Un ángel conoce a su amada.

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Durante el alba del nuevo día, el cielo hace resplandeciente y las gaviotas revolotean sobre el firmamento celeste, los peces pululaban en las aguas y con un brillo resplandeciente Mikael del cielo baja acercándose a la dueña de tan armónica voz:
-No se tu nombre, no se que eres, pero cada amanecer acostumbro observarte y escucharte cantar.
Al ser sorprendida, Mérida se asusta sumergiéndose en las aguas. Tras ser dejado sólo el brillo de Mikael comienza a desvanecerse y se convierte en un viento frío que crea una ola que sigue su curso por todos los siete mares.

MERIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora