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Y sin efímeras palabras todo se fue con el viento, nuestros mejores momentos se llenaron de prisa y de un poco de olvido, el corazón sana misteriosamente en su silencio y su valentía tan solo añora que un día... vuelva a ser feliz al limite de llegar a las estrellas.

Muchas veces al mirar por su ventana se encuentra con su pasado, con aquellas tardes llenas de risas y juegos, de bailes y locura...aquellas que le complementaban. También recordó la perfección que tenia el cielo en aquel parque que ama.


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