《 She 》

Seis

A pesar de lo mierda que me sentía y de lo mucho que odiaba a cada pareja que pasaba al lado mio, aún tenía esperanza que vuelva ella.

Ya terminé mi carrera de profesora de primaria.

Nadie sabía nada de ella, era como si la hubiese tragado la tierra.

En todo esos años no estuve con nadie, salí con mis amigas, bebí, besé a algunas chicas e incluso me acosté con algunas, pero nunca volví a estar en una relación.

Mamá dijo que tenía que ir a un psicólogo yo le dije que no estaba loca.

Ya no vivía más con mis padres, vivía en un departamento que compartía con mis dos mejores amigas, Dinah y Normani. Fueron un gran apoyo para mi en estos últimos años.

Quería olvidarla pero no podía, mi corazón le pertenecía. Tenía miedo de no progresar y quedarme estancada.

Aunque fue difícil continúe con mi vida y ya no pensaba tanto en aquella vecina de ojos verdes.

Intenté estar en pareja pero no podía, no aún.

"¿Camila?"

Y mi mundo se volvió a caer en aquél instante, no podía ser verdad.

Me giré y sí, era ella. Pero no ella, estaba más hermosa de lo que recordaba, ya no era más aquella niñita que me decía que no toque sus muñecas, ya no era más aquella adolescente que me sacaba suspiros tras suspiros, era una nueva versión de ella.

"Hola" susurré, parecía que hubiera visto un fantasma, pero.. ¡esto no puede ser verdad! Después de casi cinco años sin saber nada de ella aparece así como si nada a saludarme.

"Wow, cambiaste un montón Camz"

¿Camz? De verdad me llamó así después de cinco putos años sin saber si estaba viva, si tenía comida, un techo o algo.

"¿Cómo estas?" Me preguntó como si nos hubiéramos visto toda la maldita vida. "¿Estás bien? Te veo un poco pálida"

No podía decir nada, estaba ya dudando si esto era la realidad o estaba soñando, ya que en estos últimos años lo único que estaba en mi mente era ella, sueños en donde ella volvía y todo volvía a la normalidad o simplemente despertaba de esta pesadilla.

"Sí, estoy bien" hablé con una sonrisa a medias "¿Y tu? Estuvimos sin saber nada de ti" hable sin ninguna expresión, aún tenía dudas si esto era la realidad.

"Normal" dijo sin más encogiéndose de hombros, hasta que escuché una vocecita.

"¡Mami!" Gritó una niña, me giré y venía una niña corriendo hacia nosotras, específicamente hacia ella.

Lauren sonrió a la niña y se puso a su altura "Bebé no tienes que correr" sacó un pañuelo de su bolso y limpió el sudor de la frente de la niña, mierda estaba en shock.

Esto no podía ser real.

"Tengo sed mami" habló con la voz entre cortada. Lauren sacó una botella y se la entregó. "Mami soy más rápida que los niños" habló orgullosa la mini copia de ella y mierda que eran iguales.

"Bebé ¿por qué no vas a jugar mientras yo habló con ella?" La niña me miró, tenía los mismos ojos que los de su madre, hermosos e intimidantes. Le dio un besó en la mejilla a Lauren y se fue corriendo a los juegos.

"No sabía que tenias una hija" hablé aún mirando a la niña que estaba demostrando a los niños como corría.

"Nadie sabe" murmuró y la miré, tenía la mirada pérdida. "Hago todo para que no le falte nada"

Emma Michelle Jauregui, tres años de edad.
El padre no sabe de la existencia de la pequeña, ya que cuando estuvo con Lauren desapareció el mismo día. No les contó a sus padres por miedo.

Me contó el porqué me dejo "tenía miedo" me dijo, miedo de lo que dirían los demás, lo que dirían sus padres, miedo de lo mierda que pueden ser las personas por como eres. La entiendo yo también tenía miedo cuando estábamos juntas.

Me contó que terminó su carrera, profesora de arte. Había días que tenía que llevar a su pequeña al colegio ya que no tenía con quien dejarla.

También me contó que la única que sabía de la existencia de su mini copia era Ally, tuvo que obligarla a que no le contara a nadie, por el miedo de lo que puedan decir.

Se mudo a muchos departamentos ya que no podía pagar las cosas, también me contó que estaba en busca de uno y que tenía miedo de perder todo, pero intentaba ser fuerte por su hija.

"Bienvenidas" abrí la puerta con una sonrisa y las dejé entrar, a pesar de todo no la podía dejar en la calle con la pequeña.

"¡Mami mira tienen un microondas!" Se escuchó la pequeña voz, me pregunto lo cuan sufrieron o si alguna vez pasaron hambre.

"¿Tienen hambre? Podemos pedir algo o cocinar" solo quería desaparecer, ella aún me pone nerviosa.

Tuve que hablar con mi amigas para contar lo que ocurrió y el que apareció Lauren, y que ahora viene con un paquete.

Cuando cruzaron la puerta mis amigas estaban sorprendidas al ver a la pequeña niña mirando unos dibujitos en la televisión. Era una copia exacta de Lauren.

Los días pasaron, me sentía mal e incomoda porque ella estaba devuelta, pero trataba de que el ambiente no sea muy incomodo. 

Solo quería que esto fuera un sueño, que ella nunca me hubiera dejado, que nunca me hubiera roto el corazón, que nuca ocurriera nada de lo que paso en estos últimos años.