Miedo

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Me paré enfrente del espejo sólo en ropa interior, tenía un feo moreton un mi brazo con la forma de la mano de mi padre, y en mi costado había una gran mancha medio amarilla con un poco de verde, morado y rojo; miré hacía la ventana, hacía demasiado sol, y aún dentro de mi casa, hacia un calor horrible, oh casi olvidaba mi rodilla raspada, al parecer me había quemado la piel por la friccción de la alfombra.

Ni modo, hoy sería un dia de jeans con una blusa de manga larga, me dirigí hacia mi armario, tomé unos jeans desgastados y una blusa color verde pistache de manga larga que cubría perfectamnte mis heridas.

Como mi puerta seguía cerrada tuve que bajar por mi ventana, lo había hecho muchas veces antes, recuerdo que la primera vez me caí y me golpeé la cabeza, cuando mis padres, en realidad mi madre me encontró y me llevo al hostpital, recibí unos cuantos puntos; cuando me preguntaron cómo me había pegado, les había dicho a los doctores que me había caído por las escaleras.

Caminé a la escuela, no quería que mi padre se diera cuanta de que había logrado salir de mi habitación, simplemente regresaría temprano y subiría de nuevo por la ventana a esperar a que él llegara y abrirera la puerta.

Llegué tadre a mi primera clase, pero no me importó, estaba pensando en que si quería ayudar a mi madre tendría que trabajar en la tienda también entre semana, lo que no me dejaba tiempo para nada más.

Tendría que dejar la obra.

Tendría que dejar el equipo.

No. No dejaría que esto me afectará a mí. Lo único que sucedería era que tendría que reducir mis horas de sueño, pero no planeaba arruinar mi vida por mis estúpidos problemas.

Sin darme cuanta ya era la hora del almuerzo, me dirigí hacia la cafetería, y sistemáticamente a hacia mi habitual mesa, y como siempre Alex, Eddie, Diane Jannice y Patrick ya estaban ahí, Riley iba de acá para allá todo el tiempo, a veces no la veíamos más que un par de veces al mes, pero una sonrisa cruzó mi rostro cuando vi a Cameron, lo había pasado tan bien ayer, que me olvidé de todo lo demás.

-¡Hey Batmaster!- me saludó él y yo me senté a su lado.

-Hey Cam, hola a todos. -Todos saludaron menos Alex, quien me dio una mirada interrogante.

-¿Batmaster?

Cameron se me adelató a contestar.- Acaso no la han visto jugar baseball, es como un profesional, no, creo que dejaría a los profecionales como aficionados en un juego, es el apodo perfecto, y gracias a ella ganaremos el juego la próxima semana.

-¿Estas en el equipo de Cameron? -preguntaron todos al mismo tiempo mirándome.

-Mmm... si... en realidad fue algo repentino, sólo me vieron tirar un par de veces y me pidieron que me uniera.

-No tiraste un par de veces Batmaster, ¡Hiciste 7 home runs seguidos!

Patrick casí escupe su bebida, todos nos reímos.

-Wow, eso debe ser algo asi como un récord Elisa.

Me sonroje un poco y no podía dejar de sonreir, hasta que Diane preguntó:

- Hey ¿porque no traes nada de comer? - Mish me miró con preocupación y entendimento.

-Oh, me olvidé de mi almuerzo en casa eso es todo. - pero mis amigas eran demasiado obsevadoras

-Tu siempre traes dinero para el almuerzo Elisa.- continuó Jannice.

Piensa en algo Elisa, ¿Que digo para que o se note que estoy mintiendo?

Cameron y ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora