Sentí que alguien tocaba la puerta y allí fue donde mis nervios salieron a flote, no puedo despertarme de un modo más bonito como que los rayos del sol me peguen en la cara y escuchar a los pájaros cantando no puedo mucho solo eso pero nunca se hace realidad.
Salgo de mi trance cuando oigo que tocan cada vez más fuerte y más constante, camino lentamente hacía la puerta y pude observar a un hombre de mas o menos 20 años con dos hombres detrás con trajes de negro, suspire profundamente para luego abrir la puerta.
— ¿Quienes son ustedes y que quieren? — Los tres extraños hombres no dijeron nada mas que mirarme con una mirada neutra y fría que me causo escalofríos.
— Señorita Stormi debe venir con nosotros... — A lo que yo rápidamente negué con la cabeza y estaba a punto de cerrar la puerta en sus caras cuando uno de los hombres pone su pie entre ella, estaba asustada ¿como sabían mi nombre? — No se ponga terca tenemos ordenes que seguir y sera por las buenas o malas — Trague saliva mientras cerraba los puños, esto era realmente malo.
— No iré a ningún lado con ustedes, así que váyanse o llamare a la policía — Uno de los hombres con traje le dijo algo al que estaba a su lado que no logre escuchar.
— Bien entonces sera por las malas — Me agarraron bruscamente del hombro y pusieron un pañuelo en mi boca, su olor era realmente fuerte luego de unos segundos comencé a ver todo borroso hasta el punto de quedarme inconsciente.
Me desperté a causa de un terrible dolor de cabeza, rápidamente observo mi entorno y veo que estoy en un cuarto, esta no era mi casa ¿donde mierda estoy? pensé alterada, muchas preguntas rondaban por mi mente hasta que recordé lo que paso esta mañana. Estaba realmente asustada esto era un maldito secuestro.
Se escucho el ruido de tacones por el pasillo sentía como la puerta se abría poco a poco donde sale una mujer mayor con un vestido elegante, veo que me sonríe pero yo solo me quedo quieta sin hacer ninguna reacción mientras observaba todos sus movimientos, tenia una piel bastante blanca unos ojos celestes como el cielo y pelo negro que daban escalofríos de solo mirarlo.
— Veo que ya despertaste querida, las sirvientas te traerán ropa mas decente y algo de comida apresúrate quiero que conozcas a mi niño — Luego de decir eso salio de el cuarto, observe mi ropa y me sentí como sangre llegaba a mis mejillas ya que tenia mi pijama de panda. Pero no era el momento adecuado para todo esto debo enfocarme en como salir de aquí.
Pasaron 10 minutos en donde tocan la puerta para luego abrirla dejando a ver a dos mujeres una traía una bandeja con frutas y otra ropa, no planeaba comerme nada ni vestirme con esa ropa, tal vez la comida este envenenada.
— No pienso comer ni vestirme con lo que me den ustedes — Dije firmemente, las mujeres me miraron para luego que una de ellas salga de el cuarto. — Por favor, coma y vístase no querrá ver al amo enfadado — Dijo con un ligero temblor, trague saliva no tenía ni idea pero devore la manzana y procedí a tomar el vestido de color negro con algunos detalles plateados, sabía que esto estaba mal pero sentí una especie de ¿compasión?
Observe que había una puerta en el cuarto, tal vez esa podía ser mi salvación, corrí hacía la puerta y la abrí encontrándome con un baño bastante grande, comencé a buscar si había una especie de ventana o algo para salir de aquí pero nada. Resignada me quite el pijama y comencé a ponerme el vestido.
Salgo del baño cuando termino de ponerme el vestido y camine hasta la puerta, debía actuar normal y que nadie sospechara nada y así buscar una salida.
Trague saliva con dificultad y abrí la puerta lentamente, gire mi cabeza para encontrarme con un enorme pasillo, a lo lejos pude observar una ventana esperanzada corrí hacía ella pero a cada paso que avanzaba mis esperanzas comenzaban a caerse, las malditas ventanas tenían rejas de acero. Suspire profundamente mientras me tomaba de los cabellos, debía seguir buscando.
Seguí caminando por los pasillos, estaba bastante concentrada que no me di cuenta que había chocado con alguien, era una mujer mejor dicho era la mujer que me había traído la comida iba a hablarme pero me tomo fuertemente del brazo y comenzó a caminar de manera apresurada hasta llegar a unas escaleras de hierro, me susurro algo en el oído, y me empujo para que avanzara.
Con mi respiración acelerada comencé a bajar las escaleras, luego de terminar de bajarlas camine hasta llegar a una especie de comedor, había una mesa donde cabían mas de doce personas.
Comencé a caminar lentamente, hasta fijar mi vista en el único hombre que estaba sentado, tenía la cabeza gacha y solo podía verse el pelo que era blanco. Me recordaba a alguien pero no sabría decir quien, el chico levanto su cabeza dejando ver su cara, piel blanca como vampiro y ojos negros como demonio. ¡Era el chico del callejón! trague saliva, mire a otro lugar menos donde estaba el.
Sabía que estaba mirándome, no hacía falta ser inteligente para saberlo, escuche que soltaba una pequeña risa. Era como si estuviera viendo al diablo en persona.
— Stormi... por fin bajas — Dijo con voz grave y burlona.
Debía salir de ahí lo mas rápido posible...
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TU PERDICIÓN ©
Roman d'amour- ¡No te escondas Marcus sabes que te encontrare! - Grito Jake mientras en su mano sostenía un Revólver, ramas crujían a su paso. - Hay mi querido hermano... ¿Que haré contigo? - ¡¿Donde esta?! - Exclamo Jake mientras levantaba el arma y la apuntaba...