[08]

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[08]

Pensamientos.

Duda.

Evie había pasado toda la semana pensando, y no en algo, sino en alguien. Harry.

Después de aquella noche en la que casi lo vio morir se dio cuenta de algo; lo que tenía con él era algo más que atracción, iba más allá de lo físico, ella, comenzaba a quererlo.

Y no dejaba de reprochárselo a sí misma.

Peleaba con ella misma.

Discutía con ella misma.

Nunca en su vida imagino que podría incluso sentirse atraída hacia el sexo masculino, puesto que en su experiencia solo había conocido a un montón de viejos cerdos y pervertidos. Mucho menos pensó en sentirse atraída hacia un ladrón como él, un pirata, un embustero.

Aquellos sentimientos y sensaciones que le negaron desde su nacimiento, esas extrañas sensaciones...

Definitivamente no podía permitírselo.

Por un lado estaba su parte coqueta y seductora, que se atenuaba con su timidez y su poca experiencia. Que para Harry eran su mayor virtud. Para él, una inocencia encantadora.

Y por otro, su parte inteligente, insegura, y sobre todo calculadora. Fría como su madre, audaz y sin quererlo hasta un poco malvada. La parte testaruda, malhumorada y retadora con la que Harry adoraba jugar.

Y al final, esa parte que le tenía a Harry, la que recordaba su mirada oscurecida y siniestra, su sonrisa psicópata, su actitud dominante y por alguna razón, al pensar en eso la canción de Jack Ketch... se le venía a la cabeza. Era algo que la atraía pero al mismo tiempo la asustaba.

Harry era un pirata, un viajero, un prostituto, un ladrón, un asesino, era, era... irresistible y, matadoramente sexy.

La princesa sacudió la cabeza, de nuevo estaba divagando.

El chico era peligroso, y eso le daba miedo. Pero èl desde un principio le dijo que no podría ofrecerle mucho y... ¿De nuevo Evie?

Además, casi lo vio morir, morir, de seguro tenia más de un enemigo, más de una mujer dispuesta a entregarse a él, seguramente muy voluptuosas y, con experiencia y más atractivas que, ella... y... con él nada era seguro, un día podría cansarse de ella y venderla o arrojarla al océano, o podían no correr con la misma suerte y terminar los dos muertos...

Había tantos factores, tantos contras, tanto en que pensar que Evie no se dio cuenta de la presencia del capitán. Hasta que sintió algo filoso y puntiagudo tocar su cintura.

—Harry, si vuelves a amenazarme juro por los dioses que voy a—

—No te hablo para eso princesa —respondió él de mal humor. Ahora que lo recordaba, hasta ella estaba de mal humor ese día.

¿La razón?

El casco chocó contra no sé qué y habían tenido que anclar en medio de una isla para reparar los daños, lo difícil era que el lugar no contaba con la madera necesaria y comenzaban a sentir los síntomas de un naufragio.

— ¿Qué deseas entonces? —preguntó la princesa con serenidad.

—Necesitas aprender a defenderte... Tremaine me convenció, no puedo simplemente quitarte la vista de encima porque te enredas en un apuro, eres como un imán sexy para los problemas.

— ¿Soy un imán? —le respondió ella con otra pregunta, dándose vuelta para encararlo. Notando que el hombre invadía su espacio vital, otra de las costumbres que a Evie le parecían inadecuadas y muy poco atractivas de Harry.

Ma princesse, Grimhilde ►TERMINADA◄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora