-No te iba a dejar aquí sola- le guiñe el ojo y sonreí (claarooo, no me fui a las luchas sin recordar que estaba ahí).
-lo se tontito- cuando dijo eso me hizo recordar a Alex, tuve ganas de matarla pero primero lo primero.
-Está bien- hice una sonrisa forzada.
-Bueno... Entonces?- se mordió el labio y se me acercó -A lo que vinimos.
-Como debe ser- Sonreí de lado y me empecé a quitar la ropa -Pero deja me ducho primero.
Estaba a punto de entrar al baño para darme una ducha antes de todo y justo a la puerta me encontré con una mierda.
-Holaaaa- estaba ahí parado en toda la entrada sonriendo de lado.
-Y tu que mierda haces aquí?- Lo miré extrañado.
-No me extrañaste?- ríe un poco y se pone contra la pared.
-A ti no te extraña ni el diablo- rio un poco.
-como no?- sonrie -si el diablo me ama.
-Ya Nahuel, dejate de idioteces.
-Shhhhh callate que soy Christopher... Y que tenemos aqui?- mira hacia afuera -El hijo de Hades cae rendido a una mortal -Suelta una carcajada.
-Que dices? - lo tomo por el cuello contra la pared.
-Pues eso mismo- me empuja el brazo haciendo que lo suelte -Que estás embobado con una mortal, te tiene tonto.
-Pura y fisica mierda...
-A no?- me mira y sonríe de lado.
-Hijo de puta...
-Si dices que no te tiene así- se encoje de hombros -Ya sabes- se despidió y desapareció.
-Que maldito...
Me duché y después salí del baño, Skarlet estaba en la camo cual pokeball, la tiraron y ahí toda abierta. me acerqué y la levanté, después de vestirme y hacer que se vistiera y la tome de la mano y la lleve a caminar por el parque, le invite un helado y nos sentamos en una banqueta.
-Si murieras hoy, crees que te extrañarian?- la miré.
-Como?- me miro confundida.
-Pues si... Crees que te extraria alguien si murieras hoy?
-Aparte de ti...- pensó un poco -Nadie.
-Quieres decir que yo te extrañaria?- dije sonriendo.
-Bueno... Eso creo.
-Ya veo...
Me levanté y la invité a caminar de nuevo, aceptó sin reproche y fuimos hacia el bosque (Fuaa, que lastima que se apareció ese desgraciado) estuvimos caminando y hablando de su vida, mientras se hacía de noche y nos íbamos adentrando más, después de un rato de caminar me detuve y me senté en el césped, ella se sentó a mi lado y me miró.
-Que lastima esto...
-Qué?- me miró extrañada. Me encogí de hombros y puse mi mano en su cuello.
-Q-que haces? Anto...- No dejé que terminara de hablar y apreté tanto que murió enseguida.
-Tal vez y si te extrañe, quien sabe- respire profundo y después de quitar mi mano de su cuello, quedó incinerada -Fue bueno mientras duró.
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Leaving the underworld
Ficção GeralEl hijo del Dios del inframundo quien ha vivido siempre en el aburrido infierno decide terminar con ello y viajar al mundo de los mortales sin saber lo que conllevará aquello