II • don't disturb.

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Fly in Seoul estaba cerca. Se aproximaba la fecha del primer concierto, y los miembros de GOT7 ya estaban avisados de la ausencia de su líder. La lesión de Jaebum había empeorado, por lo que el equipo médico y el staff decidieron dejarle fuera para que pudiese descansar.

Sin embargo, había seis miembros trabajando duro para llenar ese espacio vacío que por demás el segundo mayor dejaría.

Y había una persona en particular bastante... emocionada por una parte en específico del show.

Se había tomado el tiempo de hacer con sus propias manos un pequeño cartel, donde ponía "no molestar" en letras muy grandes con marcador negro, adornado con destacadores neón en caso de que el mensaje no quedase lo suficientemente claro. Jinyoung gozaba de la suerte de tener un cuarto para él solo, y su temperamento era bien conocido por sus compañeros, así que probablemente la advertencia era innecesaria.

Pero no estaba de más, en absoluto; no cuando había un ente vagando por el piso, lloriqueando en su miseria. Sí, Im Jaebum, quien había comenzado incluso a sentirse... excluído, solo.

Jinyoung y los demás le comprendían, estaba claro; pero su comportamiento infantil lograba sacarle de sus casillas. Sus expresiones de niño con berrinche, la costumbre que había tomado de ir a comer al salón completamente solo, sus "lloriqueos" infinitos. Alguien tenía que ayudar a ese pobre hombre. Y Jinyoung no sería esa persona, no; porque, aunque quisiera, los conciertos les pisaban los talones y había un show que presentar.

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La música sonaba bajito, lo justo para llevar los pasos a tiempo y memorizar la letra él solo, sin sus compañeros burlándose del empeño que ponía el vocalista en dar una buena presentación. Y, claro, es que aún tenía muchas cosas que ajustar, partiendo por la peluca (que wow, qué bien le quedaba, aplausos para su estilista que la escogió) y el ajustado vestido, que enseñaba más de la cuenta para un varón.

Reanudó el coro al haber olvidado momentáneamente parte de la coreografía, sin ser consciente de que alguien había violado su regla. La puerta se abrió apenas un poco, lo suficiente para que Jaebum pudiese espiar a su compañero durante los siguientes minutos.

Pero el destino era cruel, (o él era muy torpe a veces) y había decidido delatarle al hacerle perder el equilibrio y tropezar, abriendo la puerta de par en par sosteniendo inútilmente el pomo, provocando que Jinyoung diese un respingo y un fuerte grito después.

ㅡ¡¿Qué estás haciendo, animal?!

Se arrebató la peluca, como un niño que había sido pillado por su madre cantando canciones de Britney Spears, gritando maldiciones en dirección a su líder quien no podía parar de reír, empeorando el estado rabioso y avergonzado del menor.

ㅡ¡Cierra la maldita puerta, idiota!

Jaebum retrocedió instintivamente, cubriéndose los labios con una de sus manos mientras murmuraba infinitas disculpas. Poco sinceras, por demás. Entonces, cuando ya se encontró fuera del cuarto, fuera de peligro, de la furia de su compañero, y apenas dejó una obertura en la puerta, murmuró:

ㅡDeberías utilizar ese atuendo conmigo uno de estos días, bebé.

Y abandonó la estancia, corriendo a la velocidad máxima que su adolorida cadera le permitió. Quizá su chico lo pensaba, podía meditarlo. O quizá le terminaba de partir la espalda de una patada.

Con Jinyoung nunca se sabía, de todos modos.

୭̥  jjproject book.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora