Hablemos de algo, hablemos de miedo. Sí, ese miedo social a la sociedad, por ejemplo. Ese miedo social a la sociedad, ese esfuerzo por formarte una propia familia, la necesidad de encajar en un grupo de iguales; todo generado por miedo, miedo a la soledad, a vernos rodeados de ausencia, sin un "apoyo" humano.
Dícese de un loco, que acabó loco por estar solo. Dícese de una viuda, que murió por quedar sola tras el fallecimiento de su esposa. Dícese de un suicida, que su muerte provino de quedar solo. Soledad, nadie te aprecia, nadie te quiere... Me recuerdas tanto a mí; sin embargo, nosotros sí te queremos, esa especie de personas que encontramos la paz en ti.
Puesto que, nadie supo que el loco quedó loco por leer libros de caballerías, adentrándose a mundos utópicos inalcanzables, por lo que quiso quedarse en ellos. Que la viuda enfermó y murió por amor, porque no es cosas de películas, de amor se muere. Y que el suicida acabó su trayecto por no encontrar un verdadero sentido a la vida tras una larga reflexión y una fuerte lucha interna y aislada.
El loco nos advirtió, la soledad es peligrosa, la viuda encontró el consuelo en ella; y el suicida quiso quedarse en ella para siempre. Encontraron la paz en la soledad y nunca más quisieron separarse de algo tan perfecto ni volver a una realidad tan cruda, no les llamen cobardes, solo son valientes.
ESTÁS LEYENDO
Vía de escape
RandomTodos deberíamos dejar un pequeño trozo nuestro por escrito, aquí va el mío.