[09]

963 81 9
                                    


[09]

— ¡No lo soporto más! Este asqueroso pedazo de arena me tiene harto, ¡harto! —bramó Harry encolerizado, tirando al suelo todo lo que estaba en su escritorio, pasando incluso por los bocetos de Evie, quien se sobresaltó desde su lugar en la cama.

— ¿Y qué piensa hacer capitán? —pregunto un temeroso Anthony Tremaine. Evie los observaba desde su lugar, a una distancia prudente, hace más de una semana que estaban atrapados en aquella isla y el barco había sido reparado casi o nada, según Harry.

Y en cuanto a su lucha con espadas... ¡por supuesto que perdió! Harry la hizo trizas, la humillo, la derroto tanto como humanamente es posible; claro que la tripulación se encariño con ella y exigieron un combate justo, alegando que Evie no significaba una buena rival debido a su nulo dominio de la espada, Harry al principio protesto pero terminó cediendo, no quería tentar la paciencia de la bruja. Luego se enfrentarían en una batalla justa.

— ¿Tu que sugieres? Oh, ya sé, voy a invocar a una criatura mágica y le pediré un favor a cambio de nada... —el pirata se quedó un rato pensativo, no sonaba tan descabellada esa idea.

—No, capitán, su padre—

—MI padre, no es quien para darme órdenes, él no está aquí y, situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.

Harry se levantó de su escritorio y camino hacia uno de los cofres que guardaba en su camarote...

—No, por favor princesa, hágalo entrar en razón —ella frunció el ceño, no estaba entendiendo nada.

—No comprendo, ¿a qué se refiere? —preguntó ella mientras veía a Harry buscar algo en específico.

—Liberar a esa cosa nos traería consecuencias nefastas, seria toda una calamidad, ¡una catástrofe!

—Mi buen amigo, me temo que exageras demasiado —el capitán sonrió mientras sostenía en sus manos una polvorienta caja.

— ¡Al diablo! —Se quejó el marino—. Es nuestro fin.

— ¿Qué es? —curioseo Evelyn cuando Anthony abandono la habitación.

—Esto, es algo por lo que mi padre nos abandonó a mis hermanas y a mi durante diez largos años, a merced de nuestra suerte, si bien C.J. no lo recuerda es porque ella era apenas una bebé en ese entonces, pero Harriet y yo —suspiro—. Robar y engañar nunca fue tan complicado antes, yo... tuve que hacer muchas cosas, para sobrevivir y, poder cuidar de ellas, esas cosas me marcaron de por vida y me hicieron lo que soy hoy en día, pero, ¿a qué precio? —él hizo una pausa. Acercándose a ella y ayudándola a ponerse de pie.

Evie lo miro con algo, ¿lastima, compasión? No lo sabía muy bien.

—Lo que contiene esta caja me quito todo eso que de niño no pude apreciar, mi inocencia, mi infancia, todo, lo que algún día atesorare si llego a formar una familia —Ouh, a Evie la había conmovido su relato, hasta el momento en el que Harry menciono la palabra 'familia', ella no había crecido con ese valor, no había tenido el apoyo de nadie, ni el cariño de una madre.

Pero se detuvo a pensar, en Harry, era la primera vez que veía un sentimiento tan humano en él, tristeza.

—B-bueno... ¿no piensas abrirlo? Me muero de la curiosidad —ella sonrió incomoda.

El pirata la contemplo unos instantes, se acercó a su rostro y le dio un beso en la mejilla, adornando sus pómulos de un bonito rojo natural.

— ¿Y eso por qué? —se carcajeo ella nerviosa.

Ma princesse, Grimhilde ►TERMINADA◄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora