IV (Extra)

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La primera vez que Minseok había sido golpeado no fue exactamente por una de crisis que atravesaba Jongdae cuando se metía ese polvo blanco por la nariz.

Aunque si había sido la que más había dolido.

Él podía recordar con facilidad las incontables veces que acudía a urgencias por fracturas en muchas partes de su cuerpo. Su madre siempre lo regañaba. También culpaba a Junmyeon por no ser un buen hermano.

Pero nada de eso se comparaba al dolor del golpe de quien tú amas. La primera vez Jongdae no tenía escusas. Él no estaba drogado. Minseok pensó seriamente en salir corriendo. Huir. Huir como todo ser humano lo haría.

Pero se quedó, para salvarlo, aun si eso comenzaba a marchitarlo poco a poco.





-Jongdae ¿Para qué me llamaste aquí? Tengo muchos proyectos que terminar.

-Diablos, Min. -Dijo él viendo fijo el rostro de su pareja. -Lo siento. Lo siento en serio. Estoy aquí para disculparme. No sé qué me ocurrió.

-Lo sabes. Estabas celoso del chico de recepción y me golpeaste. ¿Ves aquí? -Acarició su mejilla levemente inflamada. -Duele Jongdae.

-Lo sien...

-Pero más me duele aquí. -Y su mano viajó a su pecho. -Duele como quemarse un milenio en el infierno.

-Minseok... estás exagerando. Tú y tu alma de poeta.

Minseok alzó los hombros despreocupado. Él no iba a humillarse aún más relatando el desastre que era su cabeza y su corazón en esos momentos porque sabía que Jongdae no lo apreciaría.

-Acepto tus disculpas. Solo promete que no ocurrirá otra vez.

-No volveré a lastimarte de esa manera. Lo juro.





Junmyeon ajustó su corbata y miró el resultado en el espejo. Arrugo su entrecejo. Yifan tenía razón cuando le comento lo mala idea que sería mezclar una camisa azul junto a una corbata naranja.

-Pero no te gusta escucharlo Junmyeon... -Se dijo a sí mismo. -Ahora se reirá de mí toda la cena.

Era la víspera de navidad. Habían acordado compartir todos juntos como familia en su nueva casa. La habían recibido hace un par de días y Yifan aún no se había mudado junto a él porque estaba ocupado con el trabajo.

Suspiró. Él se quedó unos segundos con su mano extendida, apreciando el anillo de compromiso que lo acompañaba desde sus últimos días en la universidad.

Terminó sonriendo frente al espejo. Wu Yifan lo amaba aun con su mal estilo.

-¡Mamá, Papá, Minseok! -Junmyeon recibió encantado a su familia. Abrazó a cada uno, más a su hermano.

Wu Yifan no tardó en llegar junto a sus padres y su pequeña hermana. Él llevaba su melena de un rubio ceniza que le hacía ver aún más pálido. Con un traje completamente negro que relucía, dándole aires de pertenecer a la clase alta.

Eso era algo particularmente cierto. Además, era la razón por la que Kim Junmyeon había sido comprometido a temprana edad.

Minseok había protestado por días, semanas, meses y años. Hasta que se dio cuenta que el par de jóvenes se había enamorado.

Ahora Wu Yifan era la gran bendición de su hermano.

-¿Minseok...?

Minseok sacudió la cabeza llamándose mentalmente de vuelta a la realidad. -¿Que decías?

Into you | Xiuyeol | ChanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora