Narra King
Si me hubieran preguntado hace dos semanas qué pensaba de ser padre, bueno, un terrible intento de padre hubiera dicho “No, no me interesa, no es algo que se adapte a mi”. Hoy, que han transcurrido dos semanas soy capaz de decir “¡¡NI DE LOCO SE ME VA A OCURRIR SER PADRE!! Aunque no estaría tan mal después de lo vivido pero ¡NO!”, esas son mis palabras. •3•
Finalmente, no es algo que se adapte a mi.
Narra Ban
Bueno, eso de ser padre me funciona de maravilla aunque a King le cuesta demasiado trabajo, no tiene idea de cómo tratar a un niño, y pensé que para mi iba a ser costoso para King lo es más.
No deseo estar en su lugar. .-.
Narrador omnisciente
Dos semanas han transcurrido desde que Lisa es la hija de Ban y King, ninguno de los dos ha sabido mantenerse estable pues estar con la niña es como estar en las nubes y bueno, ellos por fuera son un desastre andante, Elizabeth les ayuda con el cuidado de la pequeña pues no saben absolutamente nada de cómo cuidar de niños.
Mientras Elizabeth le daba dulces, mimos y demás Ban y King le daban amor en exceso, muchos momentos cursis, risas, llantos y mucho mucho más decidieron encargarle a la peliblanca a la pequeña castaña pues iban a ir a investigar a la aldea más cercana el cómo cuidar de un niño no sin antes dejarle de advertencia a Meliodas que si toca alguna vez a Elizabeth lo iban a golpear (aunque eso era técnicamente imposible).
Así que emprendieron su dulce viaje hacia el primer pueblo que se les cruzara, claro, sin olvidar ocultar su identidad pues ambos eran muy buscados al igual que los otros. Gownter les deseó suerte, ellos emocionados en alguna parte de su interior aceptaron gustosos los buenos deseos del pelirrojo y así partieron.
• • •
—¡Corre King!—. Decía el peliblanco pues una estampida de animales los iba persiguiendo por culpa del mismo. —¡Idiota, te dije que los dejaras en paz, los dueños deben estar molestos! —.
Ambos corrían como sus piernas se los permitían aunque a decir verdad estaban muy agotados en especial King siendo el pecado de la pereza. Justo antes de aproximarse a la salida más cercana el castaño se desplomó estampando su cara contra el suelo, cierto peliblanco sólo lo vio y tuvo que cargarlo y salir lo más pronto de allí.
• • •
—Hey mocoso, despierta, despierta—. Golpeó su rostro una y otra vez tratando de despertarlo hasta que recordó que había sido su culpa pues lo había hecho correr y no podía ni siquiera flotar, en ese momento no le había pasado por la cabeza que lo cargara, ahora sentía culpa y remordimiento por hacer que hiciera esfuerzo físico en exceso. Tenía que “revivirlo” a lo estilo princesa, pensó.
Su cabeza rápidamente se llenó de pensamientos que, al principio, le asquearon pero después no tuvo de otra pues era responsabilidad de él que le hubiera pasado ello al castaño.
Rápidamente cerró sus ojos al grado de apretarlos, tomar el mentón del menor y acercarse a sus labios; los latidos de su corazón iban incrementando de manera rápida, esto lo ponía nervioso al igual que un niño pequeño.
Sintió algo estampar contra su frente de manera fuerte, se alejó rápidamente y la frotaba de manera suave. —¿¡Qué demonios, BAN!? —. Oyó quejas del castaño. —¿¡Porqué ibas a besarme!?—. Estaban ambos muy colorados, como tomates, ninguno se hablaba en esos instantes hasta que el peliblanco decidió romper el hielo de silencio. —Por que no despertabas, te pegué en el rostro, nada, no había reacción tuya alguna hasta que tuve que recurrir a ese método—. Eso fue suficiente para dejar completamente cubierto de un rojo intenso el rostro del castaño, cierto peliblanco simplemente estaba un poco sonrojado y con nervios.
—Lo siento, sé que no estuvo bien que hiciera eso pero no tenía de otra—. Se disculpaba, ya no sabía que hacer para tratar a ese chico, el menor simplemente bajaba el rostro intentando no mirarlo pues se sonrojaba más, —si eso era posible—. —N-No te preocupes, no es tu culpa igual—. Le dedicaba una tierna sonrisa, una que jamás había visto, una que hacía que latiera su corazón, de una manera distinta.
Ninguno de los dos sabía si eso era algo más, se encontraban completamente confundidos aunque el el fondo, no les disgustaba la idea, al contrario, eso los hacía sentir más vivos de lo que nunca antes se habían sentido. Si eso es llamado amistad, ¿qué sera el amor? Ban se lo preguntaba siempre cada que estaba a su lado, ese castaño lo hacía sentir cosas que nunca sintió ni por Elaine, tristemente no podía decirlo...
Continuará...
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Lucha de pecados por alcanzar el amor {YAOI} {BAN X KING}
FanfictionAviso, esta es una novela ChicoxChico y si no te gusta puedes irte lejos lejos a buscar Yuri y/o Hentai, antes de irte te pido que no insultes a los lectores que les gusta este tipo de novelas ahora sí escribiré la descripción En un intento desesper...