Mi Lucha.

El comienzo

Todo empezó unos 5 meses atrás. Para ser exactos, era un día cualquiera de una semana cualquiera, o eso pensaba yo...
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Estaba en mi primer hora de clase sentada al lado de mi mejor amigo, Stuart. Él era un chico tan malditamente positivo que me venían ganas de pegarle un puñetazo en la cara, aunque tambien es muy divertido, y fan de Marvel y DC.

-Luego de eso apareció Thanos con el guante del infinito y unas tres gemas del mismo, ¿¡No es fantastico?!
-Sí, Stuart, fantástico aunque... ¡Ya me lo dijiste unas 1000 veces!- Gritó mi  mejor amiga, Valery.
Ella era todo lo contrario a nosotros dos. Era realmente negativa, y recién tenía 16 años. Era toda una loca pero se la quiere.
-¿Chicos pueden dejar de pele- de un momento a otro sentí mi vista nublarse, y luego no recordé nada.
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-¿Enfermera, puede decirme por qué se desmayó?- Pude reconocer la voz de Stuart hablando con la enfermera.
-Supongo que se desmayó por falta de azúcar. Seguramente no habrá desayunado-
Guau, esta enfermera era tan mala como su paga. Obviamente desayuné, nunca salgo de casa sin haber comido algo. Pude abrir los ojos pero, al distinguir la luz de la habitación, tuve que cerrarlos de nuevo.
-¡Abby, gracias a Dios está despierta!-
-¡No puedo respirar, estúpido!-
-Ups, lo siento- la proxima le daré una patada en los huevos.
-Buenos días, Abby ¿podrías decirme cómo te sientes?- sí, claro, estúpida
-Me siento un poco mareada, eso es todo-
-¿Desayunaste? -Pues no, sabes que justo hoy no quise desayunar porque tenía unas ganas de desmayarme y hacerte trabajar bien duro.
-Por supuesto, doctora Scott- ¿Qué? Así decia su placa.
-Bueno, entonces le recomiendo que vuelva a su casa a descansar. Después de lo que ocurrió, no creo que sea buena idea volver a clases- entre Stuart y la enfermera me pudieron ayudar a levantarme.
-Gracias doctora, nos vemos luego- Cuando tenga más ganas de desmayarme y ver tu fea cara, por supuesto.

-¿Segura que estas bien?-
-Por décima vez ¡Te dije que sí!- Juro que si no cierra la boca le dare una patada
-Es que ultimamente has estado muy rara, deberías ir al hospital-
-Y yo creo que deberías callarte, ya te dije que estoy bien-
-Bueno, entonces te acompaño a tu casa- A partir de ahí no dije más nada hasta llegar a mi casa, sólo tenia pensado subir hasta mi habitación y dormir un poco.
-Gracias por acompañarme, nos vemos luego- Le di un beso en la mejilla
-Llámame cuando despiertes-
-Claro- Luego de que se marchara, empecé a subir las escaleras hasta mi habitación para tirarme a dormir. Cuando toqué la cama, caí en brazos de Morfeo.
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Me desperté y rápidamente corrí al baño a desechar lo que una vez fue mi dulce desayuno. Luego de vomitar, empecé a ver puntitos negros y mi vista empezaba a nublarse.
-Ey, ¿Estás bien?- Ese seguro fue mi hermano mayor, Jack. Él era un año más grande y sobre todo muy protector. Cuando traje por primera vez a Stuart a casa, mi hermano pensó que era mi novio, así que le hacia bromas. Pero cuando se enteró de que era gay, siempre trataba de evitarlo.
-Sí, estoy bien. Creo que estoy algo cansada, eso es todo. - Espero que se lo crea
-No creo que sea sólo eso, acabo de ver que vomitaste- Mierda, ¿Por qué tiene que estar siempre en los lugares donde no lo llaman?
-Entonces, ¿qué quieres decir con eso?- Espero que no esté pensando lo mismo que yo.
-Les diremos a mamá y a papá que nos lleven al hospital y sin peros. -Genial, hoy Dios me odia, simplemente genial.
-Está bien, si eso te hace sentir mejor.
-Es por tu bien.
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Acabamos de terminar de hacer mis exámenes y ahora estábamos esperando los resultados.
-¿Cuánto te apuesto a que te ganaria en una carrera de sillas de ruedas?- Ay, Dios mio, ustedes creeran que lo dijo mi hermano o yo pero no, fue el inmaduro que tengo de padre
-Te apuesto $100 a que soy mas rápida- Señoras y señores, les presento a la inmadura que tengo de madre.
-¡Reto aceptado!-
-Disculpen, ¿ustedes son los padres de Abby Johnson?-
-Sí, doctor, diga ¿ya estan los resultados?- Por la cara que puso el doctor, no creo que sean buenas noticias.
-Sí, y lamento informarles que su hija tiene leucemia- Guau, pense que iba a ser peor... Esperen un momento, ¿Acaso dijo...?
-¡Leucemia!- Y esa soy yo, gritando como loca en medio del pasillo de un hospital.
-Sí, miren, síganme a mi oficina.
Llegados a la oficina, nos muestra en la pantalla mis resultados.
-Lo que ven aca son glóbulos blancos acumulados en masa que se encuentan en la médula ósea. Los sintomas pueden ser: fatiga, pérdida de peso, no tener apetito y mareos. No es normal tener mareos, desmayos y vómitos todos los días. Pero luego de varios estudios, entendimos que los mareos son síntomas de leucemia y, por lo que ven acá, es la prueba de que padece esta enfermedad.
-Disculpen, iré a tomar un poco de aire.- No quería escuchar más. Ay, Dios, no lo puedo creer. En serio el mundo me odia.
Definitivamente a partir de ese momento, nada iba a ser lo mismo.
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Espero que lo hayan disfutado. La verdad, me inspiré en lo que le pasó a una amiga mía hace dos años, que por suerte está en un lugar mejor. Sólo quería decir que voten y comenten.
¡Hasta la proxima actualización!

DELFI

Corrección: Margo 🌼 [Instagram: margosartacc]

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