Hasta Viejitos Chim Chim 《Kookmin》

Capítulo 1

Era verano, la mejor temporada del año, donde el clima es tan cálido y el paisaje tan colorido.La vida ha cambiado tanto estos últimos días. Jimin recién se había mudado a Gangnam dejando atrás todo lo que conocía: sus amigos, su familia, su colegio, su antigua casa. La madre de Jimin fue ascendida de puesto en la empresa en la que trabajaba. Por lo que tuvieron que dejar su hogar en Busan para sumergirse en los aires de Seúl. – Ánimo Jiminie, Seúl es una gran ciudad, estoy segura que harás nuevos amigos y seras muy feliz ¡Ya verás!– le animó su madre con un abrazo y un maternal beso en la mejilla. Jimin le dedico una dulce sonrisa, aunque un tanto apagada. Busan lo era todo para él y dejar la ciudad fue como perder gran parte de sí. Él amaba su casa, amaba su colegio y amaba a sus amigos. Alejarse de Namjoon y Jin definitivamente fue difícil para él. Ellos habían sido sus mejores amigos desde que apenas tenía uso de razón. Definitivamente les extrañará en demasía. También extrañaría las vibras de Busan; extrañaría caminar por lo playa junto a sus amigos y los ratos en que iban a jugar al cyber café que se encontraba unas cuadras de su casa. Fueron tantos hermosos recuerdos los que en aquella ciudad dejó, que aunque no lo diga su corazón duele.

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Durante el camino Jimin se mantuvo sumergido en el paisaje con la mente en algún otro lugar, para cuando retomó el sentido ya habían llegado a lo que sería su nuevo hogar - Es hermosa ¿No Jiminie?- expresó la mujer un tanto curiosa- Sí, definitivamente es hermosa mamá.- estoy tan ansiosa de que traigas a tus nuevos amigos aquí ¡sin duda alguna les prepararé mis deliciosos pastelillos de arroz! - Calma mamá, apenas hemos llegado ¡Y ya quieres que traiga amigos!- le miro impávido- Jiminie desde que tu papá falleció tú y Taemin han sido mi razón de ser, deseo tanto que puedan acoplarse a esta nueva vida- Yo de verdad quiero lo mejor para ustedes- Lo se mamá y de verdad te lo agradezco, te amo mamá - el menor acogió a su madre en un cálido abrazo- ¿Oigan se olvidan de mí? Tras que me dejan desempacando la mudanza solo ¡Me excluyen del abrazo familiar!- alegó con indignación- No seas dramático Taemin y ven acá- El hermano mayor no dudó en unirse al abrazo familiar- Ahh mis hijos, mi motor para seguir adelante. Los amo tanto chicos.- También te amamos mamá ¡Eres la mejor! - ¿Qué les parece si dejamos la mudanza y salimos a comer algo? Escuché de un lugar muy bueno para comer muy cerca de aquí- exclamó la mujer con gran simpatía- Me parece bien ¿Qué crees Taemin?- preguntó Jimin- a mi igual- Bueno no se diga más, vayan a lavarse la cara chicos, los espero en el auto- plantó un suave beso en la frente de los chicos antes de marcharse. Había sido un largo y cansado día, Jimin se encontraba lleno de dudas respecto a como sería su nueva vida. Pero por esta ocasión dejaría de pensar en ello y se dedicaría a disfrutar este momento con su madre y su hermano. Pues sin duda alguna, mientras los tuviera a ellos todo estaría bien.

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Esa tarde Jungkook se encontraba particularmente contento. Es que como no lo estaría, si a los 16 años ya había conseguido su primer empleo y estaba más que ansioso pues hoy sería su primer día de trabajo. Más entusiasmado no podía estar, Jungkook era un joven dedicado en cuanto a cumplir sus metas se refería; por lo que trabajar para conseguir algo de dinero sería más que sencillo para él. Pero definitivamente debería irse si desea llegar a tiempo en su primer día de trabajo – ¡Santo Cielo! Son las 2:30 debo macharme, ¡Adiós mamá me voy al trabajo! ¡Deséame suerte! – Parló mientras abandonaba la casa con entusiasmo – ¡éxito en tu primer día hijo! No olvides las llaves amor – Sin más Jungkook se emprendió en el camino, el cual ese día lucía un tanto especial. El sol irradiaba con intensidad, las personas parecían estar en plena armonía entre sí. El menor andaba tan sumergido en su alrededor que no se había percatado que ya se encontraba frente al restaurante en el que trabajaría – Buenas Tardes abuelo Kim  – ¡Hola Jungkook muchacho! ¿Cómo andas? ¿Preparado para tu primer día de trabajo? – Estupendo abuelo, sin duda alguna ¡Estoy más que preparado!- respondió con gran entusiasmo- Anda ve a ponerte tu uniforme que ¡Esto está por ponerse salvaje!- El abuelo Kim no exageraba, El restaurante de Los Kim era muy reconocido por el área; pues el buen servicio y la comida exquisita no podían ser mejor carta de presentación- Buenas Tardes Bienvenidos al restaurante de los Kim, en qué puedo servirle- Buenas tardes, una mesa para tres por favor- respondió la hermosa dama- por supuesto pase por aquí- El abuelo Kim los dirigió a la mesa- Aguarden un segundo que un mesero vendrá a atenderles- La señora Park agradeció el gesto. Había recibido muy buenas recomendaciones del lugar y sin duda alguna no se habían equivocado en lo absoluto. Jimin pasó a tomar asiento junto a su madre y hermano. El restaurante era hermoso, un lugar colorido y hermoso con cuadros, pintados a mano, de los lugares más hermosos de Daegu. Al fondo se encontraba una foto de la familia Kim, lo que a Jimin le pareció realmente curioso. Cuando Jimin se disponía a ver más de la foto cuando algo, más bien alguien, interrumpió su vista- Buenas Tardes, Mi nombre es Jungkook y les estaré sirviendo el día de hoy.- Jimin se quedó asombrado ante aquel joven mesero que se disponía a atenderle. Pues ese joven tenía una voz increíble y la sonrisa más hermosa que Jimin ha visto en toda su vida, sus ojos grandes y brillantes iban a tono con la suave piel de aquel joven muchacho. Para Jimin fue como haber visto a la perfección en persona. – Yo deseo estofado de pollo picante- respondió la mujer – y yo quiero ramen picante con camarones- respondió el hermano mayor- Y usted que desea joven- pregunto Jungkook- Yo...yo, Yo deseo- Que ha pasado hermano ¿Te ha comido la lengua el ratón?- musito Taemin un tanto juguetón- Jimin sintió su cara arder, él había ordenado antes y nunca se había sentido tan nervios. ¿Por qué repentinamente sentía un inmenso deseo de escapar de allí? ¿Por qué ese joven tan jodidamente apuesto le miraba así? Definitivamente eso no ayudaría para nada – Yo quiero Kimchi y arroz- soltó finalmente- Kimchi será- respondió el castaño dedicándole una leve guiñada. Jimin se quería morir como es que ese joven tan jodidamente apuesto fuera tan descarado como para mirarlo de esa manera. El definitivamente no saldría vivo de allí, no con el castaño ahí presente. ¿Sería posible enamorarse a primera vista? ¿Habría sido suficiente solo una sonrisa para que él quedara totalmente flechado? Es difícil de explicar, pero definitivamente algo dentro de Jimin había cambiado a partir de la sonrisa de aquel joven castaño.