Capítulo 5

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Cierta mañana, a pesar del riesgo que conllevaba reunirse en secreto a espaldas de Stiles para hablar de Stiles, tuvieron que hacerlo. Incluso si en algún momento eran descubiertos y Stiles se enfadada y se quejaba con ellos porque pensaba que lo estaban abandonando tenían que reunirse. Tuvieron que armar algunas coartadas y varias excusas para no levantar sospechas innecesarias y apresurarse a ir al punto de encuentro. No fue si no hasta que estuvieron reunidos y a salvo fuera del rango del castaño que Lydia llamó la atención de los demás y dijo lo que pensaba.

-¿Podrías repetirlo Lydia?-preguntó Scott con una extraña sensación-creo que te he escuchado mal

-no me has escuchado mal, dije que me parece que los comportamientos de Stiles estan a la par de los síntomas que tienen las mujeres durante el embarazo-dijo nuevamente con calma, esperaba que pudiera asimilarlo con cuidado

-pero Stiles no es una mujer-dijo Liam

-el no puede embarazarse-agregó Malia para después decir con duda-¿Cierto?

-no-negó rápidamente Scott-los chicos no pueden tener hijos como las mujeres y mi hermano definitivamente es un chico, así que no puede ser. Debe ser otra cosa, podemos buscar sobre otras cosas.

-si podemos pero no hay que descartar la posibilidad, ¿Que tal sí realmente puede?

-no creo

-¿Y si el hechizo tiene que ver con todo esto?-preguntó Allison-¿Podría ser capaz de causar algo así?

Todos los ojos se posaron rápidamente sobre la chica, Scott la miraba como si hubiera perdido la cabeza mientras que el resto pensaba que podía tener sentido. La magia podía lograr cosas increíbles y después de todo lo que habían vivido, ¿Que no podía pasar?.

Además estaban en Beacon Hills, habían visto cosas que no habrían imaginado pasar delante de sus ojos, después de pensarlo por un momento las posibilidades de que fuera real no eran bajas. ¿Pero que podían hacer al respecto si terminara siendo real? Tenian que buscar la forma de confirmarlo y lo que era más difícil, debían averiguar en una forma de decirle a Stiles sin alterar sus emociones.

Esta vez realmente esperaban que no volviera a pasar lo mismo que la última, no sabrían que hacer si volviera a suceder. De solo pensarlo los hacia reacios a intentarlo, ver a Stiles llorar diciendo que eran los peores amigos de la historia para después decirles que los quería y que no sabría que hacer sin ellos fue un momento único. La velocidad en las que sus emociones cambiaban de una a otra no les daba tiempo a actuar a tiempo y solo podían consolarlo. Aunque debían decir que sus maniobras para manejar a las personas emocionalmente sensibles estaban mejorando. Algo bueno salía de todo esto después de todo.

A partir del día de la reunión estuvieron investigando arduamente, buscando respuestas a las incógnitas que se habían generado pero al mismo tiempo que estaban leyendo se crearon más dudas de las que podían resolver. Incluso pensaron que debian ir a visitar a Deaton para que les dejara buscar lo que fuera en alguno de sus libros, así de importante se lo habían tomado. Un día mientras nadie prestaba atención sucedió lo inevitable y ya era tarde para hacer algo al respecto.

Stiles, que los vio tan ocupados con cosas de las que no tenía conocimiento, los investigó con disimulo y terminó enterandose de su pequeña reunión secreta. Desde que se enteró que habían hecho cosas a sus espaldas ignorandolo y dejándolo de lado decidió que si ellos podían hacerlo él podía hacerlo también por lo que los ignoró por tres días enteros hasta que decidió que ya era suficiente y terminó por darles la cara invitandoles a su casa. Obedientemente, la manada fue a su hogar esperando que el tiempo que había pasado hubiera sido suficiente para calmarlo pero nunca imaginaron que por lo que Stiles estaba enojado no fuera lo que ellos habían estado pensando.

Stiles no les dijo nada hasta que todos estuvieran reunidos en su sala sentados cómodamente, una vez que la habitación quedó en completo silencio comenzó a decirles de una manera enérgica cómo eran las cosas realmente.

-no creí que tuviera que decirselos de esta manera, pensé que era claro que ahora habría un nuevo integrante en la manada, no hay razón para su comportamiento-les dijo para luego apuntar con el dedo a Scott-y si sigues mirándome de esa manera McCall no te dejaré ser su padrino

Scott aún no podía creer lo que había escuchado, no sólo porque le parecía imposible de creer sino porque su mejor amigo le aseguraba que estaba esperando un bebé. Comenzó a cuestionar las cosas, a hacerse preguntas una tras otra y ninguna tenía sentido o coherencia alguna para él. ¿Realmente Stiles podía estar esperando un hijo?

-genial, ya perdimos a Scott-se quejó el castaño, debió saber que mucha información de golpe quemaria sus circuitos. Ni siquiera había decidido el nombre de su primogénito y este ya se había quedado sin un tío.

Pobre hijo suyo.

Lydia, que tampoco podía creer lo que habia escuchado, decidió hacer una pregunta manteniendo tanto tacto como le fuera posible.

-Stiles, ¿Porqué crees que estas embarazado?

-porque estoy esperando un hijo-dijo como si fuera lo más obvio

-bien, entiendo-dijo despacio para seguir preguntando con la esperanza de que notara las algunas y entendiera que no era algo real-entonces podrías decirme, ¿Quién es el padre de tu hijo?

Stiles contestó muy decidido-yo, por supuesto. ¿Quién más si no?

La pelirroja entrecerro los ojos por un pequeñísimo momento e intentó de nuevo. No iba a rendirse tan fácilmente.

-no estoy hablando de ti Stiles, ya se que tu eres uno de los padres del bebé, yo me refiero al otro padre, ya sabes como funcionan estas cosas, la abeja y la flor...

-no se que intentes decir con eso Lydia pero estoy diciendote ahora que el unico padre de mi hijo o hija soy yo-contestó con absoluta confianza

-Stiles-

-no-negó mientras se levantaba de su asiento-voy a decirlo una vez más antes de que comience a molestarme de verdad, el padre de mi bebé soy yo. Cualquier comentario negativo sobre el asunto no es bienvenido, así que o están felices por mi o ya saben por donde esta la puerta.

Sin querer contradecirlo Lydia dejó de hablar y el resto se miró entre sí y decidieron que lo mejor era dejar de insistir con el tema. Si Stiles decía que era el padre lo crearían, si Stiles les decía que no había nadie más que él para que ese niño fuera creado entonces le creerian, no importaba si no tenía sentido.

Nadie me lleva la contraria, chuchos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora