huit

1.6K 86 9
                                    

Luego de separarme completamente roja ante la vergüenza y rabia qué estaba viviendo en esa milésima de segundos camine hasta mi sala, con el Dylan atrás, iba con toda la maña en mi ser, así que el primer culiao qué me molestará iba a cachar a la Luna con toda la hueá.

No paso mucho tiempo, en realidad sólo fueron unos minutos y ya tenia al Matías pegado a mí huebeandome a mí y a mi pobre pelo, el culiao quería hacer una trenza, o un nudo, no sé qué chucha estaba haciendo en realidad.

— Matías, para de tocar mi pelo porfa.— pedí amablemente mirándolo con todo el amor del mundo. — ¿cachaí que el pelo se apesta cuándo lo tocas mucho? así que suelta la hueá y anda a jugar con tierra.

Ví cómo hizo un puchero y soltó mi pelo igual que un niño chico cuándo lo retan por hacer algo, sin poder evitarlo me puse a reír y justo en ese instante sentí el timbre sonar, y eso significaba, salir de clases. Tome mi mochila qué estaba con todos los cuadernos y cosas dentro, ubicando está en mi hombro derecho, salí del aula de clases, tenia la mala costumbre de llevar la mochila de un solo lado, desde chica lo hacía.

— Oye, ¡Luna! — sentí directo un tirón de pelo, voy a salir calva de este liceo conchetumare.

— ¡Podí ser más delicada cabra culia!, intento venir ordenada, peinada, linda, toda la hueá y llego a aquí y a la mitad de conchetumares se le ocurre jugar con mi pelo y dejarme fea. — caché cómo el Matías me miró mal pero lo ignore olímpicamente— ya, ¿qué hueá querí?.

—Uy, qué andaí sensible oye.—me ordeno el pelo y la quede mirando con la media cara, voy a terminar pégandole a alguien si siguen con la hueá de tocar mi pelo — ya filo, ¿tú mamá te dejará salir a carretear hoy?

¿carretear? ¿yo? ¿la Luna? ¿mi persona?

— no.—la mire y sonreí.

— ya mentirosa culia, si ya llame a la tía y me dijo que si podías, sólo tenía que cuidar de que no entregaras la flor en mitad de la noche.  —alce una ceja mirándola, ¿y si me dejaron para que chucha pregunta?

¿y si sabís que me dejaron para que chucha preguntaí, ahueoná?

— ¡Ya po, pesa culia! ¿te llego la regla o qué chucha?.

—no me llego nada oh, es qué —me acerqué un poco a ella y le hice un ademán de que se acercara— casi me como al Dylan, pero llego la inspectora culia y antes de que digaí algo, no, no tenía la boca hedionda.

Ví cómo se puso nerviosa y me apunto atrás mío, me gire con calma y note al Matt mirandome con la media cara, ya si tampoco hable tan fuerte.

¿Algo que decirme, Lunita?

— No, ¿debería decirte algo? —pregunté terrible chora, sí, comí pedigree y ando detona, qué hueá.

¿qué te dio por comerte a amigos míos? —pregunto mirándome enojado.

—¿tení amigos? conchetumare, no sabia que un hueón como tú lograba establecer amistades.

Me miró serio y se fue, nunca había visto a un hueón caminar tan rápido cómo el lo hizo.

Al final la Belén se fue todo el rato huebeandome para que le contará que había pasado con el Dylan, tenia que repetirle cada dos minutos que cuando llegáramos a mi casa le iba a contar, hueona impaciente.

— Yapo, Luna, tamos llegando, cuéntame. —insistió nuevamente mi querida amiga, la tome del brazo abriendo la reja y haciéndola entrar a la casa con rapidez.

— Ya, mira, súper breve la hueá, nos miramos un buen rato, nos acercamos y justo cuándo iba a darle un besito, apareció la inspectora culia de la Fresia, y me dio una rabia por la chucha, ¿Sabí cuantos días llevaba fantaseando con darle un beso? y justo tenía que aparecer la vieja, ¡por la chucha!

Entonces sentí la voz del Luciano, y me gire literal como el exorcista.

—Luna, te vino a ver un amigo.

conchetumare.

En unos segundos estaba toda roja mirando al Dylan que estaba súper feliz en el sillón, me veía con una ceja levantada y una sonrisa algo coqueta en sus labios.

— Lucianoooo. —hablo la Belén alargando la "o"— ¿Vamos a tu pieza? es qué tengo una duda de matemáticas y cómo tú erís seco en esa materia, ¿me ayudaí?

El Luciano atinó a asentir todo nervioso y subir medio hueón las escaleras, cabe destacar que se tropezó como tres veces con los peldaños.

—Así que..—en ese segundo capte que el Dylan seguía aquí así que me gire toda hueona a verlo— ¿cómo estái?

moví mis pies toda nerviosa dudando de que responder.

— Pal pico de avergonzada.—admití dudosa, me senté en el sillón que quedaba en frente de él y suspire— ¿y tú?

— Feliz de saber que no fui el único que se quede con ganas de un beso.

feo culiaoahora soy un tómate.

Ya no hueí, ahora estoy toda roja por tu culpa. —hago una mueca tapando mi cara con mis manos— maldito.

Sentí como se paró y acercó a mi, quito suavemente las manos de mi cara y vi su sonrisa, sentí como el color de mis mejillas aumentaba y suspire medio nerviosa notando como mis manos temblaban. Sí, me temblaban de los nervios.

— Te ves bonita sonrojada.—murmuro mirándome aún con una sonrisa— sé que va a sonar súper raro e ilógico, pero en tan poco tiempo has provocado muchísimas cosas en mí, y sinceramente cada vez que conozco algo más de ti, me hace notar que quiero seguir a tú lado, a pesar del mal genio que tienes siempre, eso me hace adorarte y desear aún más que seas algo más que una amiga. Y no pido que me creas, osea sí, pero si no lo haces está bien, sólo quería que supieras que de verdad estoy sintiendo muchísimas hueás por ti, y más reales que la chucha.

Lo mire.

Me miro.

Y sí, le chante el beso, ¿qué más iba a hacer? Si ambos lo deseábamos.




    ¡Holaaa!♡
volví🐇, espero les guste el capítulo, wi.
¿esperaban el beso de la Luna y el Dylan?, yo sé que sí ;)
ah, yaKSLDKDL qué estén bien bbs.
Gracias por leer. ♡

           

¿Tení toallitas higiénicas? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora