Contigo no hacía falta nada, me sentía en las nubes sin necesidad de tocarme. Me mirabas y el tiempo se detenía, me tenías flotando en el cielo de tus dos mares de agua salada.
Tan sólo sentir el roce de tu piel con la mía, me temblaba todo el cuerpo, siempre quería más, todas mis terminaciones nerviosas pedían de tí; tus manos recorriendo todo de mí, tu boca perdiéndose en cada rincón de mi cuerpo y tus ojos mirándome con tanto deseo.
En tu mirada podía percibir lo que sentías en cada momento, en cada beso, abrazo, roce. No hacía falta hablar para entendernos.
La explosión que sentíamos cuando nos mirábamos fijamente, sentíamos que todo era eterno aunque sabíamos que se acabaría, pero ese momento quedará para siempre en nuestras almas.
Porque contigo cada momento fué eterno, los días que vivimos están marcado en lo más profundo de mi ser.
Contigo aprendí lo que es dejar huella y siempre te recordaré como el huracán que llegó sin avisar arransando con todo dando un giro a mi vida y marcharse sin más dejándome mucho aprendido.
Contigo aprendí el amor más intenso que pueda existir. Y no me arrepiento, al contrario, lo volvería a repetir mil veces más.
Contigo todo me sabe a poco y siempre tendré ganas de tí.
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Luminiscencia incandescente
PoetryEntre tanta oscuridad es difícil ver la claridad pero si buscas en tí, encontrarás la verdadera luz al final del túnel y lograrás liberarte. En este rinconcito encontrarás pequeñas partes de mí: textos o poemas desde lo más profundo de mi ser, dolor...
