III

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Me volví para mirarla a ella y después lo mire a el. Por fin abrió la boca para hablar.

-Quien eres tu? -dijo y cuando lo escuche reventé en carcajadas (su voz era tan aguda que lastimaba).

-Esa es tu voz? - dije mientras me reía -Enserio esa es tu voz? - me giré para mirarla a ella -Tienes un novio con esa v...- Sentí una mano en mi hombro que me apretaba bastante fuerte.

-Te estas burlando de mi? - lo mire y volví a reírme.

-Espera un momento aun no puedo tomarte enserio con esa voz- respire profundo y lo mire a los ojos, en su mirada se notaba que me quería matar -Que pena no poder quedarme más tiempo pero tengo que buscar donde quedarme- quité su mano de mi hombro y nos cambié de posición de manera que el quedó dentro de la casa y yo en la puerta, me giré para irme pero el volvió a hablar.

-Hey! No me dijiste quien eres y aun lo más importante que hacías con mi novia en mi casa- dijo enojado. Respire profundo para aguantar la risa y me giré.

-Soy Anthony y tu novia me invito a tomar algo- me encogí de hombros.

-Entonces porque esta en camisón?- se notaban las venas de su cara.

-Pues...- respire profundo y sonreí de medio lado -Le hice el amor como nunca, acaso no la ves como esta de feliz y no creó que sea por verte- lo mire firme y el se giró y la miro a ella.

-Como pudiste hacerme esto? - se le acercó.

-Amor yo...- dijo ella con algo de nervios.

-Eres una traidora!! - levanto una mano amenazante para golpearla y corrí para detenerlo.

-Ni se te ocurra tocarla- dije mirándolo firmemente.

-Y si la toco que? - dijo agarrándola por el cuello.

-Sueltala!- lo empuje y la soltó.

-Eres un imbécil y si la pase delicioso con el, me hizo sentir lo que tu nunca pudiste- dijo con lágrimas en los ojos y se paro atrás de mi.

-Te voy a acabar!- dijo el y me lanzo un puñetazo directo a la cara, sin el mayor esfuerzo lo detuve

-Es mejor que no intentes nada-dije sonriendo.

-Callate!!!- me lanzo cinco puñetazos de los cuales logro conectarme dos.

-Te vas a arrepentir- lo mire fríamente y lo golpeé tirándolo al suelo, me acerqué a él y pensé en prenderlo en llamas, pero luego supe que no podía andar por ahí mostrando mis poderes -Si tanto quieres pelear, esta bien cuando quieras y donde quieras pero hoy no, además de eso tengo una sola regla- lo mire esperando una respuesta.

-Te daré una semana bastardos, y cual es esa regla?.

-Es sencillo- Sonreí de medio lado -Solo debes apostar tu alma- susurré, el soltó una carcajada.

-Y como se supone que vas a tener mi alma?  Eso es imposible- se levantó.

-Pues si es imposible no seria un problema apostarla- dije encogiéndome de hombros.

-Es verdad, entonces en una semana aquí mismo en mi casa te voy a reventar esa cara niño estúpido- me miro con odio -Y si no llegas te encontrare.

-Como sea- me encogí de hombros y salí de allí.

-oye! - dijo la chica alcanzandome -soy Skarlet- dijo y me entrego un papel con su numero de teléfono -cuando encuentres donde quedarte llámame por favor, creó que yo tendré que volver con mis padres después de esto.

-Esta bien- me giré y me fui.

Después de un rato largo de caminar y no encontrar nada fui a comer algo llamado hamburguesa, esa cosa era deliciosa.

-Desea algo más?- pregunto el sirviente de ese lugar.

-Traeme otras dos de estas, están deliciosas y un jugo de naranja.

-Ya mismo- dijo tomando apunte.

Cuando salí de ese lugar volví a seguir con mi búsqueda de alojamiento. Camine durante un rato y mejor pregunte a una chica donde podría encontrar un lugar para pasar la noche y ella me dijo que fuera a un lugar llamado «Hotel Breaston», fui hasta ese lugar y pedí una habitación para pasar la noche, me llevaron hasta una habitación y me entregaron las llaves. Después de estar adentro me quite la ropa y me fui a dar una ducha.

Me desperté cuando tocaron la puerta, me estire un poco y volvieron a tocar.

-Servicio a la habitación- dijo una mujer al otro lado de la puerta.

-Ya voy, ya voy- dije levantándome y llendo a lavarme la cara, después fui y abrí la puerta y una bella chica entro con un carrito lleno de comida.

-Buen día señor, aquí está su desayuno.

-Oye sabes donde puedo ver las peleas de aquí?.

-Si, hay un gimnasio de MMA a tres calles de aquí.

-Gracias- dije y me senté para comer.

Salí del hotel para ir a buscar el gimnasio. Después de casi quince minutos de caminar vi un aviso que decía «Artes marciales mixtas. Gimnasio Power», entre y en la mitad del salón había una plataforma encerrada con una rejilla, a un lado habían sacos que colgaban del techo, al otro lado pesas y cuerdas para saltar.

-Hola, bienvenido- dijo un tipo a mi lado -vienes a registrarte en el gimnasio?.

-Hola, no solo vengo a ver- lo mire y era un tipo un poco más corpulento que yo -cuando hay una pelea?.

-Ahora mismo, en aproximadamente quince minutos-dijo mirando el reloj de su muñeca.

Leaving the underworldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora