El mayor secreto que jamás he guardado es que durante mucho tiempo he guardado un gran secreto. Siempre ha sido fácil para mi fingir que todo está bien ante los demás. Sé que esto no me convierte en alguien especial, sé que en realidad me convierte en alguien muy común.
Para ser sincero con otra persona, primero hubiera tenido que ser sincero conmigo mismo. Este es el problema de reconocer que tengo un problema, que supone enfrentarse a una versión de mi que no me gusta. Por eso siempre ha sido más fácil para mi fingir que todo está bien de puertas para afuera, porque he aprendido a fingir que todo está bien de puertas para adentro. Para ti, tan fácil como no abrirlas; para mi, tan fácil como no encender una luz.
No se puede fingir que no estás cargando con el peso de un monstruo encima de ti con, simplemente, no mirarlo; es imposible, y sin embargo lo hacemos, porque con tal de no asumir la realidad que más nos asusta... ¿De qué llegamos a ser capaces? ¿De reír sin estar contentos? ¿De llorar sin estar tristes? ¿De amar sin estar abiertos a lo que amar de verdad consiste? ¿Serías tu capaz de convertirte en el actor principal de tu propia vida? Porque... Yo he bordado el papel.
Y aún así aquí estoy ahora, cada vez más cerca de mi propia verdad. Tal vez simplemente sea un cliché, pero es lo que hay... "Solo me he abierto con una pluma y un papel". Toda mi vida ha sido más fácil para mi contarle mis sentimientos a una libreta, porque una libreta no me los va a recriminar, no me los va a recordar. Una libreta no me va a mirar mal cuando le cuento que estoy destrozado por dentro mientras por fuera esbozo una sonrisa; una libreta puedo cerrarla, meterla en un cajón y fingir que nunca ha ocurrido.
Ocultamos lo mal que lo llegamos a pasar, que nos consumimos lentamente, que nos morimos en vida y que respiramos sin llenarnos de aire. Pero siempre acabamos al pie del cañón, luchando, preguntándonos cuál es nuestro secreto...
Mi secreto... Mi secreto es que he sido un farsante, mi secreto es que han habido muchos secretos y que al final era más fácil luchar contra una parte oscura de mi mismo, que escuchar al dolor.
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Vía de escape
RandomTodos deberíamos dejar un pequeño trozo nuestro por escrito, aquí va el mío.