Una nueva vida.

La verdad sobre mi vida

El sudor corría por mis mejillas teñidas de rojo por el calor, agotamiento y cansancio, mi made era imparable me derribaba sin problemas, pero yo me esforzaba cada día más en vencerla en la lucha.

- Esta bien por hoy hemos terminado Clary 

-Uff menos mal creía que me iba a morir aquí 

Ve a cambiarte y ve a la cocina tenemos que hablar- Y dijo esto último con preocupación, yo sabía que no era algo bueno así que asentí y me fui a cambiar.

Después de una ducha de agua caliente me puse unos vaqueros pitillos ajustados azules, una camisa verde que hacía juego con mis ojos y unas botas negras de tacón.

Vajé a la cocina do de ,e esperaba mi madre con aspecto preocupado.

- Mamá, ¿ Qué pasa?- Pregunté preocupada

- Tengo que contarte algo muy importante Clary, como ya sabes hace 14 años hubo un levantamiento...

-Si eso ya lo sé, subterráneos contra cazadores de sombras...

-No Clary dejáme terminar, sabes que hubo un levantamiento pero lo que no sabes es que yo estuve allí y que luché del lado de los subterráneos y que me rebelé contra el Círculo y que ese Círculo lo lideraba tu padre- Cuando dijo la palabra padre me quedé pasmada mi madre me había dicho que me padre había muerto asesinado por un hombre lobo, las láguilas empezaron a caer de mis ojos, ¡Porque no me lo dijiste!¡Porque no me dijiste que mi padre era un psicópata! no podía aguantar las lágrimas que caían de mi rostro aSí que dejé que calleran como riachuelos por mi cara  - Clary escúchame vale, te lo contaré todo pero necesito que te tranquilices- Al ver que no decía nada, empezó a hablar- Hace 16 años me casé con Valentine Morgenstern, meses después de la boda me quedé  embarazada y Valentine me drogó y convirtió a mi hijo en un monstruo, le inyectó sangre de Lilith. Cuando el bebé nació decidimos ponerle Jonathan, Jonathan Christopher Morgenstern. Pronto  me dí cuenta de que el niño era un monstruo y de lo que podía hacer, pero me obligué a quererlo y al final lo conseguí, aprendí a amarlo y a apreciarlo, descubrí que estaba embarazada otra vez e intenté mantener la calma, pero no podía, porque temía por lo que Valentine le pudiera hacer a mi bebé, durante días me negué a comer lo que Valentine me daba, al ver que no comía se preocupó, y al cabo de un mes se dio cuenta de la razón por la que no comía a si que un día mientra yo dormía me inyectó sangre de Ithuriel en mi vientre. Al día siguiente me desperté feliz y con energías y por una vez en meses comí la comida que Valentine me dió, lo que no sabía es que está tenía polvos de sangre de Ithuriel mezclados en ella, durante días me volví más segura y me enteré mejor de lo que estaba pasando así que decidí ir a ver a cada jefe de cada clan de subterráneos en Iris y les conté que Valentine planeaba hacer un levantamiento contra los subterráneos  y matarlos de una vez, ellos me creyeron y juntos planeamos el levantamiento to que salvaría a los subterráneos, el día del levantamiento fue todo un caos, el Círculo había decidido atacar a los subterráneos el día de los acuerdos y así fue, sangre no hacía más que ver eso, de pronto no ví a Valentine y me preocupé, fuí corríendo hasta mi casa y la encontré destruida y ardíendo , no se como pero entré, yo ya había planeado mi fuga y lo tenía todo listo así que me fuí pero cuando me iba a ir encontré dos cadáveres, creía que eran de Jonathan  y Valentine, pero supe que no eran ellos pues me acerqué llorando hasta ellos y le habrí los ojos al niño y ví que no era Jonathan y supe que Valentine había hecho esto para dar a creer al mu do que el ysu familia habían muerto y llorando me fuí de lo que antes había sido mi vida. Cuado llegue a New York compré un apartamento , seis meses después naciste y en cuanto te ví supe que eras mi niña y que haría lo que fuera por tu,  yo quería apartarte del mundo de las sombras, pero pronto me dí cuenta de que no podía pues algún día verías algo relacionada con él y yo jo sabría que decir, así que compré una casa en las afueras de Brooklin, donde podría criarte y enseñarte todo sobre el mundo de las sombras.

Cuando mi madre terminó de hablar seguí igual que antes; rígida, pálida y con lágrimas surcando mis mejillas, de pronto oímos un ruido que venía de la puerta principal y entraron dos hombres exactamente iguales; pelo rubio platino, piel pálida, cuerpo fuerte y con dos sonrisas malvadas. Pegué un grito pero fue ahogado por el silencio, porque la oscuridad se me vino encima.