habia dejado la llovizna.
—Te quiero mucho pequeña—dijo y suspiro—Sera mejor que entremos o pescaremos un resfriado—agrego con una sonrisa.
—Vamos, tengo que preparar la cena—dije y el sonrio.
Tomo su paraguas y ambos caminamos a casa, donde fuimos recibidos por las exquisitas fragancias de la vainilla y canela que danzaban juntas creando un ambiente muy reconfortante. Baje mi bolso y ambos nos quitamos los zapatos para colocarnos unas pantuflas, Ki Hyun habia quitado rapidamente un lado de mi pantufla dejandome con una de las de el. Asi que ambos teniamos una pantufla blanca y otra verde. Ki Hyun solia hacer esas cosas tiernas, porque el era muy tierno...
