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"La gente siempre quiere que seas la mejor versión tuya que se adapte a ellos"

-Back To You And Tennessee (traducida por noeguzz )

Entonces tiene otra clase y muy a su pesar está allí, mirando cómo las personas entran en la sala y hacen una pequeña inclinación desde la puerta, él sólo se quita las zapatillas y se para en esa cosa verde, mirando por la ventana cómo la gente pasa hasta que entra este rizado al que Zayn llama senpai y lo ve inclinarse y acercarse al viejo antes de también inclinarse (él está mareado de sólo ver tanta gente haciendo inclinaciones) y luego de eso se quita unas ojotas y sigue teniendo ese pantalón negro acampanado gracioso. También está mirando alrededor y la respiración de Louis vuelve a irse al diablo cuando conectan los ojos y él le sonríe silencioso.

"Hey, soy Harry" murmura cuando llega a su lado, tomándole la mano sin permiso y estrechándola entre las suyas, ambas, enormes. Es un toque rápido y cálido y hace el corazón del chico vibrar, sería vergonzoso saber que sus mejillas están coloradas o como sea. Prefiere vivir en la ignorancia. Luego de las formalidades, Harry tiene que repetir unas buenas veces los ejercicios que hay que hacer hasta que él los hace bien, como sea, su mente está en Júpiter. Prontamente viaja a Venus cuando tiene que estar demasiado cerca y no puede pensar y prácticamente lo arrastran por el suelo. Baja abruptamente a la Tierra cuando tiene un pie fuera de la clase y se da cuenta de que realmente su opción es volver a deprimente-casa con Zayn y Helga. Aunque él le ha comprado comida; está orgulloso de eso.
Se encuentra con el rizado, aunque por supuesto no estaba esperando, sólo se quedó casualmente en la entrada del edificio... texteando. Si. La conversación va más o menos así.

"¡Harry! Gracias por ser mi compañero, no me sentí tan fracasado hoy" sonrisa plástica mientras mira la camisa de flores que lleva el chico. Oh, dios, ¿está usando calzas? ¿Es eso legal? Además sonríe, y sonríe como si supiese que eso hace a los planetas de Louis girar y es alucinantemente molesto en el mejor sentido.

"Hey, Louis. Me alegro de oír eso" saluda, hace un silencio casi cómodo antes de hablar otra vez, entrelazando y deslazando sus dedos en uñas blancas. "Me alegra también que no estés fumando" comenta. Tiene esa puta sonrisa tranquila y honesta y Louis quiere vivir en ella, ¿es eso físicamente posible? Luego le habla porque no puede dejarlo huir tan rápido y probablemente están charlando en la puerta por algo así como diez minutos que son suficiente para que Harry quiera conocer a su hurón. Las excusas y razones por las que no debería ir caen con la fuerza de temporal. "Bien. Tráela a mi casa" resuelve simple, con un deje de burla. Eso es, probablemente, lo peor que podría haber hecho.

"Bien. Lo haré" acepta, aparentando más de lo que es; maldito orgullo cuando el rizado entonces pide que vayan en marcha. Duda lo suficiente como para no parecer tan asustado por la perspectiva de tener a un tipo condenadamente lindo y alto y bien formado en su casa, que además en un completo amor, (oh, además de desconocido y según las lecciones de su madre un posible abusador y/o ladrón) y se concentra en llamar a Zayn mientras baja por las escaleras del metro. Son cuatro llamadas perdidas hasta que está dentro del transporte y la voz apagada lo recibe. "Hola, menso, estuve llamándote" saluda con la mirada verde fija en él, divertida. La ignora como puede "No te pases de listo, por una puta vez levanta el culo de la silla y mueve las cosas porque tu senpai está por entrar a nuestra casa" ordena.

"¿Senpai? ¿Lo conozco?" pregunta mientras lo ve cortar, tirando su cabello hacia atrás y acomodándose los rizos con tranquilidad.

"Si, gracias a él comencé aikido. Ya lo verás, ese rostro es difícil de olvidar... si es que baja de las nubes"

Resulta que Harry es más guapo con ropa de calle y luz blanca. Y no hace una cara de desagrado cuando pasa a la casa destartalada en el final de un pasillo y hasta chilla emocionado cuando ve a Helga hurgar en el sofá. Eso dura unos maravillosos tres segundos en los que Zayn sale de su estado vegetativo, mira al chico por unos segundos más y vuelve a su computadora, brillo de la pantalla reflejándose azul en sus lentes y una sonrisa misteriosa que seguro no estaba antes. Louis tiene que aclararse la garganta y señalar con un dedo acusador.

"Esa es Helga. Ese es Zayn. Son mis mascotas" explica, sin cambiar el tono monótono ni la mirada aburrida. "No pases ni te acerques, muerde" avisa, señalando a su amigo, y corretea hasta su habitación y se enfunda en unos jeans blancos algo ajustados y esa remera de Joy División. Suele dar charla. Vuelve con el pienso colgando de una mano y atrapa a su hurón cuando quiere entrarle al cuarto. Resulta que el chico de rizos sigue en la puerta, con ojos curiosos en todos lados, pero respetando las palabras de su anfitrión. A medias. (Pero medio anfitrión, no medio respetuoso. Él es, en realidad, lo suficientemente –demasiado– respetuoso). "Vamos a socializar con ese bohemio, ¿va, ratita?" pregunta poniendo una voz de bebé, ganándose miradas por todos lados.

Están de nuevo bajo la luz de la calle. Helga se retuerce en su correa y Louis la sostiene con firmeza. Pasa un auto a toda velocidad. Harry carraspea, acomodándose la camisa.

"No soy un bohemio" asegura. Él está diciéndolo con esa paz interior e irradiando tanta luz que si, definitivamente es un bohemio. Pero nadie va a discutirle ahora. Ellos caminan hasta la estación de buses y técnicamente Louis podría saludarlo ahí y volver a su casa luego de dar a su hurón un paseo luego de largas semanas. Pero están hablando sobre, ¿sobre qué? Oh, si. Está pidiendo disculpas sobre lo desordenada que está su casa, Harry está diciendo que no hay problema y que el desorden no lo distrajo de lo importante— la xBox One entre la ropa potencialmente sucia (eres potencialmente un idiota, había dicho, pero obviemos esa parte); luego de asegurar que algún día jugarán una partida de lo que sea, la conversación se va a las madres y su manía por tenerlo todo ordenado y el chico sólo habla en pasado.

"No, ella era un desorden, ¿sabes? Yo solía recoger las cosas, pero luego me cansaba de ser el único en la casa y simplemente mantenía mi parte del cuarto limpia" explica, poniéndose de pie y mirando a la calle vacía, unas luces lejanas zumban y tal vez sean un autobús que sirva. "Luego de que falleció mi hermana comenzó a ayudarme y ahora la casa suele ser algo decente, sabes, no me quejo. Pero me iré en unos meses así que no tiene sentido discutir más" continua, estirando una mano para pedir al vehículo rojo que se detenga. Su voz sigue tranquila y sus ojos ni siquiera se han alterado, iluminados por los fuertes faroles del móvil. Y luego está Louis no sabiendo dónde meter su cabeza.

"Ah... yo... lo siento, no sabía" por supuesto que no sabía, no tenía forma de saberlo, ¿por qué se disculpaba, siquiera? "Así que te mudas, ¿conseguiste independencia?" intenta, sosteniendo a Helga entre sus manos. Lo sigue, paga su boleto y se sienta junto a él. Recibe un reto por llevar al animal, pero aún así puede estar ahí.

"No, se supone que pasé a instancias internacionales en el torneo Británico-Europeo de Aikido así que..." explica luego de mirarlo en todo el proceso, callado. "Podría ganar lo suficiente para compartir apartamento por unos meses" La voz se le apaga y mira sus pulgares en silencio, los ojos de Louis se hacen más grandes.

"¡Eso es genial! ¡Internacional! Eso es grande, Harry, eso es genial" insiste, en medio de una sonrisa explosiva y risita de felicitación incluida, los ojos verdes se dirigen a él con simpatía.

"Lo es, ¿cierto?" hoyuelo en la derecha formándose, alerta, Louis va a jodidamente llorar sobre su adorabilidad. Probablemente Helga también lo cree, porque camina hasta poner las pequeñas patas en el chico e intenta trepar por él, restregándose un poco. Es eso, o quiere robar su collar.


n.a// no se que carajo estoy escribiendo, tengo una especie de hilo pero... bueno, esta historia es potencialmente un montón de vaivenes sin sentido.

d o j o ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora