Cuando estas nervioso...
Estaba con el chico más lindo de todos: Adam.
—Adam —lo mire y el rodó los ojos.
—No me digas Adam –dijo mientras fruncía levemente el ceño.
Reí, se veía muy tierno.
—Bueno, mío.
—¡M-Menos! Yo soy Jim –me dio la espalda.
—Anda, sólo es broma.
— Pues tus bromas son tontas.
Sonreí y lo abracé por la espalda, pude notar como comenzaba a ruborizarse. —¿A sí?
—S-Sí.
—¿Sabes? Cuando te pones nervioso tartamudeas y te pones rojo, y aveces te das media vuelta para que no lo noten.
Él se dio la vuelta, tenía un leve brillo en sus ojos y una sonrisa bobalicona.
—¿De verdad te has fijado en eso?
—Sí, me he fijado en eso.
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Lo que sé de ti.
Romance¿No les pasa que están pérdidamente enamorados de alguien que te aprendiste de memoria todos sus caprichos, gustos y manías? Patrick lo hizo. Él memorizó todo acerca de su bebé.