Feliz lectura!
-Jamas crei que diria esto pero, me alegro de haber vuelto- Comentó Alex, una vez las paredes del Santuario terminarón de materializarse ante sus ojos, y aunque los otros no hubieran dicho nada, Lizbeth sabía perfectamente que estaban de acuerdo con él.
-Si, ya somos dos- Aceptó Janet, mirandose la ropa mojada como si esperara que se secara por si sola de un momento a otro.
- ¿Estan todos bien?- Les preguntó, una vez hubo recuperado el aliento, observando como al tiempo, uno a uno los Elegidos comenzaban a asentir lentamente con la cabeza.
-Claro que no. Alex ¿Puedes sanarla?- Pidió Mariela, señalandola a ella. Despues de que el comentario de Tony provocara que todos las notaran, unicamente había sido necesario unas cuantas palabras por su parte diciendoles que necesitaban salir de ahí lo antes posible para que el resto no hablara más del tema; sin embargo, sabía que debía haberselo imaginado, no lo dejarían escapar tan facil. Abrió la boca para decirle que no era necesario, que eran solo un par de quemaduras que terminarian por sanar por si solas en cualquier momento y que ademas si no prestaba atencion casi ni le dolian.
-Por supuesto- Se adelantó él, avanzando hasta donde ella se encontraba y colocando sus manos sobre la piel de sus brazos, que en solo unos cuantos segundos lució sin ningun tipo de
rastro de las quemaduras.-Gracias- Susurró, incapaz de hacer algo más, mientras Alex le dedicaba una sonrisa.
-Bueno, supongo que ya fueron suficientes emociones por un dia, vamos a dormir ¿Que les parece?- Propusó Sarahí.
-Buena idea- Accedió Sebastian, sonriendo igual que la mayoria. -Descansen.
-Descansen- Contestó Mariela, al tiempo que uno a uno todos lo Elegidos comenzaban a caminar en direccion a sus habitaciones.
***
Arrojó su chaqueta con frustacion sobre la cama apenas la puerta de su cuarto estuvó cerrada.
Juego de luces, juego de luces ¿Que demonios había querido decir con eso? ¿Por que no solo podía hablar claro?
Tomo el borde del vestido entre sus manos dispuesta a levantarlo para ser capaz de cambiarse de ropa; sin embargo, el sonido de la puerta de la habitacion abriendose, la interrumpió.
-Comprendo perfectamente si no me quieres aqui, pero pienso que hay algunas cosas sobre las que debemos hablar ¿No crees?- Le dijo Anthony, sonrojandose ligeramente al darse cuenta de lo que había estado a punto de hacer, y caminando hacia ella para sentarse en la orilla de la cama.
Un suspiro se escapó de su garganta mucho antes de que pudiera detenerlo, ya no podría posponerlo más tiempo, en especial no despues de la manera en que lo vió correr hacía ella cuando pensó que algo malo le había sucedido. Despues de todo lo ocurrido, él aun sentía algo por ella. Aquello, era lo menos que podía hacer.
Se sentó junto a él -Tienes razon. Estaba pensando en hacerlo, pero no se me ocurría como. Te debo una disculpa, yo...
- ¿Es eso por lo que crees que vine?- La interrumpió, soltando una pequeña risita.
-Es lo mas logico, supongo. Tony he sido una tonta. Todo lo hecho a perder. Yo, no soy la misma de antes- Aunque le doliera admitirlo, aquello no era más que la verdad. Pero eso significaba que si realmente habia cambiado ¿Quien era ahora?¿Era aun la Lizbeth que ella misma conocía o la que no era más que una marioneta de los ángeles?
-Ya lo se- Lo miró con sorpresa -Y se que te has sentido de esa manera desde...- Un extraño impulso la hizó levantarse de inmediato y comenzar a caminar por toda la habitacion. Sabía lo que vendria a continuacion. Su ojos se encontraron por un momento y entonces fue como si Tony se lo hubiera pensado mejor, porque cambio de tema. -No hemos hablado mucho desde entonces y sé que el que eso pasara ha sido en parte mi culpa pero...
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Destinados
FantasíaDestrozada por lo ocurrido con Aaron, hace tan solo una semana, Lizbeth se siente incapaz de continuar con su vida. En bandos separados esta vez, ambos deberan correr su propio riesgo y pagar las consecuencias por estar dispuestos a luchar por su am...