II. Prologue

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"¡Ay de la bestia hombre triste y loca! ¡Qué ataques le dan, qué antinaturaleza, qué paroxismos de locura, qué bestialidad de la idea le embarga en cuanto se le impide mínimamente ser bestia de hecho!"

                                                                                                        —F. Nietzsche.

•••





Las manos de Jimin estaban ensangrentadas, su rostro estaba irritado por todas las lágrimas que aún no detenían su paso mientras cargaba delicadamente a su madre en sus brazos. Estaba desesperado, y aquella trágica escena solo empeoraba la reputación de aquel indefenso joven. Demasiado indefenso.

Las noticias de mi pequeña presa corrieron rápido y no dudé en ir tras ellas. Lo necesito.

Últimamente, ese chiquillo se había convertido en mi dulce obsesión, sentía que no podía vivir un segundo sin ver su hermoso rostro y que lo único que necesitaba era tenerlo, olerlo, hacerlo mío, y afortunadamente el plan estaba saliendo al pie de la letra, solo faltaba que aquel hermoso ángel admitiera su decadencia.

Me he enterado de cosas muy sucias de mi pequeña presa, y es normal, todos tenemos algo oscuro a lo que temer si este sale a la luz del público, pero esto en particular, me hacía enloquecer aún mas por él.

Esta rata escurridiza era una zorra, pero si queremos que suene menos despectivo, un stripper. Y todo era demasiado obvio, él llegó a ese jodido límite por el simple hecho de tener una complicada situación familiar y es que, ¿Quién no caería en aquel infierno estando en una constante presión como esa? Bueno al menos yo no lo haría.

Pero es hermoso si él lo hace, y corrompible si lo toco yo.


Oh, mi precioso Park Jimin, cada día me encantas más.

•••


Jimin's POV


Seokjin no tardó en llegar. Cuando lo visualicé, él  ya venía corriendo hacia mí, con los ojos desesperados, los mismos que yo tenía. Estando lo suficientemente cerca de la escena, tomó a mi madre en brazos y se dirigió a mí.

—¿Puedes caminar Chim?

—Eso creo.—Hago una mueca de dolor mientras me levanto.

—Bien, te necesito en buenas condiciones ahora, ¿Si?—Sonrió y encaminó sus pasos al auto.

Aquella sonrisa provocó algo en mí, algo profundo que hizo que el dolor de los golpes en mi espalda mágicamente se apaciguaran. ¿Amor? joder no lo creo, ¿Protección? probablemente.

Me dirijo rápidamente al auto de Seokjin, quien estaba aún subiendo con extremo cuidado a mi madre en la parte trasera de este. Habíamos perdido mucho tiempo y no sabía si mi madre aguantaría un poco más, quizás la perdería.

Me senté en el lado del copiloto y no pasó mucho para que Seokjin se sentara a mi lado. Me miró con esa mirada difusa que dejaba ver un mar de sentimientos chocando contra otros, tomó mi mano mientras arrancaba el auto con velocidad y sin decir nada la besó. Y lo que fue peor, yo no me resistí.

—Todo saldrá bien, confía en mí.— Fue lo último que dijo cuando arrancó el auto a toda velocidad al hospital dejándome paralizado.

Mierda, ¿Por qué me hace esto justo ahora?


El ambiente durante el camino hacia el hospital fue denso, Seokjin y su repentina "forma de afecto" logró cagar más mi estado mental, le oí decirme repetidas veces que me calmara que todo estaría bien, pero estaba tan hundido en mis pensamientos que no le presté atención, después de todo él es mi mejor amigo, se supone. Pero eso no importa ahora maldita sea, se está muriendo mi madre no es momento de pensar en estupideces.

BESTIA || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora