Prueba que me amas.

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-PDV de Cameron-

Estaba recostado en el pasto viendo la luna, a veces me preguntaba por qué la gente admiraba las estrellas, a mis ojos la más bella siempre sería la luna.

Elisa dormía pacíficamente sobre mi pecho mientras yo la abrazaba por la cintura, Jules dormía dentro del auto ya que consideraba que estaba muy frío, habíamos decidido acampar en el lago ya que todos estábamos muy pasados de vino como para manejar.

Para nuestra suerte no hacía tanto frío y yo traía unas cuantas mantas en el porta equipaje, me acurruqué más cerca de Elisa y sonreí como estúpido, todo estaba bien ahora, su padre no había dado señales de vida, Jules parecía haberla aceptado y había aceptado ser mi novia.

Tenía muchos planes para demostrarle que estaba equivocada respecto al amor, yo la amaba, la primera faceta de mi plan empezaba mañana por la mañana, así que me escabullí con cuidado de no despertarla y comencé a trabajar.

-PDV de Elisa-

-Batmaster, despierta, ya nos vamos.

Me desperté poco a poco para encontrar a Nash sacudiéndome con cuidado.

-No seas payaso y déjame dormir Nash -le contesté mientras me giraba para seguir durmiendo.

-Uhh Batmaster esta aprendiendo, ya es definitivamente uno de nosotros, me siento orgulloso. -escuché decir a Zack mientras caminaba hacia mí.

-Lamento arruinarte el sueño de belleza princesa pero le prometí a Cameron que te despertaría antes de irnos.

Noté su mano sacudirme suavemente, esta vez me incorporé rápidamente.

-¿Dónde está Cameron?

-Digamos que se quedó preparando una sorpresa para ti, nosotros nos iremos ahora, pero tu te tienes que quedar y descifrar todo en espectáculo de Cameron.

Después de esto, .los chicos se despidieron y decidí que no quería alejarme de Cameron, y para eso, necesitaba acercarme a Jules así que me acerqué a ella y la invité al cine con migo y mis amigas mañana por la tarde, cuando ella aceptó me dispuse a recoger mi improvisada cama, luego miré a mi alrededor para buscar alguna señal de Cameron, encontré un pequeño sendero hecho de ramas, lo seguí curiosa hasta que me topé con una pequeña nota.

A veces las cosas pequeñas son las que guardan más recuerdos.

C.

Recordé la vez que le dije aquello, estaba recogiendo rocas a la orilla del río, la primera vez que nos besamos, bueno, mutuamente, parecía que habían pasado años desde aquella vez junto al río, así que supuse, tenía que encontrar uno.

Caminé unos minutos hasta que escuché agua corriendo a lo lejos, me puse a correr en dirección al ruido, cuando llegué al río oculto por la vegetación del bosque había unas cuantas rocas puestas en forma de flecha señalando una dirección, seguí caminando siguiendo las instrucciones de cada una de las nuevas flechas que encontraba en el camino, de pronto una pequeña estructura se alzó ante mí, era una pequeña cabaña escondida debajo de la vegetación del pequeño bosque, era hermosa, con sus ventanas de vidrio color ámbar y rojo, su pórtico de madera obscura y de la punta sobresalía una chimenea de ladrillos.

Caminé hacia la entrada con una gran sonrisa en la cara, cuando llegué a la puerta le di unos toquecitos a la puerta.

Nadie contestó, así que tomé el picaporte e intenté girarlo, se abrió con facilidad y comencé a introducirme en la cabaña de cuento.

La vista desde el umbral de entrada era una pequeña puerta al fondo de un pequeño pasillo y el inicio de unas escaleras de madera, a mi lado derecho había un arco que guiaba a una sala de estar con unos sillones de tapiz desgastado de rayas blancas y azules, en el centro una mesita de madera, cuando me paré en medio de la habitación comenzó a sonar una música.

Cameron y ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora