Ma princesse, Grimhilde ►TERMINADA◄

[12]

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Evie se levantó con algo de dificultad de la cama, estaba agotada y dolorida, pero en algún momento debía de ponerse en pie.

La noche anterior no fue lo que se esperaba, definitivamente.

[...]

Evelyn besó a Harry en los labios queriendo ella provocar el contacto íntimo por primera vez.

Pero el simplemente no respondía, solo estaba ahí, quieto.

— ¿Qué sucede? —Le preguntó la fémina queriendo máscercanía—. ¿Acaso no recuerdas que yo perdí nuestra apuesta? Bueno, estoy cumpliendo con mi parte del acuerdo.

[...]

"Mi parte del trato", era eso, ella no sentía nada por èl, solo era simple atracción, pensaba el pirata. Pero esa atracción podía convertirse en algo más...

Y era verdad, pero Harry era tan cabezota que no veía másallá...

[...]

—Evelyn, no —interrumpió él separándose y haciéndola levantarse de su regazo.

¿Hizo algo mal? ¿Acaso él ya no la deseaba? Ella no era suficiente, estaba segura.

¿Quién querría estar con una niñita como ella? Llena de inseguridades, sin experiencia.

[...]

Ambos solo caminaron en silencio hasta el camarote, Evie ni se molestó en cambiarse y se tiró a la cama mandando a volar todo lo que había sobre esta. Escuchando un aparatoso estruendo segundos después.

Levantó la cabeza, encontrándose a un Harry inconsciente en el piso, esto tenía que ser una broma.

— ¿Qué idiota zángano deja su garfio sobre la cama? —gruñó ella quejándose, se levantó y caminó hacia él.

Levantándolo o más bien arrastrándolo a la cama. Y definitivamente unos tragos encima no la ayudaban mucho. —Estas obeso, Hook.

Grito ella en medio de la frustración. Intento subirlo a la cama, sin éxito.

Así que, dándose por vencida solo agarró unas sábanas, las tendió sobre el piso y buscó algo que acolchara lo suficiente. Encontró en el armario del pirata un viejo y feo abrigo de plumas... no lo pensó dos veces y lo uso como colchoneta. Acomodó al pirata y lo amortiguó con las almohadas, mientras ella se situaba a su lado y los cubría hasta la cintura con la manta, se apoyó sobre el pecho de Harry y no hizo falta ni contar ovejas cuando se quedó dormida.

[...]

El pirata se despertó con los matutinos toques de Anthony en la puerta, le indicó que pasara, aun desorientado, fue cuando se dio cuenta de que no estaba en su cama, y que el barco no se estaba meciendo al ritmo de las olas.

—Hemos llegado al puerto antes de lo previsto señor.

—Alístense, saldremos en 1 hora exacta, quiero que el tesorero me acompañe, tengo unas diligencias que hacer.

Intentó levantarse, sintiendo el peso de la chica sobre su pecho. Hizo una mueca cuando pensó que casi la despertaba, la levantó en sus brazos y la dejo con suma suavidad sobre la cama, acomodando las frazadas y colocando una almohada en su reemplazo la cual ella abrazó con fuerza, depositó un beso en su mejilla y salió de la habitación.

Afuera la tripulación lo observaba con una sonrisita burlesca, que lo molestó.

— ¿Qué miran ustedes? —les gritó, caminando hacia la rampa y provocando que más de uno chocara intentando seguirle el paso.

[...]

Evie se asustó por un momento, al escuchar el ruido de las gaviotas tan cerca. Fue cuando cayó en cuenta de que estaban en tierra firme. Se asomó fuera de la cabina y si, en efecto, esa no era Bahía Pirata pero sinceramente no tenía nada que envidiarle.

Se preguntó si se volverían a encontrar a otra chica parecida MadMaddy, esperaba que no. De lo contrario le haría saber que Harry era de su propiedad, lo era, ¿no?

Se deshizo de aquellos pensamientos y salió a cubierta, olvidando que tenía puesta la ropa del día anterior y que seguramente estaba muy despeinada. Hizo una trenza en su cabello, buscó sus armas y bajó del barco.

Se supone que ya teníamás libertad, ¿no?

Ya no planeaba huir, solo, explorar.

Ver si algo allí le gustaba.

—Uy, pero miren quien se une a la fiesta... —satirizó un hombre al que veía por primera vez. Era robusto y corpulento, de tez morena y ojos oscuros como el carbón—. Este no es lugar para una dama...

—Créame señor si le digo que por su salud es mejor que mantenga su espacio.

La princesa no tenía miedo, ni una pizca; había sido secuestrada, ultrajada, utilizada y prisionera, ahora estaba segura de que aquello no era nada comparado a todo lo que había pasado. No dejaría que aquello se repitiese.

Su chaleco –más bien el de Harry-escondía a la perfección el revólver, y en su cinturón guardaba un cuchillo además de la espada también oculta. Estaba armada hasta los dientes y no permitiría que la humillaran.

El hombre se acercó a ella, provocándola. Evie sonrió. Miro por el rabillo del ojo y pudo ver que Tremaine se acercaba a ellos; no tardaron mucho en encontrarla.

—Temo que usted no aprecia su vida señor... —lo empujó y con suma seguridad desenvainó su espada, apuntando directamente al cuello de su rival—. ¿Se retira pacíficamente o prefiere hacerlo con pies hacia adelante?

— ¡Princesa! —escuchó que la llamaron.

—Oh, justo a tiempo Anthony —se quejó ella—. Y yo que empezaba a divertirme...

Bramó alejándose del hombre, que había pasado por todos los colores cuando vio que aquella mujer estaba armada.

— ¿Y dóndeestá Harry Hook? —preguntó ella.

Logrando que de nuevo el hombre estuviera a punto de desmayarse. Aquel hombre era sinónimo de muerte en cualquier puerto.

[...]

—No pensé que tardarían tanto en encontrarme —burló ella.

—Ni yo que intentaras huir —replicóél sujetándola fuertemente del brazo y haciendo que perdiera el equilibrio.

Evie gruñó y cuando pudo liberarse de su agarre dijo: —No lo hacía, estúpido truhan arribista y grosero.

Se metió en la alcantarilla y no quiso oír razones, ya tenía suficiente por un día.

Harry, por su lado se volteó hacia la tripulación, quienes lo miraban con una mueca.

— ¿Y ustedes qué miran? —preguntó por segunda vez en el día, fastidiado.

—La dama no ha hecho nada malo, capitán.

— ¿Y a ustedes quién les pidió opinión? —gritóél, llamándoles la atención. No era él, sino su miedo el que hablaba.

Los demás lo miraron con algo de pena y solo se dedicaron a sus labores, reabastecer e intercambiar...