II

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Minseok reprimió su deseo y se alejó rápidamente del alto de cabellos rojos, quien no tardo en seguir sus pasos hacia la habitación. Se detuvo en seco a unos centímetros de la cama y sonrió de lado, a la vez que comenzó a desabrochar los botones de su camisa. -Aquí no podrás destrozar mis obras, Yeolie.

Oh, estaba usando ese nombre, aquel que solo ocupaba en ocasiones especiales, ocasiones como el sexo. -Ahh -Gruño. -Minseok...

Minseok termino con su tormentosa y lenta manera de quitar la tela que cubría su torso, lanzándola a un lado, Chanyeol no tardó ni un segundo para tomarlo de los muslos y levantarlo, posicionándolo en sus caderas. Lo arrojó brutalmente hacia la pared en donde comenzó un salvaje camino de besos desde el lóbulo de la delicada oreja del menor, bajando por su cuello, marcando cada trozo de piel.

-¡Aah! ¡Ah, Yeolie! -Minseok sintió la fricción de ambas entrepiernas apretadas, generando sonoros gemidos que cautivaban de sobremanera al de orejas grandes. -No m-marques Yeolie, tengo... tengo la presentación en pocos días.

-Mmh...Diablos. -Se detuvo, posicionando su cabeza sobre el hombro del pelinegro, suspirando unas cuantas veces, intentando calmar ese lado salvaje que le surgía de solo pensar en hacerle el amor a su hombre. -Perdóname, olvide eso.

Acomodó al hombre, que seguía sujetando sus piernas a las caderas del pelirojo y camino lentamente rumbo a la cama mientras besaba de manera sutil sus clavículas. -Te amo. -Sin esperar respuesta arrojó con cuidado a su pareja sobre la cama y se posiciono sobre él. -Te amo tanto Minseok, si no te tuviera en mi vida yo-

Fue Minseok quien no le dejo terminar y atrapó sus labios en un profundo beso, porque no hacían falta las palabras en esos momentos de intimidad. Con el roce de sus cuerpos y los gemidos llenos de deseo que invadían el ambiente del lugar era más que suficiente, porque Minseok sabía que la forma en la que las grandes manos de Chanyeol recorrían su cuerpo y el cómo le tomaba del pelo, enredando sus largos dedos por cada tramo de la cabellera sudada del pelinegro, era con amor.

Y cuando él susurraba su nombre en una de sus grandes orejas acompañado de bellas palabras como "Yeolie, eres tan lindo" , "Quisiera permanecer así, a tu lado, por siempre" , sentía que se derretiría como chocolate en verano.

Amar a Minseok era lo mejor que le había ocurrido en la vida.

🌒🌓🌔🌕

Minseok abrió los ojos al sentir la luz de la luna que se filtraba a través de las ventanas chocar contra su rostro. Miró el despertador a su lado y marcaba pasada las diez de la noche.

Su trasero dolía luego de que el alto se diera el lujo de llegar al orgasmo tres veces, así que se levantó con cuidado, tomó la bata que siempre se encontraba sobre el mueble al lado de la cama y cubrió su cuerpo desnudo. Se estremeció al sentir el líquido recorrer sus piernas, cayendo lentamente.

-No sabes cuánto me excita ver eso.

Minseok se volteó, asustado. Se preguntó ¿En que maldito momento despertó? -Ni se te ocurra Park Chanyeol ¿Acaso quieres destrozarme?

-¡Ahh que bella imagen! -Se burló. Abrazó a la almohada y cerró los ojos dispuesto a seguir con su placido sueño.

-Iré a darme un baño, te espero en la bañera. No tardes, amor.

-No quiero, no aún, vuelve aquí conmigo.

-Debes volver a tu hogar, Yeol.

Minseok apenas y pudo terminar de pronunciar sus palabras, pues el pelirojo atacó en un milisegundo. -Tú eres mi hogar.

-Lo sé, pero debes volver a tú realidad y yo a la mía. Si sabes que mis cuadros no se pintan solos ¿No?

Minseok no quería sonar duro, Chanyeol lo sabía, solo que a veces su ironía le hacía daño.

🌈🌈🌈

Pasó sus últimos minutos en casa, bebiendo las ultimas gotas de café, aquel delicioso café que le preparaba Minseok, mientras que este yacía sentado en el suelo boceteando sobre la tela, otra vez manchado y todo despeinado a pesar de que acababa de darse un baño, pues cuando su inspiración se iba, revoloteaba su cabello con sus manos manchadas de pintura seca, dejando pequeños residuos.

Minseok era un hombre lleno de colores, tal cual un arcoíris.

Un arcoíris en la vida de Chanyeol.

Pero los arco iris no duran todo el día, y en algún momento deben desaparecer, para dar paso a la vida normal y monótona de aquel que se detuvo a observarlo por unos momentos.

Cogió el abrigo que permaneció todo el día en el sofá y suspiro. -Volveré en unas horas ¿Sí?

-Claro, amor. -Minseok le regalo una de sus sonrisas tranquilizadoras, pues sabía que para Chanyeol el peor momento del día era irse de su lado. -Estaré esperando.

🌃🌃🌉


Condujo lentamente hacia su casa en dirección contraria al departamento de Minseok, no había tráfico en absoluto, es solo que le gustaba pensar durante el trayecto a "su hogar". Terminó por estacionar su auto en el jardín delantero y luego de buscar las llaves en su maletín por más de quince minutos, entro, exhausto, y es que tanto sexo le terminaría pasando la cuenta.

-¿Chan? ¡Te estaba esperando! -Corrió hacia el alto y quitó el maletín de sus manos, luego le ayudó a quitarse el abrigo. -Te preparé la cena, supuse que tendrías hambre, últimamente trabajas hasta más tarde.

-No era necesario, Baekhyun. Puedes ir a descansar.

-Si lo era, es mi deber. Después de todo soy tu esposo ¿No? -Alzó sus pies, recargándose en la puntilla de estos y entrelazó sus brazos al cuello del alto para besarlo.

Lentamente, alejo sus secos labios de los ajenos. -No tengo apetito, compartí unas copas con Junmyeon y como siempre, pedimos sushi. Lamento la tardanza. ¿Podemos irnos a la cama? Estoy agotado.

-Claro Chan.

Baekhyun era siempre el primero en dormirse y eso le daba la posibilidad de relajarse y voltearse en la cama todas las veces que fuese necesario mientras pensaba en que diablos hacía con su vida.

Por que Chanyeol era un hombre casado, sin embargo, nunca a amado a ese hombre con el que comparte la cama, le conoce, sí, y le aprecia como un buen amigo, una grata compañía, pero nada más. Baekhyun es un hombre bueno, aun cuando una noche llegó ebrio buscando las caricias de su esposo y Chanyeol se encontró con la esencia de otro hombre sobre él, no lo culpa. A pesar de que ha intentado decirle la verdad muchas veces, termina callando y aunque sabe que mentir es lo peor, es la única manera de no lastimar a el menor.

Maldito egoísta, se dice cada día antes de dormir.

De lo único que esta seguro en su vida es que ama a Minseok, como jamás amo a algo o alguien y Minseok le amaba a él pese a que no podía ofrecerle más que su amor y la indigna posición de amante.





Into you | Xiuyeol | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora