Sí, es amor.

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Algunas semanas después

Los pecados hacían lo rutinario, buscar y buscar a otro pecado hasta dar con él porque después del fallido intento de investigación acerca de cómo ser padres, las cosas entre Ban y King no habían mejorado, y al contrario, se habían puesto ligeramente más tensas ya que en primer lugar, no sabían exactamente cómo cuidar de una niña y en segundo lugar, había momentos en los que el estimado capitán Meliodas, aprovechaba las distracciones que la más pequeña tenía solamente para acercarse y comenzar a disfrutar del cuerpo de la peliplateada; el dejar a la niña sola con la chica y el rubio después de todo no había sido una muy buena idea, o al menos así lo consideró el pecado de la pereza.

Por parte del peliblanco no había mucho que decir, su único defecto era que bebía demasiado y una noche de tantas, tanto se excedió que comenzó a coquetear con varias sillas, convirtiéndose automáticamente en objeto de burlas por lo menos una semana completa.

Había algo que la pequeña entendía con claridad: el haber bebido sangre de demonio no le ayudaba demasiado, aunque al menos era aceptada, claro, siendo controlada para evitar que sus poderes dañaran a otros puesto que lo poco que había bebido había sido suficiente para que una parte demoniaca fuera creciendo en su interior, cosa que no sabía cómo o cuando estaba por explotar y terminar saliendo al mundo exterior, ocasionando daños posiblemente irreparables.

Tanta era su preocupación que en ocasiones cruzaba por su cabeza la idea de escapar para no "ser una molestia", aunque rápidamente esa idea era desechada por dos razones: la primera era que si huía de aquella taberna, la niña nuevamente iba a ser víctima de horribles experimentos y la segunda, era que el castaño se percataba cuando algo andaba mal en ésta. Sí, había algo de "madre" en el oso de la pereza y es que su interior avisaba cuando algo estaba mal, como si aquello lo llamara, casi como si estuviera gritando. ¿Sería eso lo que acaso llaman 'instinto maternal'?

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Los días corrían y como si nada estuviera pasando, los pecados capitales libraban otra batalla, esta vez contra dos fuertes enemigos. La estrategia estaba lista, todos estaban en posiciones pero algo inesperado estaba por ocurrir...

—¡¿Qué demonios haces, Lisa?! ¡No te pongas enfrente! —. Ban gritó desde lo alto de una gran casa.

—¡No puedo quedarme sin hacer nada! Ustedes me han ayudado mucho sin pedir nada a cambio y yo...

Algo definitivamente estaba mal. King y Ban inmediatamente se dieron miradas cómplices y dejaron sus posiciones de batalla para acercarse a la niña lo más rápido que pudieron pero un caballero sacro se los impidió, lanzando uno de sus ataques.

—¿A dónde creen que van? —. Soltó con sorna y poca seriedad en el asunto.

—No te concierne, imbécil, deja de meterte en asuntos ajenos.

Eso molestó tanto al peliblanco que quiso atacar al caballero cuando el rubio lo detuvo.

—Espera Ban, no está observando, creo que acaba de percatarse de algo.

—Lo que sea, ese idiota no se saldrá con la suya.

En eso la más pequeña tomó la palabra.

—Señor Ban, permítame atacar, se lo suplico.

—Ahora no Lisa, estamos en serios problemas y no puedes exponerte de esa forma.

—Señor Ban si yo no ataco o hago algo, esto va a-

La pequeña fue interrumpida por un fuerte ataque proveniente de los caballeros, quien fue inmediatamente reconocida por uno de ellos.

—Mira, qué linda sorpresa Lisa.

—Maldita sea, lo que faltaba... —. Dijo Ban, pues creía que aquello simplemente no iba a tener más remedio que ser resuelto por la violencia.

—¿Pero qué tenemos aquí? Dos pecados capitales protegiendo a una demonio, no es de sorprenderse, su capitán es uno de ellos —. Soltó con algo de burla una de las mujeres que se hallaba allí.

Dicho esto, comenzó a reír.

—Vaya, es agradable verte de nuevo, Dreyfus. Tus visitas son de lo mejor —. Respondió sarcásticamente. La pequeña simplemente se limitó a esconderse detrás del rubio, quién llevó su vista hacia esta de manera inmediata, el dúo captando esto de manera inmediata.

—¡Bastardo, es sólo una niña! —. El albino corrió hasta esta, sujetándola en sus brazos. No podía verla herida, no quería verla herida, pues a sus ojos, fuera lo que fuera, ella era sólo una niña.

—Parece que quieres compartir el mismo destino que ella, pecado de la avaricia —. Respondió secamente.

—¡Dreyfus! Por favor, basta —gritó la peliplateada —, eres un soldado de mi padre, eres uno de los más leales, ¿cómo es que puedes ser tan cruel? —. Se interpuso frente a todos, estirando los brazos para impedir que recibieran un ataque.

—Majestad, ¿no me diga que usted está del lado de los malos? Entienda, esto es por su bien —. Apenas y bien terminó de decir, un albino de ojos color turquesa se acercó al de imponente armadura roja, alzando su espada, invocando una gran tormenta eléctrica.

—¡Elizabeth, retrocede! —. Ordenó el pecado de la envidia, tomando entre manos a la más peliplateada y retrocediendo con esta entre sus dedos, recibiendo un ataque directo, dejando salir una queja de dolor.

—¡Diana, Diana! —. Gritó la joven, aferrándose a los dedos de la castaña, pues la gigante parecía tambalearse gracias al impacto del trueno, finalmente haciéndola caer.

—¡Señorita Elizabeth, señorita Diana! —. Exclamó la pequeña niña, sintiendo acuosas lágrimas escalar peligrosamente hasta llegar a sus bellos ojos, escurriendo entre sus mejillas con un gran pesar —. ¡No les hagan nada, por favor! —. La pequeña niña suplicaba con desesperación, pero sus llantos parecían no ser escuchados, por lo que pronto, algo dentro de ella comenzó a surgir, pero nadie lo notó.

—Es hora de que actuemos, y rápido —. King mencionó, y rápidamente Ban le dirigió la mirada, notando cómo es que éste había accedido a sus palabras. Había quedado un poco sorprendido, pero tratándose de la vida de alguien más, tenían que moverse más rápido antes de que pudieran llevarse a la pequeña, y seguir haciendo cosas atroces como anteriormente lo habían hecho. No era posible eso y ninguno lo iba a permitir.


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Holaaaaa bellas personitas, sé que muchs de ustedes esperaron impacientemente este capítulo, y sé que muchs otros quedaron decepcionads porque me fui a un hiatus enorme y dejé de actualizar otras obras que les gustaban mucho, pero espero que si aún siguen aquí otros tantos, de verdad, trabajaré más duro para ustedes, para por lo menos hacerles un poco más llevadero este tiempo de volver a las actividades presenciales.

Han sido tiempos realmente complicados para tods, pero hey, he vuelto, y de verdad, gracias por seguir apoyando a esta escritora que nada más se desaparece jajajajja pero, en fin; quería desearles un bonito día, no olviden comentar, dejar su hermoso voto y apreciarse a ustedes mismos.

Gracias por seguir aquí, los quiere, yo. ;)

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2022 ⏰

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Lucha de pecados por alcanzar el amor {YAOI} {BAN X KING}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora