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Taeil:
•••
Ji Hoon se encontraba haciendo guardia junto a la zona de los pericos ya que los niños eran muy propensos a darles de comer.
Además podía observar desde lejos si la madre del hibrido había ido a buscarlo. Pero desde hacia una hora no había visto a nadie que haya ido.
Ni siquiera vio a su compañero...
Preocupado por el chico, dejo la zona de los pericos para acercarse a la oficina a verificar como estaba.
Cuando abrió la puerta vio a TaeIl jugando con un yoyo, el cual dejo en su lugar por el miedo.
-Tranquilo, nadie lo reclamó en meses, puedes quedartelo -dijó para reconfortarlo al verlo tan triste.
Unos cuernitos se asomaban entre sus abundantes cabellos negros, era tan adorable que hacía latir fuerte el corazón del alto.
-¿Eres un hibrido cabra no? -preguntó sentandose frente a él.
-Sí.
Taeil no se veía muy hablador, no sabía si por miedo o por ser de naturaleza timida. Aun así Pyo le sonreía para que sepa que no debía desconfiar de él.
Se puso en pie para tomar el microfono y repetir el mensaje de hacia una hora.
Al mayor le preocupaba que hayan abandonado al tierno hibrido. Si ese fuera el caso no sabría que hacer.
-¿Hace mucho tiempo estas sentado, jugando solo?
Recibió un asentimiento en forma de repuesta.
-Entonces te haré compañía.
Vio sonreir a TaeIl y su corazón se emocionó. Tenía una sonrisa realmente bella.
-Cuentame algo de ti TaeIl -pidió para iniciar una conversación. Sí, Ji Hoon no era el mejor para entablar nuevas amistades.
-¿Cómo qué? -preguntó alzando la vista.
-Mmh ¿Qué edad tienes? -preguntó. Tomo la mascota virtual y le dió de comer.
-Tengo diecisiete -contestó timido.
-Te ves más pequeño que eso. -Sonrió Pyo para que el chico se riera con él pero solo lo vio fruncir el ceño y hacer una mueca.
-Yo soy el mayor de mis hermanos -gruñó.
-Lo siento, creí que eras menor por tu estatura y tu voz... -Hoon sonrió avergonzado, no quería que el pelinegro se enfadara con él.
-Eso es por ser un tonto hibrido -susurró haciendo sus manos puños.
Pyo dejo de sonreir.
-Oye, no hay nada de malo en que seas un hibrido -trató de reconfortarlo y sonrió a medias al ver que lo logro.
TaeIl dejo de apretar sus puños y sonrió un poquito aunque por dentro estallaba de felicidad.
En toda su vida nadie le había dicho algo así. Todo eran quejas y quejas por haber nacido de esa forma.
-¿Y tú? -preguntó con voz timida- ¿Qué edad tienes?
-Oh yo tengo veintidós años. -Agito sus manos nervioso y alegre.
TaeIl soltó una pequeña risa al verlo hacer esos movimientos raros.
-¿Cómo te llamas?
-Me llamo Ji Hoon -respondió ahora meciendose de un lado al otro.
-Te ves como un niño Ji Hoon -comentó el menor sonriendole.
-¿Te parece malo? -preguntó deteniendo sus movimientos.
-Me parece lindo -susurró avergonzado- ¡me parece bien! -se corrigió al ver la sonrisa del peliblanco.
