Secreto Hyuga ||Byakugan Prohibido||

Acto Desesperado

«¿Por que...?»

—¡Hinata!¡Hinata!...¡Hinata!
¡Hinata! —vuelvo a gritar con fuerza e intensidad—. ¡Hinata! —la llamo de nuevo logrando secar mi garganta únicamente sin obtener respuesta.

Cada fibra de mi ser esta atrapado por la desesperación e inutilidad.

«¿Por que Hinata tiene que llegar a este extremo?¿Por que tiene que ser tan temeraria?... Si sigue podría morir... ¿Por que?»la respiración escasea en mis pulmones pero no más que mi desesperación.

—¡Hinata!
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Mi nombre es repetido punzando los oídos, lentamente comienzo abrir los ojos sintiendose pesados, todo gira impidiendo pensar, con voluntad lucho para no perder lo conciencia.

Parpadeo un par de veces apartando la oscuridad y el aturdimiento que trata desvanecerme.

«La razón por la cual estoy pasando todo»mi mente automáticamente me reclama a despertar.

—¡Hinata! —resuena en mis oídos.

Giro mi cuerpo igual a una pesada piedra, apoyo ambas manos contra el suelo doblando los codos, flexiono rodillas para darme mayor impulso comenzando a levantarme, mis piernas flaquean débilmente por ceder.

—Ahhh... —caigo saboreando el fracaso en los labios.

Hay dolor agudo en mi cabeza y el cuerpo parece desgarrarse con solo pensar en moverme.

«Yo... Tengo... Que... Poder»

Nuevamente apoyo manos en el suelo, otra vez segundos pero con éxito. El suelo es lo primero que veo, la visión aun es borrosa, la cabeza duele cada vez mas. Seguido obligo que mi cuerpo responda caminando con la vista puesta hacia las siluetas distorsionadas aún en la distancia.

«Naruto-kun... Esta sufriendo ahora»me convenzo que esto es insignificante.

Instantáneamente mi brazo izquierdo rodea el costado tratando de desparecer cualquier sensación.

«Mis costillas están rotas»

Mientras en la boca degusto el sabor metálico de mi sangre en cada respiración ahogada que claman mis pulmones y mi pierna derecha quema entumecida impidiendo avanzar.
Cada paso que realizo es lento y torpe. Cada paso es un gran infierno, el silencio es martirio.

«No es nada»reprimo contrarrestando los deseos de mi cuerpo a rendirse.

Un cosquilleo recorre mis piernas, en un segundo la tierra besa mi mejilla y el sabor de la tierra se mezcla con la sangre en mi boca.

«No me detendré»atrapo profundamente el tormento.

Vuelvo a colocar las manos en el suelo con todas mis fuerzas, ambas piernas tiemblan por el dolor. Llego a sentir lágrimas cálidas salir de mis ojos al instante nublando la visión poca que tenía solo por intentar.

Un gesto apenas perceptible.

—Detente... Hinata... Ya no te acerques mas —escucho que Naruto susurra con voz suave y lenta.

—¡No huiré! —azota la mano en el escritorio.

Recuerdo mientras sigo ignorando las palabras de Naruto por primera vez.

Todo indica que no debería seguir.

—...Nunca podrás cambiar —siento las palabras hirientes que dice Neji cargadas con desprecio.

—¡Si puede!¡No decidas lo que puede o no hacer una persona! —escucho el grito de Naruto-kun molesto desde su lugar, deteniéndolo todo.