Era el funeral de su padre había muerto en una operación que había terminado mal, era Teniente Coronel de Alember, estaba por firmarse el tratado de paz entre los países centrales pero el resultado fue el inicio de una guerra.
Enterrarían a su padre con honores, había llegado alto, luchaba por la unión de los países y la prosperidad de sus habitantes.Rayco había llorado sin parar desde que la noticia llego a casa, Lilian su hermana mayor había intentado consolarlo mientras su madre Margary había permanecido en silencio, no sonaba su llanto solo se veían las lágrimas caer por sus mejillas hasta el suelo, la única ausente sin conocimiento del suceso era Argelia.
Era viernes por la tarde el frio hacia que las lágrimas del suelo de Rayco y Margary se comenzaran a cristalizar, faltaban dos horas para la llegada de Argelia y por más que Lilian intentara hacerse la fuerte sabía que cuando llegará sería imposible apaciguar el llanto de su familia.
Comenzó a oscurecer, los copos de nieve descendían poco a poco y la puerta se abrió, la casa se escuchaba en silencio, un silencio penetrador con un ambiente de tristeza Argelia entro a la casa llamando a Lilian, esta apareció con Rayco en brazos este se acababa de dormir, a pesar de eso su rostro reflejaba tristeza y sus pequeños ojos cerrados estaban hinchados, rojos y algo húmedos.
Lilian miro a con una mirada triste, cansada y con unas cuantas lágrimas en los ojos, escucho la noticia, no sabía cómo reaccionar, debía ser una broma pero por la expresión de su hermana sabía que no era así, ella cayó de rodillas y comenzó a llorar ¿Cómo había sucedido algo así? Su padre era la persona más amable que ella conocía siempre tenía una sonrisa en el rostro y todos lo amaban. Cuando logró levantarse se fue ignorando todo entró a su habitación y sin ver el cielo por su balcón se tiro sobre su cama y lloro toda la noche, fue la noche más triste que había pasado.Al día siguiente fue el entierro, familiares y amigos asistieron así como algunos miembros militares, sin embargo estos últimos fueron minoría pues el inicio de una guerra había preocupado a los militares dirigentes del Alember.
Después del entierro, su madre los llevo a casa, Argelia había permanecido en silencio todo el tiempo, sus lágrimas se acabaron el día anterior y su corazón se sentía quebrado, Lilian tenia abrazado a Rayco en el asiento trasero, después de llorar tanto se había quedado dormido, al llegar a casa su madre subió a su cuarto y solo se escuchaban sus sollozos del otro lado de la puerta, Lilian llevo abrazado a Rayco hasta su habitación, el solo tenía 6 años no soporto ver a su padre dentro del ataúd y ver cómo era enterrado bajo tierra, Lilian también se fue a su cuarto mientras que Argelia se quedó en la sala, acerco un poco de leña y encendió la chimenea, fue a la biblioteca y tomo el libro favorito que su padre le leía una y otra vez todas la noches un pequeño cuento narrativo sobre las estrellas, lo abrió y comenzó a leer mientras sus lágrimas bajaban por sus mejillas hasta caer sobre el libro, la noche era fría a comparación con otras noches, Argelia no quiso ver el cielo, los copos de nieve caían por el balcón, ella simplemente tomo una cobija y abrazando su libro se quedó profundamente dormida, no tenía espacio en su cabeza para pensar acerca del futuro de su país, de la guerra que acababa de empezar.
Pero ese día, el día que no vio el cielo, las estrellas brillaban mucho más que otras noches, ese día ella tenía que ver el cielo para poder estar preparada para lo que cambiaría el mundo y de muchos otros.
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La caída de las estrellas
FantasiLa guerra desencadenada sobre Alember y los países aldeños a este no es el mayor problema, con la muerte de su padre, Argelia deja de poner atención en el cielo, las estrellas han empezado a actuar extraño, su padre siempre le enseñó que debía tener...