3. Date Night

76 4 0
                                    

-Maldito Hoseok, siempre pidiéndome favores, algún día me los pagará-susurró Suga mientras entraba en el estudio de baile.

Su amigo le había pedido que le viniera a buscar en moto, ya que su coche estaba en el taller. Suga esperaba que ya hubiera terminado su rutina de baile o lo que sea, no le apetecía demasiado estar fuera de casa últimamente.

Caminó por el largo pasillo del establecimiento y maldijo en mil idiomas al ver tantas puertas. ¿En qué sala ensayaba J-Hope? A Suga se sonaba la 13, así que entró sin pedir permiso.

El pelinegro entendió de qué le sonaba aquel número, Park Jimin hacía su rutina de baile ahí. Porque puede que Suga no hubiera parado de pensar en ese chico desde la fiesta, que fue ya hace semanas. Y, tal vez, le observaba mucho. Había notado algunos hábitos...diferentes en Jimin.

El menor estaba tan concentrado en mover su cuerpo que ni se dio cuenta de la presencia del otro. Bailaba con los ojos cerrados, más bien volaba. Se deslizaba como una mota de polvo, delicado y ligero. Llevaba ropa de calle, nada adecuado para bailar. ¿Ha venido aquí de manera improvisada?, pensó Suga. Eso sí, llevaba una camiseta de tirantes y unos pantalones cortos, algo muy inusual en él.

Mientras, el mayor no podía apartar su mirada. Debería irse a encontrar a su amigo, que era su principal objetivo, pero no creía que le hiciera mal a nadie quedarse un poco ahí.

La canción terminó y Jimin se cayó al suelo, literalmente, se derrumbó. Las piernas no aguantaban más. Se intentó levantar con dificultad y se miró al espejo.

Suga pudo ver la rabia con la que se miraba a sí mismo, el desprecio, el asco

¿Por qué?, quería preguntarle. El pelinegro no entendía mucho de baile, pero aquello había sido precioso. Había realizado los movimientos de manera precisa y encantadora. 

Quizás era hora de salir de la oscuridad y hacer que se note su presencia, eso era demasiado de acosador. Sentía que había visto algo que no debía. Y que unía muchos cabos de sus teorías sobre Park Jimin, las que había desarrollado durante estos días.

-Park.

Jimin le miró a través del espejo y hubo un cambio en sus ojos: miedo. Se giró y se acercó rápidamente hacia su acompañante.

-Nadie te ha dado permiso para ver mis ensayos.

Suga notó cómo los brazos del menor temblaban. ¿Se pensaba que le iba a hacer algo? ¿A estas alturas? ¿Después de haberle salvado el culo un par de veces?

-Estaba buscando la sala de J-Hope.

-¿Cuánto tiempo llevas viéndome?

-Suficiente.

-¿Suficiente para qué?

-Estás muy tenso, joder, relájate. Te he visto bailar-Suga quiso hacer una prueba a favor de sus observaciones- lo haces muy bien.

-Si vas a meterte conmigo, vete.

Park Jimin no se creía ni una palabra. Claro, el mismísimo Agust D te va a venir y decir piropos. A ti, justo a ti,  le recordaba su consciencia.

-¿Me he perdido algo? ¿Desde cuándo mandas tú, niño?

Aquí estaba el Suga que Jimin esperaba.

-Crees que no lo has hecho bien.

-A ti no te importa eso.

-Era una afirmación, Park, un hecho.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 17, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

First Love; yoonmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora