You Want a cup of coffee?

One More Cup

Aun recordaba el gesto de su jefe cuando le dio la taza de café (la que utilizó por error), ni si quiera sabía porque había terminado ofreciéndole prepararle una, pero igual lo hizo.

Su jefe había tomado la taza y la bebió lentamente mientras tomaba asiento en uno de las sillas de la cocina, en eso Flug se arrepintió de haberle ofrecido una taza. Se sentía más incómodo y nervioso que antes.

-Este jefecito ¿le gusto... el café?- pregunto mientras tomaba otra taza, su taza con las letras de MoM #1.

"Claro que me gusta idiota" pensó con una mueca en su rostro (pero no se lo dijo, el pensamiento solo murió en su cabeza, no debía ser demasiado amable con él) -Sabe asqueroso- le dijo, Flug salto en su lugar por lo dicho, su jefe bajo la taza pero no la alejo de el.

-Lo l-lamento- pensó en todo en lo que pudo haber equivocado al preparar el café. La había hecho pensando en lo que su jefe había dicho recordando aún el "Muy dulce para mi gusto", con eso en mente había preparado el café, por eso había terminado tan amargo.

Pensó que su jefe le escupiría el café en el rostro y mojaría su bolsa, pero el café siguió en la taza y en la boca de su jefe.

...

Los días pasaron y todo siguió como era normalmente, Black Hat no dijo más y Flug tampoco. Todos siguieron en lo suyo.

-Hola bombón- le dijo la chica con una voz seductora, mientras se relamía los labios.

-Basta demencia- Black Hat la alejó con brusquedad -ya te he dicho que ¡No!

La chica lo miro con tristeza pero enseguida sonrió y lo intentó de nuevo. Era la quinta vez que lo intentaba y lo mismo se repetía, Black Hat la alejaba y ella volvía cual cachorro alegre que te trae la pelota que le lanzas.

La vista del científico se despegó un momento de sus notas y volvió casi enseguida al ver a demencia intentando darle un beso a su jefe. El mayor debía de ser muy "amable" o paciente al no intentar matarla tan solo por ponerle las manos encima. Black Hat lo hubiera hecho si él lo pensaba tan siquiera.

Siguió con su trabajo, dejo las hojas en su escritorio y apretó algunos de los tornillos de Cam-Bot y lo ayudo a enderezar su cámara, debía tener todo para su próximo video promocional, aquel que la gente retorcida y sin corazón amaba tanto.

Black Hat finalmente alejó a demencia y la ato a una silla cercana, esas que no le gustaban, así no lo interrumpiría, bueno si Flug no lo hacía antes.

Flug se posicionó en su asiento de director y le dio la señal a su jefe para comenzar.

-Bienvenidos sanguijuelas sin corazón- sonrió con malicia amaba demostrar cual malvado podía ser.

Se notaba en su mirada y en todo su ser, era obvio que lo único que podría amar era a él mismo.

El video promocional fue más o menos de acuerdo a lo planeado, Demencia se había escapado y en su camino de caos y coqueteo (hacia Black Hat), metió a Flug en una bolsa de dormir y lo pego al techo. Realmente odiaba esa estúpida pistola de silicón. Black Hat perdió los estribos lo cual no resultaba para nada raro.

Flug tembló igual que siempre e intento no hacer enojar más a su jefe. Lo miro desde arriba y llamó a sus Hat-bots para que lo ayudarán a bajar y atraparan a la chica, la cual no dejaba de romper vidrios y puertas en sus escapes dramáticos.

-¡Jamás me atraparan viva!- gritó la chica mientras saltaba hacia una ventana.

Un suspiro se oyó, Flug estaba cansado de que en uno que otro video promocional de Black Hat Organization, Demencia saliera con sus nada utilices "Demencia Tips", coqueteara con BH, rompiera las ventanas o simplemente fuera Demencia, ya que él era el que debía arreglar todo el desastre de la chica, claro después de crear planos para futuros inventos, responder llamadas, editar los vídeos, investigar sobre aviones, bañar a 5.0.5 (y veces a Demencia para variar), temblar de miedo ante su jefe. Si era un hombre ocupado.

El video terminó y agradeció que su jefe no lo hubiera matado, bueno casi lo mata pero por suerte no paso a más.

La noche cayó así que todos volvieron a sus respectivos cuartos menos Flug el cual se quedó en el laboratorio editando el video de la tarde, y arreglando a algunos Hat-Bots que Demencia había roto.

Estaba cansado y quería una taza de café pero no quería bajar a la cocina así que le pidió a uno de sus Hat-Bots que le trajera el café al laboratorio.

Observo a su robot dejar la habitación y espero hasta que volviera. En lo que esperaba, saco un plano y comenzó a trazar sobre el, era un trabajo personal, quería armar un avión a escala. Sólo esperaba que Black Hat no se enterara, porque seguramente quemaría su avión igual que como hizo con el anterior. Y lloraría de nuevo.

Marco líneas con el lápiz y la regla esperando tener un nuevo diseño en el cual trabajar.

Dejo el lápiz cuando escucho como alguien tocaba con suavidad la puerta, era su Hat-Bot. Se levanto y se dirigió a la puerta, levantó la vista y vio a su robot, el cual sostenía una caliente taza de café. Estaba por tomarla cuando un fuerte crujido le puso los pelos de punta. Era su jefe aplastando la cabeza de su Hat-Bot, mientras le sostenía la mirada y le sonreía pero sin mostrarle los dientes.

...

Flug no dijo nada.

-Flug ¿porque no bajaste tú por el café?

-Yo...yo estaba cansado, así...- no pudo terminar porque su jefe lo sujeto de la bata y lo arrastró a la cocina.

Lo arrojó a una silla y le ordeno que le preparará un café igual al de aquella noche.

Flug intentó no alterarse por ello y comenzó a preparar el café, lo mejor que pudo cuando termino se lo entregó y espero que eso fuera todo y pudiera volver a trabajar hasta desmayarse.

Estaba por irse cuando algo jalo de su bata.

-Doctor, acompáñeme- le dijo mientras tomaba de la taza- además que recuerde mi taza no decía MoM #1- le sonrió y su doctor se sonrojo por debajo de su bolsa.

Black Hat sonriendo aun, le tendió otra taza de café, la que su Hat-Bot iba a darle en un principio, la tomo y le sonrió.

Desde aquella noche a Flug le ha gustado compartir noches tomando café junto a Black Hat, noto que eran de las pocas veces en que su jefe se relajaba y no intentaba "asesinarlo" o gritarle.

Y Black Hat debía admitir que las tazas de café de Flug siempre eran deliciosas. Aunque claro que no se lo diría.