Cuando William Crown entromete en su vida a Olivia Cumberbatch, sus ideas van más allá de un simple coqueteo dulce, sino, que necesita de su ayuda para poder obtener aquello que por derecho posee desde nacimiento: la corona.
De esa forma, Olly no so...
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Fatigada y dolorida de los pies despertó a la mañana siguiente. Bostezó con pesadez antes de quitar el grueso edredón de encima de su cuerpo y dirigirse al baño, donde cepilló su cabellera y dientes con torpeza.
Apenas tomó su móvil al volver a la cama, sonrió con bobería al ver un tierno mensaje de buenos días de parte de Will. Correspondió de igual forma, con un bobo corazón anexado, volviéndola tonta y enamorada.
Dejó en la mesita de noche el aparato. Se recostaría y dormiría un rato más mientras llegaban Margaret y Sophia, sin embargo, el plan se vio interrumpido cuando el tono de llamada de su celular sonó ensordecedor, causando que gruñera y de mala gana contestase.
— ¡¿Qué?! —Chilló somnolienta.
— ¡enciende el televisor y pon las noticias! ¡Ya! —Gritó Audrey al otro lado de la línea. Frunció el ceño sin entender nada y aunque no quería con los pies arrastrándose caminó por la alcoba — ¡apresúrate!
—Ya voy, ya voy —murmuró, tomando el control remoto para encender el televisor de su habitación.
— ¡estaban hablando de William y antes de irse a comerciales dijeron que contarían sobre la misteriosa chica que estaba con él ayer! —Exclamó, sorprendiéndola. De inmediato las manos le temblaron y sintonizó el canal, donde aún había publicidad — ¿eras tú, cierto? —Indagó.
—No creí que hubieran captado algo —masculló, comenzando a alterarse.
—Pasaron una fotografía de ustedes en el London Eye besándose —contó; en ese instante el pulso se le disparó — ¡se ven tan lindos juntos!
—El príncipe William Crown de Reino Unido es el soltero más codiciado del país y dentro de poco, el joven príncipe heredará el trono de nuestro amado Reino —dijo la presentadora con una sonrisa, mientras al otro lado de la línea refunfuñaba Audrey, antes de despedirse veloz y colgar —sin embargo, tal parece que nuestro príncipe ha dejado la soltería de lado para darle entrada a esta desconocida señorita —continuó, mientras la escena de ambos coqueteando en el London Eye aparecía, hasta concluir con el beso que había desencadenado sentimientos en ambos — ¿Quién es esta afortunada chica y desde cuándo conoce al príncipe?
>>Ayer por la tarde se les vio a ambos por la ciudad, donde recorrieron en completo anonimato y romanticismo las calles de Londres. Algunas fuentes afirman que incluso la joven desconocida ya vive en el castillo. ¿Acaso será la próxima Princesa de Gales? O ¿será la futura reina de Reino Unido? Como sea que fuere, les deseamos todo el éxito posible en su relación.
Después de aquello, se dedicaron a hacer comentarios sobre ella y lo atractiva que era y que no parecía una chica de la realeza, sino tal como el pueblo había pedido, era una de ellos y que esperaban conocer más sobre su persona.
Aquello la aterró. ¿Y si no la querían? ¿Y si hacía un desastre? ¿Qué tal que cometía un terrible error y no podría solucionarlo? ¿Qué podría hacer entonces?
