ocho

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"A veces, luchar contra nosotros mismos es la más difícil de todas las batallas. Porque nos odiamos de una manera poderosa, constante"

-Drowned ; MeriOopsHi

  Esa tarde Louis llegó a su casa sintiéndose medio idiota y medio gentil, así que no está tan terrible y genuinamente avergonzado, cree que fue el destino. Sí siente un arrebato de vergüenza cuando ve al chico moverse con cuidado en el entrenamiento de ese día, y cuando le pregunta por qué no se ha quedado en su casa, la respuesta no es nada simple.

"Tengo que ser el mejor, no importa cuánto me lastime"

 Louis piensa en eso los días siguientes y recuerda todas las veces que se ha quedado en su cama recuperándose de una enfermedad. Las veces que su madre ha venido desde Doncaster para cuidarlo y mimarlo cuando se ha sentido mal y cómo de cómodo ha sido. Comienza a admirar a Harry.

 (ese es el fin de su semana)

 Cuando inicia la próxima, él tiene un plan en mente. Es domingo y es una hora normal, como las tres de la tarde y él está teniendo un desayuno-almuerzo con Zayn, quien está comenzando a pensar en arreglar algunas computadoras en su tiempo libre y es lo más activo que ha hecho en meses, desde que dejó aikido. Ellos están pateándose por debajo de la mesa cuando, entre eso, Louis sabe que acaba de tocar algo extraño y no es popó de Helga. Tiene que bajar la vista con asco para encontrarse con una cucharacha que acaba de aplastar con su talón desnudo. Traga la pizza con un ruido sordo y pasa la vista por el suelo de la cocina–comedor en general. Está sucio, si, él lo sabe. Suelen haber pequeñas basuras que se pegan a sus pies cuando va descalzo por ahí. Pero la bolsa de basura (que tuvo la gran idea de cambiar la semana pasada) está todavía junto al tacho, que está rebalsado y hay pañuelos y cáscaras de banana en el suelo. Una pequeña fila de hormigas negras van llevándose trozos de fruta hasta debajo del zócalo; parpadea cuando ve una cucaracha corretear hasta debajo del horno. Mira a Zayn inexpresivo.

 "¿En qué momento nuestra casa se convirtió en un basurero?" pregunta bastante serio, porque la situación lo es. Su amigo le devuelve la mirada con una ceja enarcada, expresión de fastidio detrás de sus lentes redondos y se rasca la barba con parsimonia.

 "No lo sé" responde aburrido, sin acabar de masticar su pizza, unos pequeños trozos caen en la mesa, frente a él. ¿Lleva esa remera hace un día o una semana? Mierda, tal vez Louis necesita pasar más tiempo en casa. Se pasa una mano por el vientre, suspirando, y mete los pies en sus zapatillas viejas antes de bajar chancleteándolas, con las bolsas de basura colgando. Él prende un cigarro en la entrada y lo fuma mientras sube la escalera, entra al piso y su cabeza duele porque no recuerda siquiera si tienen cenicero, así que los restos van cayendo por la casa mientras él abre un cajón en busca de un cebo para cucarachas, debería tener. No tiene. Es domingo y nada está abierto, prende otro cigarro. Helga no está por ningún lado y cuando abre la puerta de su habitación, que no está tan terrible como el resto de la casa (evitando la cama deshecha con sábanas de hace unas semanas, que juntan olor a sucio y transpiración, y la pila de ropa reutilizable sobre una silla que no está con ningún propósito específico, la biblioteca llena de porquerías como paquetes de cigarros vacíos y libros que nunca ha terminado, ademas de casetes que no le gustan y papeles de esa vez que intentó ir a la universidad. También ignorando la cama de Helga y... bien, si, su cuarto también es un asco) pero su hurón sale corriendo cuando lo ve entrar lanzando humo por la boca y Louis se siente casi culpable porque no recordaba que ella odiaba el olor a cigarro. Esta última calada la expulsa por la nariz y de todos modos ha llegado al alquitrán, así que tira la colilla al suelo y la pisa sin ganas. Se deja caer en la cama con los ojos fijos en el techo, en el póster de Rocky Balboa que se descolgó de uno de los extremos. Solía ser gran fan de esa película.
 ¿Pero, él no tenía algo? Estaba pensando en algo. Helga corretea sobre él, aún ofendida, y se trepa a la biblioteca para mordisquear la tapa de un libro encuadernado en verde. ¡Si! Louis estaba pensando en Harry. En su plan, si. La cosa es, no le gusta una mierda la actividad física y su constancia es nula, por lo que quiere dejarla desde la primer clase; así que tiene que trabajar en conseguir el número del chico de rizos para poder dejar aikido y seguir viéndolo. Grandioso, si. Eso es bueno. El martes lo hará, será tan simple como desenfundar su celular y decirle "hey, ¿quieres pasarme tu número?" o, no, no, eso sería demasiado directo. Tal vez podría volver a intentar encontrarse con él, entonces decir algo como "oh, no quiero volver a fallar, ¿quieres pasarme tu número y nos mensajeamos?"... también puede ser directo, mierda, si. "¿Me pasas tu número? Es que me gustas de esa manera y quiero saber si te interesa quedarte en mi vida lo suficiente"
 (Louis William Tomlinson, eres un genio) (casi) (tal vez sin la última parte) (lo que es igual a su primera opción) (eso sólo demuestra que la opción más fácil es la mejor, él es un genio)

 Es lunes y Bleta no ha podido ir al trabajo por sentirse descompuesta, así que Louis está a cargo de la tienda. Atiende a la poca gente que entra, les da su mejor buena cara (sin sonreír, él no hace eso) e intenta ser amable, vende un tocadiscos (lo que es genial) y alguien le encarga un disco de Latinoamérica. Él apenas recordaba que vendían discos importados; la gente no suele comprarlos. No almuerza y cierra, volviendo a casa con el sentimiento de que olvida algo. Está entrando al edificio cuando recuerda que debía comprar cebos para cucarachas y... ya qué, irá mañana. Alimenta a Helga ni bien llega y no se preocupa en saludar a Zayn porque... de pronto, tiene que revisar la casa. Zayn no está. ¿Él estaría en la mañana? Siempre que Louis se va su amigo suele estar durmiendo, así que no se cruzan. Mierda, de pronto siente como que perdió a Zayn, así como cuando olvidó su juguete en McDonalds a los ocho años y cuando volvió a buscarlo ya no estaba. Pero él tiene el teléfono del chico, así que puede llamarlo. Dos veces, porque la primera no contesta.

 "Hola" saluda una voz aburrida, si, Zayn no parece tener otra voz. Louis quiere arrancarse las jodidas pestañas.

 "¿Dónde estás?" chilla preocupado, sacando su instinto paternal a la luz.

 "Yo, uh, ¿salí?" responde, casi puede verlo quitándole importancia con una mueca y esos pómulos que tiene. Rueda los ojos.

 "¿Desde cuándo tú sales?"

 "Quería hacer algo diferente" bien, el día de hoy no será comunicativo en lo absoluto. Se pasa una mano por el pelo, molesto, decide que va a tener que tomarse una ducha.

 "Mierda, bueno, ¿vas a volver?" intenta.

 "Un segundo..." advierte el chico, y luego tapa el auricular. Se escuchan murmullos y vuelve al teléfono. "No lo sé. ¿Por qué?"
 Exasperante.
 "¿Tal vez porque me preocupo por ti? Como sea, si vuelves compra alimento para Helga y cebos para cucarachas, luego te daré el dinero" indica, él está comenzando a ofenderse. Recibe un asentimiento y luego le cortan, sin más. Él no volverá.
 El martes amanece de mal humor, con una bolsa de cebos para cucaracha sobre la mesada y una nota que dice que no pudo comprar pienso. Desayuna cereales, sólo cereales, luego de una ducha rápida donde tiene que destapar la ducha porque tiene pelos, simplemente los quita para que se drene y los deja apoyados en algún lado. Se va al trabajo con mala cara y compra un café en el camino, usando sus últimos ahorros en eso. Fin de mes es un asco. ¿Él en serio tiene veintiséis años? Hoy Bleta está, dice sentirse bien y se encarga de la tienda, él puede sentarse y leer algún libro luciendo intelectual. Y es media tarde cuando está en eso y suspira, cerrándolo sin mirar y buscando a su compañera.

 "Sé que Harry tiene dieciocho pero lo quiero" dice, mirándola voltearse y observarlo con cuidado. Ella asiente con el cabello perfectamente planchado, cae como una lluvia. Lo deja continuar. "Y creo que puedo ser bueno para él. Es decir, soy un asco y desorganizado y olvido comprar comida para mi mascota siempre, pero puedo hacerlo funcionar, tal vez si lo conozco más podría gustarme realmente mucho y eso seria genial" respira con cuidado y mira a la chica, buscando alguna reacción. Ella vuelve a asentirle y no hablan mucho más. Él sólo necesitaba sacarlo de su sistema. Están cerrando cuando Bleta lo toma del brazo y lo mira seria.

 "No tienes que mejorar por él. Tienes que aprender a ser adulto y serlo por ti mismo, porque eres la única persona que estará contigo hasta tu muerte. No cambies por nadie más que por ti" decide. Y tarda antes de añadir. "Sé tu mejor versión sólo por ser feliz"
 Louis se marcha con un nudo en la garganta. Decide faltar a aikido y quedarse con la cabeza dentro de poesías de Bukowski hasta que son las nueve de la noche y no puede dormir ni tiene hambre, así que sólo lava todos los platos sucios, cubiertos, ollas y sartenes. Se apoya en la encimera en silencio y prende un cigarro, mira la escoba por tiempo indefinido hasta comenzar a barrer, porque siente esa necesidad de hacer cosas y hay tanta basura en él que no tiene forma de quitarla. Va a barrer por él, porque lo vale.
 Lo hace, ¿cierto?

d o j o ; lsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora