El mejor para mi

TRES

Las vacaciones de verano estaban a punto de empezar, pero el buen tiempo y el calor se habían adelantado más de lo normal.

Natsu se encontraba en el patio delantero de la casa ayudando a Lucy a arreglar el jardín quitando las malas hierbas y arreglando el desastre que habían causado los gemelos.

Sí. Draco y Haru tenían las mismas ideas destructivas que su padre.

Cuando estaba por coger de nuevo la pala un pequeño estruendo y unos suaves quejidos hicieron que se levantara como un resorte y se dirigió con rapidez al jardín lateral de la casa.

-¡Luna!- grito asustado mientras se acercaba a ella. Allí, tirada en el suelo con una pequeña bicicleta amarilla encima, se encontraba Luna con los ojos llorosos- ¿Estás bien?

Con cuidado le quito la bicicleta de encima e hizo que se incorporara para ver cómo estaba.

Tenía un pequeño rasguño en la barbilla que sangraba un poco, las manos rojas y una herida con una pinta bastante fea en la rodilla izquierda.

-Si...- dijo con suavidad y soltando un quejido cuando su padre paso la mano por su barbilla- ¡Ay!

-¿Que ha pasado?- pregunto con suavidad esperando que se tranquilizara un poco

-Quería aprender a ir en bicicleta como Haru y Draco- dijo en un susurro mientras pequeñas lágrimas descendían por sus mejillas- Me duele mucho papa.

Natsu la miro con ternura mientras le apartaba el flequillo hacia un lado y con la yema de los dedos le quito las lágrimas que no dejaban de caer.

-No te preocupes- dijo con ternura mientras la levantaba en brazos notando como la pequeña pelirosa se aferraba con fuerza a su cuello- Ahora vamos a curarte las heridas ¿Qué prefieres tiritas de dragones o de piratas?

Luna sonrió en medio de lágrimas mirando, por encima del hombro de su padre, como su madre se levantaba, mientras se limpiaba las manos y se acercaba con rapidez hacia ellos.

-De dragones- dijo con una pequeña risa notando el suave beso que le daba su padre en la cabeza.

[CAPÍTULO 3-7]