TU PERDICIÓN ©

Capítulo 4

Luego de terminar las clases, salí de la escuela dirigiéndome a mi casa, Sarah para ese entonces ya se había ido a su casa así que estaba completamente sola.

Los nervios me carcomían ¿por que? ni idea, quería contarle a Sarah lo que había pasado esta mañana pero sabía que algo malo iba a pasar si le decía. Dudaba entre hacerlo, por un lado me habían amenazado a muerte si decía algo y por el otro Sarah era mi mejor amiga y la única persona a la que le tenia la suficiente confianza para contarle alto muy intimo y saber que ella jamas lo contaría.

Al final me decidí por contarle sabía que ella iba a apoyarme en todo, tome mi teléfono y marque su numero llevando mi mano hacía mi oreja esperando a que me contestara, pasaron unos cuantos segundos hasta que me contesto.

LLAMADA

— Hola amor mio, ¿que pasa? — Dijo Sarah.

— Hola, oye escucha debo contarte algo... algo malo — Miraba a todos lados paranoica, comenzaba a pensar que estaba volviéndome loca.

— ¿Que es lo que pasa? Stormi me estas asustando ¿estas bien? — Conocía ese tono de voz, sabía que estaba lo bastante preocupada como para salir a la calle y comenzar a buscarme como loca.

— Pues ayer por la noche, cuando volvía del trabajo — Trague saliva, jure haber visto un Camioneta negra pasar.

— Tu sabes que siempre tomo el mismo atajo, ¿verdad? — Pregunte y ella solo contesto con un aja.

— Pues ese día... — No pude terminar lo que iba a decir, la camioneta que había visto antes estaba lo bastante cerca de mi como para chocarme fácilmente, todo paso en cámara lenta. La Camioneta se iba aproximando a toda velocidad hacia mi y yo estaba estática no podía moverme, mi corazón latía a toda velocidad. Hasta que a la Camioneta ya la tenia frente mio, lo único que sentí fue un fuerte impacto, caí al suelo y solo pude observar a un hombre que bajaba de la Camioneta y a Sarah diciendo si seguía allí y después todo se volvió negro.

Escuchaba voces a lo lejos, sentía que estaba en una especie de cama algo blanda, conocía muy bien una de esas voces pero hablaban en un idioma muy raro, trataba de abrir los ojos pero no podía así que solo me quede escuchando lo que decían, lo único que distinguía era que eran dos voces masculinas en la habitación.

— Ich will nicht, dass das wieder passiert, hast du gehört? — No entendía nada de lo que decían pero si sabía que era alemán esa voz grabe y profunda era de el chico de esta mañana.

— Bruder, sie ist nicht vertrauenswürdig, hör mir verdammt noch mal in deinem verdammten Leben zu — Esa voz no la conocía para nada, me dolía gran parte del cuerpo.

Sabía que estaban discutiendo, luego de eso la extraña voz sale de la habitación no sin antes golpear la puerta con fuerza, una silla es arrastrada y siento como se sienta cerca de mi.

Poco a poco voy abriendo los ojos, la luz me estaba molestando tanto que puse mis manos para taparme los ojos, observe a el chico de esta mañana sentado mirándome con una mirada seria.

— ¿Que estas haciendo aquí? — Pregunte molesta.

— Deberías darme las gracias, sin mi ya estarías muerta — Dijo de manera tranquila y eso hizo enojarme mas, uno de sus hombres me chocaron, fue por su culpa.

— Si no fuera por que uno de tus hombres me hubiera chocado yo no estaría aquí — Dije con desagrado, se notaba que estaba mas que enfadada.

— Estabas a punto de contarle a tu amiga, ¿quieres que te recuerde lo que pasara? — Dijo el de manera seria, trague saliva, mi boca estaba muy seca iba a hablar pero no me salia ninguna palabra, eso hizo que el chico sacara una sonrisa triunfadora. Mordí mi labio con fuerza conteniendo las ganas de golpearlo.

— Dime tu nombre — Dije seriamente, me comenzaba a molestar todo esto y mas si no sabía el nombre de las personas era algo que no podía controlar.

— No lo haré — Y eso me enojaba aun mas el sabia mi nombre ¿por que yo no el suyo?.

— Vamos, ya te vi la cara ademas tu sabes mi nombre lo correcto es que yo sepa el tuyo — Dije con los ojos cerrados, sentí como suspiraba derrotado.

— Jake... mi nombre es Jake — Dijo mientras cerraba los ojos y se apoyaba con una mano.

— Eres Alemán — Dije el me miro algo sorprendido pero luego cambio su mirada a la misma de antes, seria.

— ¿Como lo sabes? — Pregunto el con cierto tono de enojo.

— Por tu asentó ademas los escuche hablar a ti y a el otro hombre — Dije de manera tranquila.

— Osea que ya habías estado despierta... — Dijo y yo asentí con la cabeza

 Iba a seguir hablando pero el se paro de la silla rápidamente y se dirigió hacía la puerta.

— Que te mejores... Stormi —

Al final si tuvo razón no iba a ser la única vez que íbamos a vernos eso ya estaba por seguro....