Sucesos Importantes

353 40 3
                                    

Neji

Indescriptible, no comprendía que emoción recorría con más fuerza en mí cuerpo desde la cabeza a los pies.
Incapaz de pensar lo que ocurría.

Aquello que podía más que mí control mismo, de lo que sentía y hacia, de lo que recién había pasado...

«Preocupación. Frustración. Conmoción...Temor...»trato de darle el nombre correspondiente por lo que originaba.

Para aquello que podía suceder...

Y dónde la causante era ella, solo ella. Mayor aún por esa nueva aura tan diferente que emanaba en todo momento, tan familiar y distinta al mismo tiempo.

«Demasiado grande...»

El tiempo pasaba tan lento, tan despacio, casi eterno desde esa sentencia y entre más avanzaba era peor, mucho peor.

De pronto una figura se interpone sobre mí de la cual tardo en indentificar perdido en mí propia cabeza.

—Ko... —reconozco su rostro con el familiar pañuelo en la cabeza.

Ha de querer respuestas, querer saber lo que ocurre, desear disculparse y más.

—Neji-niisan...

Mi respiración se corta quedándome plasmado.

Esa voz, esa cálida, dulce y familiar voz.

«Es ella...»tan insólito.

Tan extraño.

—No tengo mucho tiempo —su mano extrae algo del bolsillo trasero—. No soy quien para pedirte esto, pero no hay nadie más en quien confíe —declara tan firme como sincera.

Desplazo la mirada.

En la palma de la mano muestra un pergamino descolorido, demasiado viejo y arrugado por lo que logro deducir rápidamente que fue descuido por un extremo lapso de años o de perdida también.

—Debes llevárselo a Naruto-kun, que a estas alturas puede estar en el país de hierro. Sigue a Kiba-kun y al resto, han tomado la ruta por el lado este.

Sin apartar la vista del objeto lo tomo entre los dedos, es ligero y suave al tacto.

«No es un pergamino cualquiera»daba esa sensación.

—Te lo pido Neji-niisan. Nadie puede saberlo.

«Pero... Por...»me encontraba confundido.

Humo se presenta en cuanto alzo la cabeza. No hay nadie más, ya no está.
.
.
«Los he encontrado»establezco una nueva velocidad.

Reconocía el olfato especial del Clan Inuzuka y mayor aún el de Kiba, esa habilidad para ser uno de los mejores rastreadores de la Aldea.

Logro distinguir que es un escuadrón de cuatro personas según las reglas propias para un objetivo.

«Kiba, Lee, Sai y Sakura»llevaban casi todos el paso tranquilo y constante.

A diferencia que el de Sakura, era más firme al suelo, la cabeza fija al horizonte y los movimientos limitados por una gran concentración.

«Sakura...»no le hablaba a ser necesario, por lo que la conocía poco.

Se limitaba a lo que Lee alababa de ella y las capacidades ninjas médicas aprendidas por la quinta. No obstante el mas desconocido de todos me era Sai.

Salto otros pares de ramas para aterrizar en el suelo del camino a dos kilómetros de donde ellos continúan.

«El país de hierro...»visten apropiadamente para cubrirse del clima frío.

Secreto Hyuga ||Byakugan Prohibido||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora