Telling my boyfriend I'm... gay? (girlxgirl)

6.

No estaba segura de si Bianca se quedaría en su cuarto, pero aun así, fui a recoger las cosas que me había pedido. Recorrí los pasillos en alerta, tensa. No iba a encontrar al hombre que había agredido a Bianca, pero tenía una sensación de que había peligro imninente. La puerta de la habitación 222 estaba destrozada. El contenido de la habitación, patas arriba.

A pesar de su estado, pude sacar de la habitación un portátil, el móvil de Bianca y su iPod, con sus respectivos cargadores. Cogí toda la ropa que pude meter en la bolsa de deporte que encontré en el armario, incluyendo ropa interior y calcetines, y me fui. Es interesante la cantidad de ropa interior de encaje que tiene. Me sorprendo pensando en cómo le quedará. Sacudo la cabeza para olvidar lo que estaba pensando y vuelvo a la habitación con el corazón en un puño.

Abro la puerta y no veo a Bianca. Empiezo a sentir el pánico en mi pecho.

-¿Bianca?- pregunto casi gritando.

-¿Qué?- dice asustada mientras sale del cuarto de baño.

Suelto todo el aire que sin querer estaba conteniendo.

-¿Sabes el susto que me has dado?- le digo ya más calmada. -Creía que te habías ido.

Ella no dice nada. Aún temblorosa, le doy la bolsa. 

-Voy a hacerte hueco en un par de cajones. Ve sacando las cosas, las he metido a la fuerza. 

Conforme he terminado de sacar cosas, la veo esparciendo su ropa por mi cama de mala gana. Aún no se ha dado cuenta de que la estoy mirando, todo su cuerpo me indica que está mal. Como para no estarlo, sinceramente. Creo que ese chico ha estado manipulando a Bianca, tiene una personalidad tan frágil... Pero por algún motivo, no me inspira pena. Me parece una chica fuerte, pero anulada. Me dan ganas de conocerla a fondo, de saber sobre su cosmos interior, por muy Tumblr que suene. Cuando levanta sus grandes ojos de lo que estaba haciendo, los clava en los míos. Se sonroja y empieza a colocar ordenadamente todas las cosas que le he traído. Cuando llega a la parte de bragas de encaje, mira hacia abajo. No vuelve a hacer contacto visual conmigo hasta que no acaba, y está roja como un tomate. 

-¿Te falta algo?

-No, creo que no.

Tocan a la puerta. 

-¿Quién es?

-Pues tu mejor amiga, ¡aunque ya no lo parece! ¿Puedo pasar?

-Mmm...-miro a Bianca, que me devuelve la mirada con intensidad. "Por favor, no", leo en sus labios.-No, Helen, pero salgo yo un momento.

Cojo la llave y salgo de la habitación haciendo el menor ruido posible. 

-Porfa, Helen, lo siento, pero no puedes pasar. ¿Has visto la 222?

-Sí, de eso venía a hablarte. Dicen que Bianca estaba follándose a ese tío de 25 años que está bueníiiiiismo, pero que ella le ha puesto los cuernos y él la ha pillado y se los estaba poniendo ¡¡¡con una chica!!!

-Helen, para el carro. Estás hablando sin saber y esparciendo un rumor que no es verdad. La chica esa soy... yo. Bianca está en la habitación, mi habitación. Cállate porque nadie lo puede saber.

-Pero, ¡estás con Ángel!

-DIOS, ÁNGEL.

Vuelvo a entrar y cojo mi móvil. Dos llamadas perdidas de hace 20 minutos. Le llamo.

-¿Dónde estáis?

-Ángel, no puedo explicarte ahora, no podemos ir... lo siento muchísimo. ¿Nos vemos mañana?