Capítulo 3 ~ La confesión ~

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Después de unos segundos alejé mis labios de los dulces labios de jiyong, sentía como mis mejillas ardían, él me miró a los ojos y se acerco de nuevo.

-kwon Qué... Qué haces? -me aleje antes de que volviéramos a besarnos, en verdad estaba muy apenada, el tenia novia y lo que hicimos fuera poco o mucho, para mi era algo indebido-

-me gustas, sandara me gustas desde hace mucho tiempo - mi corazón latía muy rápido, estaba paralizada ante su confesión, ¿en que momento llegó mi sueño hacerse realidad?, tome su rostro entre mis manos y lo mire a los ojos -

-¿Cómo puedo saber que eso es verdad?-  algo en mi me decía que era una broma, tal vez el efecto del alcohol- además, tu tienes novia, no es correcto que digas eso.

-por que yo lo sé, lo siento, sandara  no vivimos en la época de nuestros abuelos, para mi es correcto el confesar mis sentimientos, además... Yo te mentí, termine hace un año con... - no pudo terminar de hablar gracias a que lo calle con un beso, estaba feliz así que actúe sin pensar, una de las manos de él se posó sobre mi cintura haciendo que el espacio que había entre nosotros dejara de existir, nuestro beso se volvió más rápido, más apasionado, mi pecho bajaba y subía más rápido, mis manos vagaban por la espalda de él, volvimos a la posición en la que estábamos, abrí mis piernas un poco para que él pudiera meterse entre ellas y estar mas cómodos, la mano que jiyong tenía libre fue recorriendo mis piernas desnudas y un jadeo salió de mi boca-

-Kwon... -dije entre el beso tratando de que se detuviera pero no lo logre, mi piel reaccionaba ante sus caricias, me gustaba esa sensación, actúe rápido y le quite la camisa, lo aleje de mi por unos segundos para poder contemplar su cuerpo, mi mirada bajo por su abdomen y se detuvo justo en sus pantalones, mordí levemente mi labio inferior sin darme cuenta hasta que escuche una risita de parte de él - Dime que quieres que siga -desabrochó sus pantalones dejando a la vista sus bóxers.

-yo... -no sabía exactamente quien era en ese momento, me estaba dejando llevar por mis deseos más escondidos, mi cuerpo me lo pedía, pero había algo  decía que estaba mal que pusiera fin a esto-

-sandara, dime que no me detenga -jiyong sabia que había una guerra dentro de mi sobre que era correcto y que no, cerré los ojos y me quite mi vestido, abrí de nuevo mis piernas y abrí los ojos dirigiendo mi mirada a él-

-no te detengas, kwon... - jiyong recorría mi cuerpo con su mirada, se quito los pantalones y subió a la cama colocándose arriba de mi-

-eres hermosa, eres muy hermosa -Sonreí ante su comentario y el acarició mis labios con su dedo pulgar para después unir sus labios con los míos, nuestro besos eran cada vez más apasionados, sus manos acariciaban cada parte de mi hasta llegar a mi intimidad, me sonroje, estaba por detenerlo cuando algo duro  toco mi entrepierna, era su miembro, solté de nuevo un jadeo y cambie de posición dejándolo a él debajo de mi, mi intimidad ahora estaba justo sobre el miembro de él y comencé a moverme de atrás hacia adelante, sentía como mi intimidad pedía más, era todo nuevo para mi, esa sensación me estaba volviendo loca, puse mis manos sobre el pecho de jiyong, separamos nuestros labios para que nuestros gemidos empezaran a salir de nuestros labios-

-no te detengas- dijo con voz ronca y sus manos apretaron mis trasero asiendo más presión sobre nuestras intimidades- me encantas...

-cerré con fuerza mis ojos y un gemido más fuerte salió- no me tortures más... -entendió a lo que me refería y me detuvo, quito de mi cuerpo las pocas prendas que me quedaban, me puso sobre la cama y mientras el quita la ultima prenda que poseía miro mi cuerpo- 

-no solo era tortura para ti, mira como me tienes... Duele demasiado, preciosa -mordi mis labios al ver su miembro erecto, se acerco a mi y beso mi abdomen, fue subiendo entre besos hasta mis pechos, dio besos húmedos sobre estos haciendo que me pusiera más húmeda  y justo cuando fue subiendo a mi cuello sentí su miembro en mi entrada- estas lista? -dijo con voz agitada, a lo cual yo solí asenti con la cabeza y apreté las sabanas, era mi primera vez así que lo mas seguro era que me dolería, entró en mi, haciendo que ambos soltaramos fuertes gemidos ante la sensación, yo sentía dolor pero a la vez quería que el siguiera, tardo unos segundos en moverse tal vez para que mi cuerpo no sintiera tanto dolor y se acostumbrara a él, las embestidas eran lentas y placenteras pero ambos pedíamos más, el ritmo de las embestidas se volvían más rápidas, la habitación estaba llena de nuestros gemidos, sus labios recorrían todo mi cuerpo y mis manos vagaban por el de él, llegamos al clímax juntos dejando salir gemidos mas fuerte que los anteriores, nuestras respiraciones eran una misma, el me tomo entre sus brazos y sin salir de mi me acurrucó en su pecho- te quiero... -dijo en un susurro sobre mi cabeza-

-mi confesión es que... Yo también te quiero, te quiero desde hace mucho -cerré mis ojos, estaba agotada, mis piernas dolían así que del cansancio entre en un profundo sueño-

~ Si no lo hubiera conocido ~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora