El cielo

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Azul, días más claros, otros más oscuros,
días alegres y soleados, días grises y con nubes, días negros y con lluvia.
De noche y de día.

Sin más el cielo en cada uno de sus estados, días resplandecientes y otros melancólicos.

Tan sólo con mirarlo me inspira algo cada día, perfecto, maravilloso, infinito, me enamora, me envuelve y me hipnotiza.

Es un amor que no tiene fín, siempre está ahí si miro arriba, sobrepasa mis límites, sentimientos inexplicables al mirarlo, mi corazón latiendo más fuerte y mi alma suspira.

Hablo de tus ojos, de tus dos mares reflejados en el cielo, ganas de bañarme en ellos, de que me seduzcan y me miren con la misma intensidad.

Extraño tu mirada clavada en mis ojos, me mirabas tan intensamente y con tanta pasión.

Miles de sentimientos veía en tus ojos cada vez que me mirabas, mi cuerpo se estremecia, me vibraba, me hacía sentir viva y mi felicidad era inmensa.

Mirarlos era como mirar al cielo, cada parte de mi cuerpo se perdían en ellos, estaba dentro de tí, horas mirándolos y así estaría toda mi vida.

Ya no podré verlos, están tan lejos de mi como yo del cielo pero están y puedo verlos cada vez que miro el cielo.

Días más claros, otros más oscuros, días grises y con nubes, días alegres y soleados, días negros y con lluvia. De noche y de día.

Sin más tus ojos en cada uno de sus estados, días resplandecientes y otros melancólicos.

Siempre inspirandome, enamorandome, hipnotizandome. Contemplarlos alegres, claros y sonriendo me alegra la vida.

Simplemente tus ojos.

Luminiscencia incandescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora