Cap. 32 ¿Me Veo Presentable?

173 12 1
                                    

Tres semanas antes

•Martes

Era el día libre de Ross y Laura, libre para hacer cualquier cosa que quisieran; no podían cometer un delito ni nada parecido, pero tenían la posibilidad de elegir a que hora se levantaban, o si se cambiaban o no el pijama. No les correspondía ir a la cafeteria, ni con la banda en el caso de Ross. Simplemente era su día de descanso. Un martes en el que Marie no se presentaba, en el que llamaban a otro empleado con el mismo cargo que Ross, en el que los chicos de R5 daban paso al amor y aceptaban que el miembro más chico era presa de éste sentimiento. Antes de Ross, Laura no disfrutaba de sus tardes sin compromisos, pues las pasaba sentada en casa, preguntandose unicamente si los clientes de Starbucks extrañaban la música que ella tocaba. Mas sin embargo ahora, las cosas eran diferentes, y estar con Ross era un placer que se permitía experimentar. Menos de 24 horas antes ambos habían acordado que irían a buscar un nuevo departamento, uno más grande. Requerían más especio para el bebé que venía en camino, él necesitaría su propio cuarto. A pesar de eso, existe algo llamado tiempo del que Laura pensaba disponían demasiado, y con los últimos sucesos y la cena que se les presentó para esa misma noche, decidieron dejar la busqueda del departamento para otro día. En lugar de eso, pasaron la mayor parte de la mañana tirados en el sofá, uno encima del otro, cambiando de posición de vez en cuando, mirando peliculas y comiendo cuanto se le antojaba a Laura, de hecho, ella fue la que más comió. Comía por dos. Cuando dieron las seis de la tarde, se levantaron para empezar a alistarse. Cenarían con Vanessa, y querían verse bien. Laura no sabía si era ella o Ross el más vanidoso, pero lo valía. Además, para el chico era de suma importancia que todo saliera bien. Era el novio de Laura, un buen novio consideraba él, y quería demostrarlo en cada oportunidad que se le presentara. Esta era una buena oportunidad. Se dieron una ducha- por separado, si no habrían tardado más de dos horas en estar listos -, Laura no terminaba de elegir su atuendo, de pronto sentía que todo le quedaba mal, que se veía gorda, lista para rodar por el suelo, lo cual era una exageración, pues el embarazo no era algo plenamente obvio en ella todavía. Su vientre se había extendido, cierto, y Ross lo notó, y ella lo notaba, y creyó que todo el mundo lo notaría. El vestido blanco que traía puesto mientras se miraba al espejo ya no le gustaba tanto como hace cuatro meses cuando se lo regalaron. Ross la miró, y no apartó los ojos en lo que parecieron horas. Eso no ayudó mucho.

—Deja de verme así, luzco pesima, ya lo sé.—se quejó Lau, alzando los brazos y luego tirandolos a ambos lados de su cuerpo. Hizo una cara de desilusión en extremo adorable, que de alguna forma logró que Ross reaccionara.

Su reacción fue parpadear.

—¡No!—soltó finalmente, alzando los brazos también, como si eso pudiera cambiar algo—Estás preciosa, tan preciosa como hace cuatro meses.

Con su tono relajado y una sonrisa iluminandole el rostro caminó hasta Laura, sentandose frente a ella en la cama que ambos compartían. El rubio traía sólo una toalla puesta, acababa de salir de la ducha. Puso ambas manos en las caderas de Laura haciendo que ella también lo mirara.

—Tal vez con otro vestido...

—No.—repitió—Éste es perfecto. Me recuerda nuestra cita en la playa.

La miraba con tanta atención, le recorría el cuerpo de arriba a abajo, y de regreso, sin dejar pasar ningun detalle. Había tanto amor en sus ojos.

—Quizá porque fue el que usé en nuestra cita en la playa.—respondió con una sonrisita.

—Te deseaba mucho esa noche, pero parece nada comparado con cómo te deseo ahora.—dijo con esa voz varonil de la que podía presumir.

A Laura se le acaloró el cuerpo y se le encendieron las mejillas.

Coincidencias ♥ |Fanfic-Raura|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora