Capítulo 5

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Eso estaba mal.

Muy mal.

Increíblemente mal.

Midoriya tarareaba una melodía mientras iba de acá para allá en su habitación, ordenando sus figuras de All Might o su ropa fuera de lugar. Después de haber recibido su mensaje, él recuperó su buen ánimo y bonita sonrisa.

Por otro lado, Todoroki sentía que le desconectaron brutalmente el cerebro.

No sabía qué pensar, la confesión de Midoriya se escuchaba todavía fresca en su mente, la oyó hacia unas cuantas horas, pero estaba seguro que no podría olvidarla nunca. Midoriya Izuku estaba enamorado de él, de él, por Dios.

De todas las personas maravillosas, carismáticas y buenas del universo, Midoriya se enamoró de él. ¿Qué no sabía que podía enamorarse de alguien mucho mejor? Alguien cuya primera conversación no sea una declaración de guerra, sino, una charla normal y amena, alguien amable y agradable que le hiciera sentir bien.

Pero no, Midoriya le daba una patada a todas sus creencias y nuevamente ponía a su mundo de cabeza.

Era increíble que ese chico que tarareaba suavemente, vestido con un pantalón de pijama con caras de All Might, le hiciera sentir descolocado, abrumado. Y también un poco incómodo, porque Midoriya se llevó su camisa y aun la tenía puesta. A Midoriya no le importaba en lo absoluto lo holgada que era y que las mangas le quedaban largas.

Si volvía a la normalidad.... ¿cómo le pedía devuelta la camisa? Era una de sus favoritas y el pecoso la había confiscado.

No, mejor dicho. ¿Cómo le explicaba que robó su primer beso y escuchó su declaración?

Y más importante...

¿Cómo le explicaba... que no podía corresponderle?

Ese pensamiento le hacía sentir algo amargo en su interior. No quería ser el causante de la tristeza de Midoriya, lo que más quería era protegerle y ayudarle, no romper su corazón. Las chicas que rechazó casi siempre lloraban o ponían muecas de tristeza y eso era algo que no quería para Midoriya, él solo merecía felicidad.

¿Qué pensaba Midoriya al respecto de esos sentimientos? ¿Tenía esperanza de una relación? ¿Qué tanto había pensado en él? ¿Estaba seguro de tener esos sentimientos? ¿No se retractaba?

Las preguntas no paraban y aparte de confundir a Todoroki, le hacían sentir un poco de vergüenza.

No sabía porque.

Podría ser porque era la primera vez que, una persona tan maravillosa e importante en su vida, guardaba ese tipo de sentimientos por él.

El golpeteó suave en la puerta le hizo salir de sus pensamientos. Inmediatamente vio como Midoriya cerraba la puerta de su armario y se dirigía a abrir.

—Qué suerte, aún estás despierto. —Esa era la voz de Uraraka—. ¿Ahora te sientes mejor?

—Ah, sí...

Todoroki no podía verlo, pero sabía que Midoriya le sonrió.

Eran muy unidos, esos dos.

Escuchó que se conocieron antes del examen de admisión, el mismo en el que estuvo Iida. Esa podría ser la razón por la cual se hicieron amigos rápidamente.

—¿Te comiste todo en la cena? —Uraraka tomó asiento en la cama de Midoriya—. ¡Debes decirme que sí, Deku-kun!

—¡S-Sí lo hice!

—Más te vale. —Uraraka le extendió un paquete muy colorido repleto de caramelos—. T-Te los traje para que recuperaras el azúcar.

Todoroki notó ese pequeño tartamudeo en la chica, algunas veces le oía hacerlo, no obstante, por alguna razón le hizo sentir extraño.

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